7 abril, 2022
El juez Horacio Yangüela, ordenó liberar a los seis imputados por dos ‘narcocrímenes’: Genaro Carrizo Artiles, el disc jockey Nicolás Valencia, Nalih Zajur, B.B. (menor de edad al momento del hecho), Aaron Sepúlveda y Giulio De Cecco.
Estaban acusados de los asesinatos de Héctor «Pato» López y Federico Lomeña enterrados en dos playas del Golfo Nuevo. La libertad de los imputados no se produce por falta de pruebas ni certificación de inocencia, sino por cruces de competencia de la Justicia Federal y Provincial que permitieron que vencieran los plazos procesales.
Se trata del doble crimen vinculado al narcotráfico que en diciembre de 2018 conmocionó a Puerto Madryn y todo el país. Los cuerpos de las víctimas se hallaron enterrados en sendas playas, mientras que los detalles de los padecimientos de ambas personas y el modus operandi para deshacerse de sus restos superaron las más escabrosas cronicas policiales conocidas en la zona.
La investigación policial y judicial apuntó a seis jóvenes que fueron imputadosy detenidos. Este jueves sin embargo, todos ellos fueron beneficiados con la excarcelación por un juez provincial que recibió la causa desde la Justicia Federal tras un planteo de competencia, y consideró que se venció el plazo de tres años de prisión preventiva sin sentencia firme.
Fuentes judiciales informaron que la excarcelación fue dispuesta por el juez provincial Horacio Yangüela, quien quedó a cargo del expediente por los asesinatos de Héctor «Pato» López (25) y Federico Lomeña (27).
Los seis jóvenes estaban acusados de «homicidio doblemente agravado». La investigación judicial se basó en la hipótesis en que las muertes estuvieron vinculadas con el narcotráfico y una deuda por cuatro kilos de droga, pero el expediente tuvo idas y vueltas entre la Justicia Provincial y la Justicia Federal respecto a la competencia e, incluso, llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Si bien la pesquisa se inició en el fuero ordinario, en febrero de 2019 pasó a la Justicia Federal debido al vínculo del doble crimen con la comercialización de estupefacientes.
Sin embargo, al momento de iniciar el juicio, el Tribunal Oral Federal planteó una cuestión de competencia y dispuso que el debate debía ser realizado por la Justicia Provincial de Chubut.
Ante esta situación, la defensa de los imputados planteó que el plazo máximo de prisión preventiva ya se había cumplido dado que en el fuero ordinario es de tres años, mientras que en el federal se puede extender por más tiempo.
Por su parte, la fiscalía rechazó el planteo y pidió que no se haga lugar a la libertad de los acusados por considerar que se debía «analizar la complejidad del caso y la multiplicidad de imputados, así como la posibilidad de que se fuguen estando en libertad».
Finalmente, el juez Yangüela resolvió hacer lugar a la defensa y entendió que era de aplicación automática y se debía resolver la libertad, ya que a su criterio se había cumplido el plazo previsto para que una persona esté en prisión.
Lomeña y López fueron asesinados y sus cuerpos ocultados en las playas de El Doradillo y Paraná, respectivamente, donde el 17 de diciembre se halló el cadáver del primero y al día siguiente el del segundo.
Ambos jóvenes estaban semienterrados y cubiertos con cal, mientras que López tenía las manos amputadas.
A su vez, los investigadores establecieron que luego de cometer los crímenes se suicidó en la casa de sus padres Nicolás Cerrudo (20), quien le había pedido a su grupo de amigos, en el que se encontraban tanto las víctimas como a los detenidos por los homicidios, ayuda para «matar a un transa».
En ese diálogo «también les pedía que le compren cal y nafta», mientras que «en las respuestas, sus amigos le pedían ‘faso’ a cambio de comprar cemento», según pudieron reconstruir los investigadores.
Además, en una carta que escribió a sus familiares sostuvo que se había implicado en una situación que ponía en peligro su seguridad. «Esto nos pasa por jugar con fuego», escribió el joven de acuerdo con el informe judicial.