13 diciembre, 2022
Economía cree que superará el último gran test del año, mientras los analistas ven dificultades para emitir bonos que tengan plazos que se extiendan después de las elecciones.
Massa juega su propio partido: afronta esta semana pagos por $ 400.000 millones y tiene fe que podrá refinanciar
Sergio Massa buscará sortear este miércoles uno de los frentes que mantiene en alerta al sector financiero. El Ministerio de Economía afrontará vencimientos por $ 390.000 millones en la última colocación grande de bonos del año y tratará de conseguir los fondos que le permitan cubrir el déficit en las cuentas públicas en diciembre, una meta desafiante por las mayores exigencias fiscales y las crecientes dificultades para emitir deuda de cara al 2024.
En Economía creen que no habrá problemas para cerrar el programa financiero de 2022, ya que después de los pagos de esta semana solo queda un remanente aproximado de $ 40.000 millones. “Venimos bien, vamos a cerrar bien el año”, confiaron en el Palacio de Hacienda. Allí, sin embargo, también conviven señales de inquietud, desde que el sector privado comenzó a prestarle menos pesos en los últimos meses y se recalentaron los dólares paralelos.
Pese a la suba de tasas y el acortamiento de los plazos de la deuda, las últimas licitaciones mostraron una mayor desconfianza del mercado. A fines del mes pasado, se renovó solo un 83% del total de los compromisos que vencían esa semana y la subasta arrojó así el resultado más pobre desde abril pasado, por lo que el Tesoro finalizó noviembre con una tasa de refinanciación inferior al 100% y muy por debajo del 130% previsto en el acuerdo con el FMI.
“El panorama luce desafiante, dado que el mercado se encuentra reticente a incrementar su riesgo en deuda en pesos sumado a que este mes hay mayores necesidades de caja para empresas y, dado el costo de los créditos, reducir inversiones parece mejor opción. Probablemente ayude el dólar soja, pero otra parte de los pesos es probable que sea emitida, lo que genera problemas en el verano“, dijo Sebastián Menescaldi, director adjunto de EcoGo.
En vista del cambio de escenario, el equipo de Massa intensificó en las últimas semanas los contactos con bancos y Fondos Comunes de Inversión (FCI). Los encuentros revelados por Clarín apuntaron a calibrar la oferta de títulos con las necesidades de los inversores -quienes alimentan el rumor de un bono en dólares- y monitorear los fondos de liquidez inmediata, donde en las últimas dos semanas se registraron flujos negativos, según fuentes de la industria.
El programa negociado con Washington se propone reducir el déficit fiscal al 2,5% del PBI en 2022 mediante el ajuste del gasto puesto en marcha y el incremento de recursos aportados por el nuevo dólar soja. El rojo se vería limitado además por la falta de pesos para financiarlo, lo que plantea el interrogante de cómo hará gobierno para cubrir el déficit en diciembre, de cara a una licitación con vencimientos en su mayoría en manos privadas.
El Tesoro se vio obligado a acortar los plazos de colocación (de 8,3 meses en septiembre a menos de 4 en noviembre, excluyendo los bonos que integran encajes bancarios) y evitó la utilización de instrumentos ajustables por inflación para no convalidar las elevadas tasas reales del mercado secundario, aunque convalidó mayores rendimientos en tasa fija, en la última subasta de hasta el 118% (tasa efectiva anual), según un informe de Ecolatina.
“El vencimiento de este miércoles es mucho más grande y casi todo privado, te van a ayudar un poco los pesos del plan soja, pero no lo suficiente“, señaló Pedro Siaba Serrate, de PPI. “El mercado está mirando si el gobierno puede hacer una colocación exitosa, esto es emitir deuda al 2024 y acá tenés dos problemas: convalidar una tasa CER + 10 puntos y si va a encontrar demanda en ese nivel”, dijo Paula Gándara, de la administradora de fondos AdCap.
Tampoco se descarta el uso de recursos alternativos, lo que implicaría volcar más pesos a la economía en momentos que Massa apunta a cerrar el año con una baja sensible de una inflación, que apunta al 100% anual. “En este sentido, podría utilizar parte de sus depósitos en el BCRA, vender DEGs, vender dólares recibidos del BID o invitar provincias y/o municipios a incrementar su participación en las licitaciones”, señaló un informe de Ecolatina.
Diciembre, por otra parte, es un mes en el que las empresas se corren del mercado de deuda para cubrir el pago de aguinaldos. El gobierno contaba con esa canilla para hacerse de pesos. En ese marco, los operadores creen que Massa buscará recursos de las “cajas” de municipios, provincias, organismos públicos y algunos bancos. Pero advierten que a fines de enero debería cerrar un acuerdo que evite un evento disruptivo en las elecciones.
*EC/DR