20 marzo, 2021
Por Trivia Demir
Se podría decir sin margen a error que nunca antes las cosas estuvieron peor en el peronismo gobernante. Pero como decía el generalísimo, «Gobernar es fácil, lo difícil es conducir…»
La semana concluye con un desastre económico, ecológico, media comarca llorando desconsoladamente incendios devastadores y hechos investigados por la justicia por focos encendidos casi en simultáneo y demasiado sintomáticos para ser accidentales.
A la par un ataque al propio Presidente precisamente en territorio donde la sublevación kirchnerista es notable por encontrarse casi fuera de toda gestión.
Es así que se pautó que el peronismo chubutense mantendrá la división, pero el presidente de la Cámara de Diputados pidió ‘juego limpio’.
Fue tras recibir esta semana al gobernador de Chubut, Mariano Arcioni, para tratar de dar por cerrada la polémica con el kirchnerismo surgida tras el ataque a piedrazos contra la combi de Alberto Fernández en Lago Puelo.
Una situación que dejó expuesta la enorme interna que subyace en las alianzas gobernantes tanto nacional como provincial.
Como se sabe, el presidente de la Cámara de Diputados es el jefe político del mandatario chubutense, y tuvo que intervenir para calmar una pelea que amenazaba con dañar la alianza que él y su sector mantienen con Máximo Kirchner.
Es que en el gobierno de Arcioni, después de verse acusados por el sector k, apuntaron contra el diputado nacional Santiago Igón y el intendente de Lago Puelo, Augusto Sánchez, ambos de La Cámpora como los mentores de los cambio de itinerario que condujeron a Alberto Fernández directamente a una emboscada de manifestantes, en el momento en que el mandatario viajó desprovistamente a la zona afectada por los incendios hace exactamente una semana.
Después del papelón donde un puñado de personas le cortó el paso a la trafic presidencial y unos cuantos presuntos ‘infiltrados’ arrojaron piedras y rompieron un vidrio del móvil, dejando en evidencia la precariedad de la custodia y la improvisación de la visita, el Pj provincial le tiró la responsabilidad a las fuerzas de Seguridad de Chubut, pese a ser bien sabido que se trata de competencias propia de la seguridad exclusiva de Presidencia.
La refriega erosionó un poco más la ya golpeada imagen presidencial dejando la sensación otra vez de ‘novatismo’, una machacada crítica de los sectores más progres de la alianza gobernante.
Con el hecho aprovecharon a tratar de ‘limar’ las aspiraciones de Massoni que ya se lanzó como candidato legislativo por el oficialismo chubutense. Un factor que no estaba en la consideración de quienes buscan competir por el PJ Chubut.
En ese marco, el superministro de Seguridad de Chubut, Federico Massoni, acusó el golpe al mentón. Quedó expuesto a nivel nacional por el bochornoso riesgo corrido por el Presidente y encima señalado directamente. Ante esto fue a fondo y redobló la defensa con ataque y en una conferencia de prensa los acusó de ser responsables del ataque a Alberto. «Lo usaron como carnada para sus objetivos personales y electorales», disparó.
Esos dichos provocaron una inmediata reacción de Wado De Pedro, el jefe político de Igón. El ministro del Interior le apuntó directo a Arcioni: «En lugar de reconocer su responsabilidad en los hechos de violencia contra la comitiva presidencial, el gobernador elige atacar al intendente de Lago Puelo, que está trabajando junto al Presidente para asistir a la comunidad».
Así las cosas, la situación generada sea por quien sea (ya no se sabe si los infiltrados y los incendiarios responden a la política, la antiminería, la RAM o los intereses inmobiliarios) se fue desmadrando al punto de amagar con llevárselos ‘a todos puestos’.
Con media comarca andina llorando pérdidas, tres muertos, 500 casas consumida por el fuego, emprendimientos turísticos y productivos borrados del mapa, y valiosísimos recursos naturales y paisajísticos perdidos, el humor social no está para internas. Y si hay algo que hasta el más principiante en política conoce, es el olor a límite.
Por eso, en la reunión con Arcioni, Massa fue muy duro con el ministro Massoni y le recriminó las declaraciones contra otros dirigentes del peronismo. «Si quiere hacer política que sea candidato», le dijo al gobernador. De todos modos, ambos acordaron que el funcionario por ahora continuará en su cargo, seguramente con un perfil más bajo.
Además de dejar en claro su enojo con la polémica, Massa acordó con Arcioni que podrá mantener su independencia dentro del Frente de Todos y en las legislativas irá con lista propia, mientras que el peronismo y el kirchnerismo seguirán por su lado.
Lo que el tigrense le dejó claro a Arcioni es que esa división tiene que ser con reglas de juego claras, y que no puede pasar lo de esta semana. En resumen, le pidió que haya juego limpio y basta de golpes por debajo del cinturón.
Lo que se debería entender como ´sumisión y valor´ considerando el nivel de confrontación y chicanas, que mantiene el peronismo provincial.
A favor del chubutense en el oficialismo admiten que fue un error de Alberto aceptar que La Cámpora organizara su recorrida, y no invitaran a Arcioni ni sus ministros. «Eso fue mucho», reconocen.
Por ahora hay una declaración de «paz armada» con intervención de un mediador experto en ‘avenidas del medio’. El pacto sería que cada uno ‘ate a sus fieras’ y mantenga el perímetro. La gran incógnita es si eso podrá sostenerse mucho tiempo en el marco de la jauría provinciana. Habrá que ver…