1 septiembre, 2021
Cabandié se desentendió de los incendios en el Delta: “Los recursos son de las provincias”, dijo.
También llamó a “reflexionar sobre lo que hacemos cada uno”. El Ministro de Ambiente se desentiende así de los incendios provocados por el agronegocio, la especulación inmobiliaria. Mientras, la Ley de humedales sigue cajoneada.
El ministro de Ambiente habló en el programa La inmensa minoría, conducido por Reynaldo Sietecase en Radio Con Vos y, como viene siendo costumbre, dejó definiciones insólitas. Si en la entrevista en el programa Fuego Amigo había señalado sin sonrojarse que “conseguir dólares para el vencimiento de deuda 17 000 millones de dólares del año que viene no se puede hacer sin contaminar”, esta vez, consultado por los incendios en Entre Ríos, dijo que “siempre hay que recordar que, como dice la constitución, los recursos son de las provincias”. Se desentendiende así de la responsabilidad del gobierno nacional y de su fuerza política (Frente de Todos). “Las provincias tienen que tener y coordinar los recursos para el combate al fuego”, prosiguió.
La superficie devastada por incendios reportados en el país entre el 1 de enero y el 8 de agosto de este año fue de 135.162 hectáreas.
Se sabe que los incendios fueron provocados. Como en reiteradas oportunidades, se apunta contra los productores agroganaderos como responsables de los focos que originan los incendios de grandes magnitudes. Las quemas se realizan con el fin de obtener rebrote como forraje para el ganado.
Además de generar graves daños al ecosistema, a la biodiversidad y de contribuir con gases de efecto invernadero en la atmósfera, los incendios afectan la salud. En un estudio realizado por la Universidad Nacional de Rosario se demostró que ante el fuego en las islas del Delta del Paraná, los valores de contaminación en el aire superan más de 5 a 6 veces lo admitido por ley.
El clima seco, la bajante extraordinaria del río Paraná, sumado a los efectos del cambio climático empeoran la situación.
“El estado nacional está presente”, dijo Cabandié, refiriéndose a los brigadistas forestales y bomberos que trabajan en la zona tratando de apagar los nuevos focos.
Pero los incendios son recurrentes: durante el año pasado fueron provocados ilegalmente por el agronegocio alrededor de 11 mil focos de incendios, desde enero a septiembre se quemaron 328.995 hectáreas, lo que representa aproximadamente el 14% del territorio del Plan Integral Estratégico para la Conservación y Aprovechamiento Sostenible en el Delta del Río Paraná (PIECASDP). Un verdadero ecocidio.
Los comentarios en las redes no se hicieron esperara: «Sietecase le pregunta Juan Cabandie si va a haber castigo a los responsables de los incendios de los humedales y la respuesta es que él ‘se hace la misma pregunta’. Yo no puedo creer. Es el Ministro del Agronegocio, directamente. Pero ni lo oculta», comentaba un @guadaoliverio, por ejemplo, representando la reflexión d euna gran mayoría de ciudadanos.
Más allá de la preocupación oficial, sin embargo, no se encontraron autores materiales, ni imputados, ante lo cual el Ministro culpa a la justicia y dice que su tarea desde el ejecutivo es “apagar los incendios”. Algo similar a lo sucedido en la comarca andina, donde aún la gente deambula tratando de rehacer sus vidas y sus producciones, con casi la certeza de que en varios de los focos se trató de incendios intencionales. Sospechas que incluso estarían avamzamdo en la justicia.
Dicen que hace 10 años los Passaglia provocaron incendios tan grandes que el humo llegó hasta CABA. Ismael Passaglia es un histórico intendente de San Nicolás, exDiputado y Ministro de salud del exGobernador Felipe Solá. Ismael es padre del actual intendente Manuel Passaglia (PJ, Frente para la Victoria y ahora Juntos por el Cambio) y del legislador Santiago Passaglia, quien posee 877 hectáreas que fueron quemadas en una isla frente a la costa de San Nicolás.
Aunque parezca increíble, Manuel Passaglia realizó una denuncia ante el Ministerio Público Fiscal solicitando el fin de los incendios.
Ante este accionar delictivo por parte del agronegocio, Juan Cabandie dijo algo también insólito: “Hay que cambiar el chip […] no alcanza con el Estado y la justicia”. E intentó una justificación diciendo que “cuando el Estado tiene iniciativas, me han amenazado hasta de muerte. Se te tira el sector productivo y después nadie te defiende”. Cómo si cada ciudadano fuera responsable por igual frente a incendios claramente promovidos por sectores interesados y concentrados ligados al agronegocio, el Estado y el gobierno no habilitara su accionar, cajoneando por ejemplo la Ley de Humedales en el Congreso.
Ante la inacción y la complicidad de los gobiernos, la importancia de la movilización es cada vez mayor.
“Es un diálogo y conversación que tenemos que tener entre todos los actores que somos parte de la sociedad. La mirada holística nos llama a todos a reflexionar sobre lo que hacemos cada uno. […] No hay que dejar de pensar en lo que hacemos cada uno”, dijo, continuando con la idea de que la salida a los delitos contra el medioambiente por parte de poderosos fuera responsabilidad de la población, ante la escucha azorada del conductor.
Y prosiguió señalando que “Nos tiene que llamar a la reflexión, porque si seguimos viviendo como hasta ahora, no vamos a poder hacer uso de esos servicios ecosistémicos. Vamos a entrar en el colapso ambiental, que es algo que determina la ciencia, y de lo que no estamos muy lejos…”. Una verdadera provocación viniendo de un Ministro de un gobierno que acaba de destinar mil millones de dólares de la ANSES a promover la extracción de hidrocarburos mediante fracking en vaca muerta.
Desde hace décadas, comerciantes, muchas veces ligados al poder, se están apropiando de las tierras del delta y humedales para el agronegocio y la especulación inmobiliaria. Este tipo de negocios vienen acumulando ganancias multimillonarias, a costa de la degradación de los suelos, la contaminación con agrotóxicos, la pérdida de la biodiversidad y las contribuciones a la humanidad que proveen estos ecosistemas. Todo con la complicidad de los gobiernos nacionales y provinciales de turno, no hay grieta.
Sobre las declaraciones, Natalia Gomiz, Doctora en Biología y precandidata a concejal por el FIT-U en Tigre señaló que “si bien el gobierno nacional decretó la Emergencia Ambiental y declaró al Delta del Paraná como zona de protección ambiental, esto no ha tenido incidencia y la quema y el ecocidio sigue. El ministro Juan Cabandié y las gobernaciones provinciales son responsables por su inacción y complicidad con los grandes empresarios agropecuarios.”
Desde el Frente de Izquierda Unidad afirmaron que «es urgente, ante la crisis ambiental global y la voracidad del sistema capitalista, organizarse para luchar en defensa de los ecosistemas y la salud. Nuestra salud y el medio ambiente valen más que la ganancia de los capitalistas”, apuntando directamente a intereses inmobiliarios en el problema de fondo.