5 junio, 2024
Haciendo uso de esta facultad, el Presidente dijo que rechazará la nueva fórmula de movilidad para cuidar el equilibrio fiscal. Sin embargo, existe un mecanismo constitucional que lo obligaría a promulgarla.
«Me importa tres carajos», expresó el presidente Javier Milei para dejar en claro sus intenciones de vetar la nueva fórmula jubilatoria que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados y que podría convertirse en ley si es aprobada por el Senado. A pesar de esta atribución que tiene el Jefe de Estado, la norma igualmente podría ser promulgada, según prevé la Constitución Nacional.
La Cámara baja aprobó este martes el proyecto de reforma del sistema de movilidad previsional, con 162 votos a favor, 72 en contra y 8 abstenciones. Si los senadores lograran su aprobación, implicaría un extra del 8,1% a los jubilados y pensionados de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) como recomposición por la pérdida ante la inflación que sufrieron en los primeros meses del año.
«Defenderé la caja a veto puro»: la reacción de Milei tras la nueva fórmula jubilatoria aprobada en Diputados
La propuesta se gestó tras el acercamiento de los legisladores de Unión por la Patria y de los bloques «dialoguistas», como el radicalismo, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal. Por otro lado, generó el rechazo de La Libertad Avanza y el PRO por el impacto fiscal de estos aumentos (0,4% del PBI).
En su participación en el Latam Economic Forum, Milei aseguró que defenderá el equilibrio fiscal y planteó tras la media sanción de la iniciativa: “Cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romperlo, les voy a vetar todo».
El libertario también adelantó que imitará a su par de El Salvador, Nayib Bukele, que «gobernó a puto veto», a fin de «defender la caja». Desde el oficialismo cuestionaron que en los últimos años hayan ingresado millones de personas «sin aportes» al sistema previsional.
El veto es una atribución del Poder Ejecutivo por el cual se puede rechazar total o parcialmente (es decir, todos o uno o algunos artículos) los proyectos sancionados por el Congreso, dentro de los primeros 10 (diez) días hábiles luego de ser aprobados.
Sin embargo, una vez que la ley es vetada por el Presidente el proyecto regresa a la cámara en la que comenzó a debatirse. PERFIL contactó al abogado constitucionalista Félix V. Lonigro, que indicó que «en el proceso de formación de la ley que prevé la Constitución está establecido que cuando el mandatario veta una ley, vuelve al Congreso para ser tratada».
«En realidad, la intervención que tienen las cámaras en este caso es a los efectos de insistir o no con el proyecto sancionado anteriormente», explicó. En ese sentido, en el caso de que Milei vete esta reforma «va a volver a Diputados y después a Senadores, y si las dos cámaras quieren insistir con el proyecto vetado tienen que lograr los dos tercios de cada una para obligar al Presidente a promulgarla», agregó el especialista.
Por otro lado, Lonigro señaló que en el caso de que alguna de las cámaras no alcance ese quórum, «la ley pierde estado parlamentario y no puede ser tratada nuevamente hasta las sesiones ordinarias del año siguiente».
Fórmula jubilatoria: los bloques de la oposición lograron aprobar la media sanción en Diputados
Este mecanismo -establecido en el artículo 83 de la Carta Magna- se da más allá de la cantidad de voluntades a favor que hayan logrado para la sanción de la ley en primera instancia, aunque el abogado sostuvo que «éste quórum agravado (de los dos tercios en cada cámara) es difícil de conseguir». En caso de lograrlo, al Presidente no le quedaría más remedio que promulgarla.
Cabe señalar que en Diputados está compuesta de 257 integrantes y, la de Senadores, de 72. En el primer caso, la oposición necesitaría de unos 172 legisladores para insistir con la reforma jubilatoria y, en el segundo, de 48.
En la Cámara baja, la primera minoría es el bloque de Unión por la Patria con 99 bancas, la segunda es La Libertad Avanza con 38, tercera es el PRO con 37 diputados, la cuarta es la UCR con 34 diputados y la quinta Hacemos Coalición Federal, con 16. La primera minoría en la Cámara Alta es UxP con 33 senadores, la segunda minoría es el radicalismo, con 13 senadores, seguidos por LLA con 7 y el PRO y HCF con 6 cada uno, entre las fuerzas con mayor cantidad de representados.