28 junio, 2024
El personal de Agua y Saneamiento de Servicoop debió de forma urgente desarrollar una serie de obras, sobre el sistema cloacal por el mal uso que se le da al mismo en una zona de la Puerto Madryn.
La situación se produce por el vertido constante de desechos de pescado, virutas metálicas y elementos contundentes que provocan atascamientos y rebalses en la zona oeste de la ciudad. A esta situación, se suma la invasión del espacio de los colectores por construcciones de particulares, que impiden poder hacer los mantenimientos correspondientes, para que el sistema funcione con normalidad, advirtieron desde la entidad.
Estas obras diseñadas por el personal, consisten en una serie de cámaras C.I.P.A. las cuales permiten interceptar los elementos que vierten algunos vecinos irresponsables y provocan los atascamientos. Su principal función es prevenir que todos los elementos, que están siendo arrojados a las colectoras, sean interceptados por la cámara y no continúen dentro del sistema provocando obstrucciones y/o daños a su paso. Esta modificación en el sistema (que no debería existir) permitirá retirar los objetos que quedan depositados en la cámara y evitar que sigan curso por los colectores.
La cámara CIPA recientemente construida, está ubicada en inmediaciones de las calles 9 de Julio y Manuel Alsua, interceptará los elementos “extraños” que vierten alrededor de 4.500 viviendas ubicadas en el polígono formado por las calles: Av. Gales, José Marquinez, Villarino y Santiago del Estero. Esta cámara es la segunda de 3 planificadas. La primera se encuentra operativa desde agosto de 2023 y funciona en 9 de julio y Garagarza y la última será construida en inmediaciones de Ruperto Giménez y Sarmiento. Todos ellos, puntos críticos del sistema cloacal de nuestra ciudad.
Al ingreso al sistema de restos de pescado, desechos de la actividad metalúrgica, restos de materiales, trozos de madera, pañales, bolsas de nylon detectados, hay que sumarle que los días de lluvia constantemente el personal detecta bocas de registro abiertas por personas ajenas a Servicoop, lo cual agravaría la situación.
Según explicaron desde la cooperativa, «esta conducta provoca el ingreso de enormes cantidades de piedras y arena. Nuestro sistema cuenta con más de 3.600 bocas de registro y sólo pueden ser intervenidas por nuestro personal. Este tipo de acciones, además de estar penalizadas, provocan un impacto enorme sobre el sistema y la comunidad», advirtieron.