4 agosto, 2022
El Senado sacó del cajón el acuerdo firmado en diciembre. Le dará al ministro más herramientas para negociar el presupuesto.
A pocas horas de la asunción de Sergio Massa como ministro de Economía, la comisión de presupuesto del Senado dictaminó el consenso fiscal firmado entre la Nación y las provincias el 27 de diciembre, que el presidente incluyó en el temario de sesiones extraordinarias para febrero pero nunca se trató.
El apuro fue por una gestión de Massa, que ya había hablado de la urgencia de esta ley con el ministro del Interior Eduardo «Wado» De Pedro, a cargo de la negociación con las provincias.
La encargada de estas negociaciones hasta hace un mes era Silvina Batakis, antes de su fugaz paso por el Ministerio de Economía. Se peleó con algunos gobernadores porque le pedían plata y tenían superávit.
Massa y Wado hablaron de apurar el consenso fiscal hace dos semanas y al flamante ministro cree que le servirá para gestionar los votos del presupuesto 2023, que deberá presentar el 15 de septiembre en la Cámara de Diputados.
Esto es así porque hay un compromiso de restringir los gastos en las provincias y les impide exigir subsidios para servicios locales como el transporte, uno de los reclamos de los mandatarios, que lo repitieron en la reunión que tuvieron la semana pasada con Alberto Fernández.
Será una de las primeras negociaciones de Massa, quien además es cercano al ministro de Transporte Alexis Guerrera, encargado del reparto de subsidios, y que ante la presión de los gobernadores reclamó que sea el Congreso el que define un criterio de reparto de los subsidios.
Hubo proyectos presentados en ambas Cámaras, pero no se alcanzó un consenso, aunque sí lo hubo para pedir un incremento de los fondos. El debate volverá con el presupuesto y es por eso que Massa detuvo la fusión de Transporte con Obras Públicas.
El consenso fiscal es la herramienta que tendrán los ministros para negociar. La versión original fue firmada en 2017 entre Mauricio Macri y los gobernadores, que se comprometieron a respetar topes en impuestos locales (como ingresos brutos y sellos) y a desistir de los juicios al Estado. Consiguieron a cambio ratificar el incremento de la coparticipación que había determinado un fallo de la Corte Suprema.
El consenso fiscal restringe los subsidios a las provincias y las obliga a controlar el gasto. Se firmó en diciembre, pero recién se trató en el Senado antes de la asunción de Massa, que lo necesita para negociar el presupuesto.
Ni bien asumió en 2019 Alberto Fernández cedió a la presión de los gobernadores y firmó una adenda para aumentar las alícuotas máximas de ingresos brutos, que renovó dos años seguidos. En diciembre, se volvieron a retocar y se liberaron las de la industria del juego.
Pero se sumaron restricciones fiscales para que el gasto de las provincias no pueda crecer por encima del PBI y la prohibición de endeudarse para costos corrientes. Sólo con la ley aprobada en el Congreso, Massa lo podrá exigir a las provincias que reduzcan sus gastos antes de pedir fondos extras.
San Luis y La Pampa son las únicas provincias que no adhirieron al pacto fiscal 2017, pero sus legisladores no complican la votación en el recinto. Horacio Rodríguez Larreta se salió del consenso desde 2020, a partir de la pelea con la Nación por los fondos de la coparticipación.
En Juntos por el Cambio hubo legisladores que no aceptaron la flexibilización de ingresos brutos, pero fue avalada por los gobernadores radicales de Mendoza, Jujuy y Corrientes, con votos suficientes para asegurar mayoría en las dos Cámaras.
Sin embargo, en estos meses el consenso aún no fue ratificado por el Congreso y aparecieron reclamos de las provincias que amenazan con trabar el presupuesto 2023, como las de un aumento de los subsidios al transporte de las provincias.
Durante el debate en comisión, el senador radical Víctor Zimermann advirtió que el consenso puede haber «alguna limitación para las transferencias a las provincias por financiamiento» y pidió la opinión de Massa.
El presidente de la Comisión de Presupuesto Ricardo Guerra la había convocado para las 18 horas, pero se anticipó para que los senadores pudieran asistir a la asunción de Massa, a quien varios oficialistas cercanos a Cristina Kirchner fueron a aplaudir a la sesión de su renuncia.
«Tenemos un sistema que algunos dicen que es injusto, pero es importante que nosotros ratifiquemos el Consenso, porque esto respalda la acción del presidente de la Nación con los gobernadores y hace certero el sistema de recaudación del país», celebró el dictamen del jefe del oficialismo en el Senado José Mayans. La próxima semana se aprobará en el recinto.
*LPO/NA