20 diciembre, 2023
La movimientos sociales se movilizarán a partir de las 16 desde Congreso y llamaron a sumarse a todas las organizaciones que quieran «luchar contra el ajuste y contra la represión». Bullrich decidida a impedir las protestas, pero provincia de Buenos Aires habilita los reclamos.
Unidad Piquetera (UP) marchará a Plaza de Mayo contra las medidas de ajuste anunciadas por el Gobierno del presidente, Javier Milei, y en rechazo del protocolo antipiquetes que anunció la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
La movilización desde el Congreso a Plaza de Mayo se realizará a partir de las 16 y se dará en el marco del aniversario del estallido social de diciembre de 2001.
Otra vez la calle será el ámbito para el duelo eterno de poder entre Nación-Provincia, donde el manejo territorial es concreto y le enrostra a las autoridades nacionales la entelequia del supragobierno cuyo piso y techo terminan siendo los estados subnacionales. «El Gobierno nacional no tiene territorio sino es el de las Provincias y ciudades, por lo cuál debe escuchar la voz de la gente y tomar nota», advirtió un intelectual bonaerense que no coincide con impedir las protestas, aunque acepta el ordenamiento respecto al corte de rutas y arterias.
En los barrios cayeron muy mal las primeras medidas nacionales que impactaron de plano en el bolsillo de la gente, que de hecho venía sobrepasada por los años anteriores de inflación e improvisación. «La gente que votó a Milei votó un cambio, pero otra vez lo primero que hacen es cargar en el pueblo el ajuste», reclamó un dirigente barrial bonaerense, quien insistió en que la única manera de expresar que «ese no es el camino», es saliendo a la calle, «antes que el error sea mayor», reflexionó. «Si dejamos hacer cualquier cosa otra vez habremos dado un cheque en blanco», sentenció el veterano dirigente.
“Hay compañeros en los comedores populares que comen una vez al día. Hace un mes y medio que no reciben comida”, indicó el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, en diálogo con Radio Colonia durante la previa de la marcha.
“Esta es la primera movilización, no los vamos a dejar ajustar. Seremos miles de trabajadores. Lo de Caputo es un golpe a los trabajadores”, ahondó.
A su vez, el dirigente piquetero sostuvo que los canales de comunicación con el secretario de Familia y Niñez, Pablo De la Torre, están cerrados. “Nunca pude hablar con De la Torre y le pedimos una reunión específicamente y urgente frente a esta situación”, explicó Belliboni.
Las organizaciones sociales confirmaron este martes que se movilizarán a pesar de la implementación del protocolo antipiquetes dispuesto por la ministra de Seguridad y las advertencias de la titular de la cartera de Capital Humano, Sandra Pettovello, quien anunció que le quitará los planes sociales a las personas que asistan a las marchas y corten las calles.
Por su parte, el dirigente ferroviario y referente del Frente de Izquierda y de Trabajadores – Unidad (FIT-U), Rubén «Pollo» Sobrero, manifestó en conferencia de prensa que la de mañana es una marcha “crucial” para la sociedad.
Mientras el gobierno nacional intenta poner un contenedor a la protestas que se avecinan por las medidas que comienza a imponer, el gobierno territorial de la provincia de Buenos Aires, bastión principal del PJ, habilita las manifestaciones públicas. De hecho, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, descartó que vayan a aplicar el protocolo antipiquete anunciado la semana pasada por la titular de Seguridad, Patricia Bullrich.
Sus declaraciones se dan preciamente en la previa de la marcha de organizaciones sociales que harán este miércoles en rechazo al plan de ajuste del gasto público. “A nosotros no nos han solicitado que apliquemos el protocolo, no vamos a aplicar ese protocolo porque no estamos de acuerdo con las disposiciones de ese protocolo, que entre otras cosas creo que criminaliza la protesta”, sostuvo.
La situación evidencia el primer espadeo gobernante entre el equipo de Javier Milei y el de Axel Kiccillof que maneja el principal territorio nacional en términos de densidad poblacional, recursos y asentamiento del poder central. El aniversario del estallido social de 2001 se reedita y si no reina la mesura, podría terminar en otra triste historia a conmemorar.