6 septiembre, 2022
Menos cepo: a fin de mes el Gobierno comenzará a flexibilizar las importaciones por sectores
Las restricciones a las importaciones del Banco Central, que terminan el 30 de septiembre, serían prorrogadas por otros tres meses, aunque con flexibilizaciones para algunos sectores y bienes, según anticiparon fuentes oficiales. Los criterios aún están por definirse.
El Gobierno comenzará a flexibilizar las importaciones a partir a fin de mes. El 30 de septiembre tiene plazo de finalización la comunicación A 7532, que planteaba un cupo a las empresas para poder importar, y que generó una ola de fuertes reclamos por parte del sector privado. Según pudo saber este diario de fuentes oficiales, la medida podría prorrogarse por otros tres meses, pero con mayores facilidades para algunos bienes.
Los criterios sobre en qué sectores y en qué insumos se flexibilizarán las importaciones todavía restan definirse. “Depende de cómo le vaya a Sergio Massa en su gira por Estados Unidos”, cuentan fuentes oficiales y cámaras empresarias.
El 27 de junio, última semana de Martín Guzmán al frente del Ministerio de Economía, el Banco Central tomó nuevas medidas para las importaciones. Según comunicaba la entidad de Miguel Pesce, era por un trimestre “para responder a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía”.
Efectivamente, las importaciones récord de energía llegaron a su techo en julio. Luego de ese mes, donde el Banco Central destinó el récord de u$s 2.281 millones para el rubro “combustibles y lubricantes”, en agosto se destinaron casi u$s 900 millones menos, según fuentes oficiales. Agosto cerró con importaciones de energía por debajo de u$s 1.400 millones.
La medida del Banco Central planteaba que para las importaciones de bienes con licencia automática, las empresas podrían acceder al dólar oficial por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más el 5%, o de 2020, más el 70%. Para bienes con licencia no automática, el acceso al mercado de cambios pasó a 180 días del despacho a plaza.
Desde el Gobierno rechazaban hablar de “cepo”: aseguraban que quienes se excedieran debían buscar crédito o financiarse con sus proveedores. Esto es lo que efectivamente ocurrió en algunos sectores que son fuertemente demandantes de divisas, como el automotriz o el electrónico, aunque no sin fuertes reclamos por la dificultad y el costo de financiamiento externo.
La medida fue plasmada en la comunicación A 7532, que planteaba, con finalización para el 30 de septiembre. Según pudo saber este diario, por estas horas la decisión es prorrogarla, pero no sin antes comenzar a flexibilizar las importaciones para algunos sectores y para algunos bienes.
Los criterios de flexibilización todavía no están definidos. Lo que está claro es que comenzarán con insumos clave para que no se frene la producción y por ende la generación de empleo, sobre todo en los casos donde hubo fuertes aumentos en los precios internacionales, que hicieron “exceder” el cupo. También tendrán prioridad insumos necesarios para sectores exportadores. Además, será definido en el trabajo “micro” que viene realizando el secretario de Comercio Exterior, Matías Tombolini, en diálogo con las cámaras empresarias.
Massa reveló que en estos encuentros para “planificar importaciones” se logró un ahorro de divisas de u$s 817 millones. Tras las reuniones de la semana pasada con las automotrices nucleadas en Adefa y las electrónicas agrupadas en Afarte, este mes seguirán las reuniones, tanto con las cámaras, como “uno a uno” con las empresas.
En qué medida se abrirá el grifo dependerá de “cómo le vaya a Massa en Estados Unidos”. El funcionario comienza formalmente este martes su primera gira como ministro de Economía. Allí intentará captar dólares financieros, a través del FMI, BID y Banco Mundial, e inversiones para sectores productivos, como el litio, hidrocarburos y automotriz.
Según la información que comparten entre la Secretaría de Comercio Exterior, Industria y el Banco Central, las restricciones a las importaciones no generaron cierres generalizados de plantas, aunque si paradas durante algunos días. Un empresario contó que su fábrica trabaja al 60%, debido a que su insumo, un derivado del petróleo, tuvo un fuerte aumento de precio, y por eso se excedió del cupo. En ese caso, reveló que no avanzó con suspensiones ni despidos, sino recorte de horas trabajadas.
Uno de los temas que mirará el Gobierno a la hora de flexibilizar son los precios. Según coinciden analistas económicos, uno de los motivos que explicó la histórica inflación de julio (7,4%), además del salto de la brecha y la incertidumbre política, fueron las restricciones a las importaciones. Muchas de las empresas cambiaron el “dólar reposición”: comenzaron a ajustar los precios de los bienes importados a un tipo de cambio más cercano al MEP (hoy en $275) que al mayorista ($140).
*EE/AF