P:-¿Cómo definiría la figura de Martín Miguel de Güemes?
-Fue un héroe nacional, un mártir sudamericano. Un hombre que construyó la patria en un galope heroico de 36 años. Fue un militar de carrera y dio su vida por la patria. Es el único general de la Independencia que muere porun operativo comando de los realistas aprovechando que había una división profunda en el Norte.
-¿Cómo es ser su descendiente en pleno siglo XXI?
-Es un gran orgullo. Mi tatarabuelo fue el segundo hijo del general Güemes. es decir que soy su chozno. Me interesó la historia, la he vivido en mi familia a través de la tradición que fue muy fuerte. Mi maestro fue el Ddctor Luis Güemes que era bisnieto del prócer. Me dediqué desde muy joven a estudiar y difundir la figura de mi ancestro. Desde mi óptica, Güemes es una necesidad para nuestra patria. Es una voluntad de Patria que en este tiempo necesitamos. Pero yo considero que todo argentino y todo sudamericano debería estar orgulloso de ser descendiente de Güemes.
-¿Cuáles son los planes de conmemoración del bicentenario del prócer?
-En realidad venimos trabajando desde 2008, cuando se conformó la Comisión del Bicentenario, y hemos logrado cosas como que se declare feriado al 17 de junio, la película que hizo en canal Encuentro, la reedición de la «Historia del General Güemes», de Bernardo Frías, que tiene seis tomos y la creación del Museo del prócer acá en Salta.
Para esta semana pensábamos hacer un gran desfile gaucho que no va a ser posible porque tenemos que cuidarnos. Pero el recordatorio de Güemes va a continuar hasta 2022 ya que consideramos que el encuentro en Guayaquil de San Martín y Bolívar es consecuencia directa de la muerte de Martín Miguel, que era quien frenaba a los realistas en el Norte.
La Guerra de guerrillas escenificada en el Museo Güemes.
Esta semana estrenamos a nivel provincial una serie de televisión de cuatro capítulos que se hizo íntegramente en Salta y seguimos dando conferencias virtuales (y cuando se pueda presenciales) en el país y el exterior. También impulsamos que el peso argentino tenga la imagen de Güemes y que el cebil colorado -un árbol autóctono salteño que cobijó al general en su muerte- sea declarado árbol histórico de la provincia y se plante en todo el país.
-Sin embargo, algunos historiadores como Bartolomé Mitre o José María Paz en sus “Memorias” minimizaron el aporte del salteño para la independencia nacional.
-Curiosamente Mitre nació en el mismo mes y en el mismo año en que murió Güemes. Pero escribe desde un horizonte cultural y geopolítico que indudablemente es de Patria chica. No tiene el horizonte de la Patria Grande. Quiere construir el país desde Buenos Aires de una forma cosmopolita y exógena y esa perspectiva fue defendida por la academia que él construye. Con el tiempo ha habido variaciones en esta postura y le escribió a mi bisabuelo Martín Miguel, el nieto mayor del general: “Ya vendrán horas de reparación y de justicia para los que con su ilustre antepasado nos dieron una patria libre e independiente”. Mitre minimiza a Güemes en la historia de Belgrano, peor en la de San Martín lo pone como defensor de la frontera norte.
-¿Cuál es la vigencia que tiene la figura de Martín MIguel de Güemes a 200 años de su muerte?
-El país necesita reivindicar la figura de Güemes. Porque se necesita la voluntad de Patria, que no es patrioterismo, no es cuadrarnos y cantar el himno. Es participación construyendo, pensando en el otro. Nuestra Patria tiene derecho a ser lo que los próceres pensaron. Ellos tuvieron un concepto de Patria Grande y no Patria chica. Güemes gobernaba sobre el Océano Pacífico. Por eso defendía tanto el Atlántico como el Pacífico ya que su visión del territorio abarcaba el Alto Perú y el Norte de Chile. Su pensamiento es para estos días. Güemes está galopando al lado nuestro y en esa conciencia histórica de trabajar por la Patria está la posibilidad de los argentinos de salvarnos juntos.
Otra postal del museo que logró armar en Salta la Comisión del Bicentenario del prócer.
-¿Qué papel jugaba Güemes en el plan de José de San Martín para la libertad de América?
-No hay posibilidad de entender a Güemes sin San Martín, ni a San Martín sin Güemes. El Libertador proponía un juego de pinzas que era avanzar por el Alto Perú y llegar a Lima, tanto por el Pacífico como por el Alto Perú. Para esto último necesitaba tanto a Belgrano como a Güemes. Pero Belgrano murió en 1820 y Güemes, en 1821. Belgrano, a causa de la anarquía que se produjo en Buenos Aires y el Litoral, la lucha entre los distintos federalismos y el centralismo porteño. Mientras Güemes seguía peleando y pidiéndoles que por favor hicieran el último esfuerzo para poder avanzar sobre el Alto Perú para ayudar a San Martín. Pero murió al año siguiente. Poco antes de su deceso, le escribió a San Martín: “Estamos en andrajos pero ya tengo dos mil hombres preparados para marchar hasta el Alto Perú con el lema: “Morir por la Patria es gloria””.
«La tierra en armas», de Leopoldo Torres Nilsson. Alfredo Alcón es Güemes y Mercedes Sosa, Juana Azurduy.
-Al promover la integración latinoamericana y también por la búsqueda de la inclusión de los gauchos, se podría plantear un paralelismo entre Güemes y Juan Domingo Perón. Incluso su legislación en favor de los hombres de campo podría ser un antecedente del Estatuto del Peón de Campo.
-Sí. El sistema político que él instauró de un estatuto militar para los gauchos fue una decisión de que bajo la bandera de la patria se pudiera dar la redención social. Su ideario fue innovador y se nutrió del espíritu de la tierra; por eso Raúl Scalabrini Ortiz lo relacionó con la gesta del 17 de Octubre. El poeta y político Joaquín Castellanos, para el centenario de Güemes, pensó en establecer una ley de protección a los aborígenes y a los gauchos.
En 1944, Arturo Jauretche conversó con Luis Güemes y éste le señaló que era importante crear un estatuto del peón a inspiración de lo que hizo Martín Miguel de Güemes. Jauretche se lo llevó a Perón quien concretó el Estatuto del Peón de Campo, que es la única ley que no habían pensado los socialistas.