15 julio, 2021
El 72 por ciento de los empleadores argentinos asegura tener problemas para cubrir puestos que sus empresas necesitan. Se trata del nivel más alto que se ha registrado los últimos 15 años, incluso por encima del promedio mundial. Si bien es un problema que afecta a todo el mundo, los números indican que la situación en Argentina es un poco más severa, ya que en el planeta ese porcentaje llega a 69 por ciento.
Los datos se extraen de la Encuesta Global de Escasez de Talento, hecha por ManpowerGroup a más de 45.000 personas en 43 países y territorios. Los resultados indican que el mundo laboral está frente al mayor cambio y reasignación de habilidades desde la Segunda Guerra Mundial.
En el grupo de los puestos más difíciles de cubrir se encuentran los de operaciones de logística, tecnología de la información (IT) y data, manufactura y producción, asistentes de oficina y ventas.
Además, las que se conocen como habilidades blandas se han posicionado en un lugar de mayor importancia que anteriormente. Entre las más valoradas están la responsabilidad, la confianza, la disciplina, la colaboración y el trabajo en equipo, la toma de iniciativa, el liderazgo y el pensamiento crítico.
«Estamos viviendo un fenómeno a nivel mundial sumamente complejo que combina un incremento del desempleo y un aumento de la escasez de talento: hay personas que buscan trabajo y no lo encuentran y empresas que requieren recursos con competencias específicas y tampoco los hallan», afirma Luis Guastini, director general de ManpowerGroup Argentina.
Por otra parte, la encuesta muestra que existe una brecha entre los planes de los empleadores y los deseos de los trabajadores. En este contexto, tres de cada cuatro empleadores necesitará que el 50 por ciento de su fuerza laboral esté en el lugar de trabajo la mayor parte del tiempo por el tipo de tareas que lleva a cabo, algo que no todos los empleados están dispuestos a aceptar.
En este punto, consultados específicamente, los empleadores ofrecen tipos de flexibilidad en sus organizaciones:
En el caso de los trabajadores, 8 de cada 10 quieren un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal. A su vez, el 91 por ciento sostiene que conservar su trabajo es su prioridad, excepto quienes se desempeñan en rubros tecnológicos, que generalmente valoran más que nada la flexibilidad.
Por otra parte, las empresas están en plena preparación para la vuelta a la presencialidad (las organizaciones esperan que el 76% de los empleados así lo haga) aduciendo que lo que más les preocupa respecto del teletrabajo es la productividad (31 por ciento), seguido del bienestar del empleado (28 por ciento), de la colaboración (9 por ciento), de la cultura de la empresa (8 por ciento) y de la innovación (3 por ciento).
El ejecutivo concluye: «Tenemos la oportunidad de construir un futuro del trabajo que esté más cerca de lo que sabemos que siempre han querido los trabajadores: más flexibilidad, más virtualidad, más confianza y permitir que las personas combinen mejor el trabajo con la vida personal, a la vez que las organizaciones puedan aprovechar el talento trabajando desde donde sea».