20 septiembre, 2020
La Cooperativa Eléctrica, Servicoop, una caja recurrentemente perforada por la política, anunció formalmente a la comunidad que ha realizado la presentación de un reclamo administrativo prejudicial ante la Municipalidad de Puerto Madryn, ya que como poder concedente de los servicios públicos de la ciudad, es responsable en el desfinanciamiento de los mismos por falta de plan.
Para el Consejo de Administración, con la inflación que hubo, el apriete de la mayorista CAMMESA sobre costos y pagos, y la presión de AFIP que pese a las declamaciones de la Rosada no afloja con ningún tipo de impuestos sobre la población, es inviable sostener los servicios sin inyectar divisas de algún lado.
El punto para los entendidos en voltios, es que si Sastre no quiere aumentarle a los vecinos los servicios, tendría que absorber costos el Municipio con subsidios propios o gestionarlos en Buenos Aires, para que como ciudad, le financien algo: CAMMESA, AFIP o gremio. Esa es la regla de ‘tres simples’ que rige en materia de servicios públicos.
Para el Municipio sin embargo, quienes están a cargo de Servicoop, ‘no saben lo que hacen’ y ‘no pueden gestionar’.
El oficialismo labra su discurso en una cuestión que raya la demagogia, apuntando a ‘no aumentar tarifas’, un tema con el que toda la población por supuesto estará de acuerdo, pero no explica a cambio que propone para que no se le apague la luz de su ciudad, o que las ‘aguas negras´ no le cubran a “La más linda” en cualquier momento.
La comunidad en tanto, que ve venir ‘al rengo’, entiende al dedillo el juego político, en el que los únicos que terminan entrampados, son los vecinos (por aumento de costos al final del rollo, o por pérdida de calidad de vida: cortes de luz, agua, derrame de cloacas, etc).
Sastre ya habría afirmado entre propios y extraños que irá por la conducción de la Cooperativa. Haber perdido ese ´bastión’ por goleada ante UYO fue una afrenta en la carrera electoral de la propia ciudad, que no olvida. En términos chabacanes dice un puntero con kilómetros de cooperativismo, que “es como si a un novel conductor en la familia se le da el carnet de conducir, pero no el auto”.
En ese marco, hay que saber que en estos meses se ponen en juego elecciones internas por algunas sillas en Servicoop, y el sastrismo buscará ir recuperando manos. De paso, calentando motores de las tropas de calle con vista a las legislativas de 2021. No olvidar que Gustavo Sastre buscará repetir mandato en 2023 y para ello deberá demostrar resultados concretos de su gestión.
UYO por su parte tiene el mal antecedente que, además de incrementar deuda por no poder aumentar ni cortar servicios, su candidato más visible y consejero de la Cooperativa, Leslie Roberts, renunció a su cargo. Para muchos fue un gesto político, incluso pedido por Sastre, de dar un paso al costado para mantener la buena relación con el ‘conductor’ del pueblo.
Para otros, fue parte de la naturaleza ideológica del ‘Galenso’, que ni bien comenzó la pandemia, prefirió salirse de la sarasa politiquera, una vez logrado el bastión de la Cooperativa, para unirse al barro concreto de la militancia y los problemas reales de la gente, integrándose al Colegio Profesional de Farmacéuticos de Chubut como coordinador del Comité de Emergencia de Bioquímico y Farmacéutico, “en virtud de su formación profesional y sus especializaciones en las áreas de salud pública y virología”, dijeron desde la entidad el pasado 1° de abril.
Como sea, salirse de la línea de fuego del sastrismo no estaba en los planes de nadie, y el poder concedente sigue recordándole ‘que el de UYO, al final huyó’.
En fin. Detrás de la Cooperativa de una ciudad considerada ‘pudiente’ como Madryn, siempre sobrevuela en el imaginario una privatización a manos de algún ‘hermanito’ del poder y ‘amiguito’ de lo ajeno.
Como sea, éste es uno de los principales temas que dominará lo que queda de 2020 en la ´Perlita’ del Golfo Nuevo, por estar atado a la ‘ vida real’ de la gente, y a los loteos que el oficialismo querrá negociar antes que finalice la pandemia.
