26 junio, 2020
El ánimo de los abogados del Valle ya está muy caldeado porque producto del parate judicial, los profesionales se están fundiendo. Con los Tribunales parados y sin poder activar causas, además de la caída propia de la actividad, no hay manera de sostener las estructuras de los profesionales, sobre todo de Trelew.
La presidenta del Colegio de Abogados de Trelew, doctora Mirta Antonena no dudó en enviar una carta al Superior para cuestionar la relajación de uno de los tres poderes del Estado en aplicar medidas para habilitar el trabajo, como lo hicieron otras actividades ´esenciales´. “Estamos viendo que en realidad no se resuelve y el Poder Judicial tiene que tomar cartas en el asunto”, sostuvo.
Agregó la titular del cuerpo colegiado, que “tenemos matriculados con problemas para trabajar o sostener los estudios”, incluso destacando que “todos tienen protocolos”, entonces “¿por qué no los Tribunales?”, se preguntó. “Si observamos que los comercios de alimentos, los bancos, las farmacias rápidamente lograron cumplir con las habilitaciones de los mismos, no resulta comprensible por qué es tan difícil habilitar los juzgados para cumplir con algo mucho más importante que es el servicio de justicia”, planteó el Colegio de Abogados en la nota presentada al Superior Tribunal de Justicia.
El ´balde´ de sentido común no tardó en dejar expuesto uno de los temas de fondo, y es la interna política que también habría escalado al Judicial del mismo modo que al Legislativo.
Visiblemente molesto el presidente del STJ, Mario Vivas le endilgó que “no eche más leña al fuego”; y no dejó pasar que la titular de los abogados de Trelew también es funcionaria del Gobierno provincial, aludiendo al no pago de sueldos que motiva el paro de Sitrajuch.
Con esto el ministro fue directamente al “hueso” de la cuestión que hasta ahora venía surfeándose públicamente con eufemismos.
El otro tema de fondo por el que el STJ viene espadeando con el Ejecutivo que representa Mariano Arcioni es por la cobertura de las vacantes en la Corte provincial, donde cada uno brega por sus propios candidatos.