31 agosto, 2021
En el primer semestre la actividad sectorial se incrementó 26%, sin embargo, el empleo creció sólo 2,5%. Apenas 6% de las compañías declara tener rentabilidad superior al 20% antes de impuestos.
La producción metalúrgica registró en los primeros seis meses del año un incremento del 26% en relación al mismo período del año anterior y, de hecho, ya opera en niveles superiores a 2019.
La clave para este desempeño es la tracción de sectores como la agroindustria, que generó un crecimiento de 34,1% en la producción metalúrgica vinculada a este sector; la industria automotriz (33,9%); la construcción (31,3%); y en menor medida, minería (18,6%) y petróleo y gas (17,9%).
Sin embargo, el resultado a nivel del mercado de trabajo es mucho más modesto. En junio el empleo creció 4,9% y acumuló en los primeros seis meses un 2,5%.
Según el último relevamiento del Departamento de Estudios Económicos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (Adimra), en el segundo trimestre del año -restricciones por segunda ola mediante- el 21% de las empresas disminuyó su plantilla de personal, el 28% redujo las horas extras, el 9% «acotó la jornada laboral» y 7% apeló a suspensiones.
Para ser justos, hay que decir también que el 26% mantuvo su plantel y el 53% de las empresas incrementó la nómina respecto del mismo período de 2020. Pero hay que recordar que ése fue el momento más duro de la cuarentena inicial por coronavirus, por lo que se compara con una base muy baja.
Y otra luz amarilla se enciende al consultar sobre la rentabilidad de las empresas. De acuerdo al relevamiento de Adimra, más de la mitad de las empresas declaran una rentabilidad (utilidad antes de impuestos sobre ventas) entre 0 y 10%, un 23% entre 10% y 20% y sólo 6% de los consultados dice tener rentabilidad superior al 20% antes de impuestos.
En este contexto, la rentabilidad durante el primer semestre del año «evidenció un escenario complicado para el 19% de los industriales metalúrgicos que indicaron haber operado a un nivel de rentabilidad negativo», señala Adimra.
Así, no deja de llamar la atención que en una actividad vinculada a los principales motores de la economía, uno de cada cinco empresarios asegure que esté trabajando a pérdida.