13 julio, 2021
Por Trivia Demir
Este martes 13 fue uno de esos días salidos del tiempo para la política, que contrarreloj buscó definir las ofertas electorales, cáscaras que contendrán luego las listas de nombres que le ofrecerá a la ciudadanía que irá a las urnas en septiembre y en noviembre de este año respectivamente para renovar bancas de legisladores nacionales. Es que este miércoles precisamente vence el plazo para la presentación ante la Justicia electoral de las coaliciones políticas que competirán en las PASO y en los comicios generales Legislativos, paso previo para anticipar el cierre de las listas de candidatos del próximo 24 de julio, que marcará el inicio formal de la campaña.
Por lo que este ‘a-liarse’ en la mayoría de los aquelarres partidarios terminó derivando en verdaderos líos por acción u omisión, más allá que lo real real que marca el academicismo que da sentido a las palabras desde lo formal, insista en que se trata de una acción para unirse.
Así, en tiempo de descuento, las principales coaliciones definen sus respectivas estrategias y alianzas. Por supuesto aparecen nuevos frentes, rupturas, listas únicas y acuerdos frustrados como parte del ecléctico panorama. Sobre todo en provincias como Chubut, con escaso peso electoral nacional, pero que increíblemente friccionan como si se tratara de la determinación absoluta de la renovación de bancas en el Congreso Nacional. Precisamente porque tal vez la importancia de la definición Legislativa en términos de proceso eleccionario y de definición de tendencia de preferencias dirigenciales, sea la antesala definitiva a lo que se suele replicar en las urnas para las Generales por la Gobernación un par de años después.
Chubut es una de las provincias que renovarán sus tres bancas en la Cámara de Senadores -dos por la fuerza con más votos y una por la segunda-, situación similar que tienen Catamarca, Córdoba, Corrientes, La Pampa, Mendoza, Santa Fe y Tucumán. La obsesión del Frente de Todos es mantener las tres bancas de senadores que se renuevan, que son las de Mario Pais, Nancy González y Alfredo Luenzo, quienes hoy están encolumnados con la conducción de Alberto Fernández y Cristina Kirchner
Mientras que para la Cámara de Diputados Chubut tiene que renovar dos bancas, como Formosa, La Rioja, Río Negro y Tierra del Fuego. En el recambio finalizan mandato Gustavo Menna (UCR) y Rosa Muñoz (FdT).
En este escenario, las principales fuerzas políticas de Chubut optaron definitivamente por conformar alianzas. Tanto el Partido Justicialista, el partido gobernante Chubut Somos Todos como la UCR habilitaron a sus respectivas conducciones a celebrar acuerdos.
El justicialismo anunció tras idas y vueltas la conformación del Frente de Todos con el «Partido para la Victoria» y el «Partido Socialista Auténtico» con la posibilidad de sumar al «Partido de la Cultura, la Educación y el Trabajo» (del sindicato de Camioneros).
Hasta ahora quien anunció formalmente su candidatura a senador nacional fue el exintendente de Comodoro Rivadavia y excandidato a gobernador Carlos Linares. Pero suenan fuerte y claro los nombres de Julián Leúnda, Ricardo Sastre y varias mujeres, como Nancy González con ganas de repetir.
Mientras que Chubut Somos Todos (ChuSoTo) concretaría alianza con el partido Independiente de Chubut ( Pich )a la espera de definiciones de la JE sobre situación del Partido Acción Chubtense (PACH). El frente se definiría con un nuevo nombre que sería «Reconstruyendo Chubut» o quedaría el nombre clásico que se usaba hasta ahora «Chubut al frente». Mientras que los candidatos más firme que evidencia son los ministros de Salud Fabián Puratich y Federico Massoni como cabeza de fórmulas para Senador y Diputado, con una terna amplia de mujeres que completarían listas.
La UCR por su parte anunció que cerrará acuerdos con los partidos Propuesta Republicana (PRO) y el Polo Social para conformar nuevamente la alianza «Juntos por el Cambio».
En el radicalismo ya anunció su candidatura al senado el extitular de la Unidad de Investigación del Atentado a la AMIA, Mario Cimadevilla, aunque no cuenta con el apoyo de la cúpula partidaria, que espera la decisión del diputado nacional Gustavo Menna, por lo que no se descarta una interna.
Así las cosas, la realidad de la milanesa es que las elecciones legislativas de noviembre definirán cómo quedará la nueva composición del Congreso con la renovación de un tercio del Senado y la mitad de la Cámara de Diputados, donde el Frente de Todos mira de cerca la posibilidad de alcanzar la mayoría propia y darle mayor margen de maniobra al Gobierno.
En la Cámara baja se renuevan 127 de las 257 bancas que integran el pleno. La provincia de Buenos Aires elige 35 legisladores y la Ciudad de Buenos Aires 13, mientras que Córdoba y Santa Fe definen nueve cada una.
Por Mendoza, al igual que por Entre Ríos, ingresarán cinco diputados; Chaco y Tucumán elegirán cuatro cada una; San Luis, San Juan, Salta, Jujuy, Corrientes, Misiones, Neuquén, Catamarca, Santiago del Estero, Santa Cruz y La Pampa renovarán tres por cada distrito y La Rioja, Río Negro, Chubut, Tierra del Fuego y Formosa, dos.
En ese contexto, el bloque oficialista que encabeza Máximo Kirchner pone en juego 51 de las 119 bancas que tiene actualmente y que dejan al Gobierno a solo 10 votos de tener la mayoría de 129. Alcanzar ese número le evitaría tener que negociar, como hasta ahora, con los bloques provinciales más chicos y -cuando es posible- con Juntos por el Cambio.
Con 129 votos, el oficialismo tendría quórum para abrir una sesión sin la presencia de sectores opositores y podría destrabar algunos de los proyectos más controversiales impulsados por el kirchnerismo, como la reforma de la Procuración General.
Al concluir este año los mandatos de diputados que iniciaron en 2017, cuando Juntos por el Cambio era oficialismo y se impuso en buena parte del país, la principal bancada opositora arriesga más bancas que la oficialista: 60 de sus 115. El objetivo de mínima por parte la oposición es retener la mayor parte posible de esos escaños para impedir que el Frente de Todos alcance los 129.
Mientras que la Cámara de Senadores, el Frente de Todos y sus aliados, que hoy detentan la mayoría en la Cámara alta, pondrán en juego 15 de sus 43 bancas. Dentro de este espacio, se les vence el mandato a Anabel Fernández Sagasti, María de los Ángeles Sacnun, Carlos Caserio, Dalmacio Mera, Alfredo Luenzo, Carlos Espínola, José Alperovich (de licencia por una denuncia de acoso sexual) y Beatriz Mirkin, entre otros.
En tanto, Juntos por el Cambio y sus aliados, renovarán 9 de sus 29 bancas. Los principales nombres que deberán dejar o intentar renovar sus bancas son Laura Rodríguez Machado, Pedro Braillard Poccard, Juan Carlos Marino, Julio Cobos, Alejandra Vucasovich (reemplazante del fallecido Carlos Reutemann) y Silvia Elías de Pérez.
En fin,…así las cosas con la definición de parte del cronograma electoral, todo indicaría que la cantinela de campaña y acelere de anuncios de gestión, coincidentemente con el afloje de la pandemia, será entonada y larga hasta fin de año. Aunque como decía Walt Whitman, “A mi juicio, el mejor gobierno es el que deja a la gente más tiempo en paz”. Habrá que ver…