9 mayo, 2021
Por Trivia Demir
La semana comienza caldeada en Chubut. Por un lado el rechazo del grueso de los diputados provinciales a la Iniciativa Popular que arrastraba más de 30 mil firmas de representantes de una parte del sentir ciudadano trae reminiscencias de aquella cruzada de 2003, donde la cordillera logró imponer el ambientalismo más allá de las tentaciones del oro. La institucionalidad por ahora sostiene la parada y acompaña el avance empresarial, pero a espaldas de una franja importante del sentir popular. Como ‘elefantes en un bazar’, la policía levantó el corte de ruta de los manifestantes en Trelew. Sin embargo, en las altas cumbres de la ruta 40 –allí donde los presidentes son cascoteados si no entienden el idioma del pueblo- los antimineros mantenían el corte y el reclamo, y ya no solo contra la decisión legislativa chubutense, sino además sobre el desamparo que sigue habiendo tras los incendios, más allá de los boletines oficiales.
Todo indica en esta línea, que el gobernador Mariano Arcioni sostendrá la parada para allanar el camino extractivo. Dicen que no tanto por su entusiasmo con la plata, pero si con el petróleo. Después de todo, hay quienes afirman que la Cuenca del San Jorge se extiende hasta casi la zona minera, aunque la especie de crudo sea bastante complicada de trasmutar. Pero ese podría ser un activo que debería por lo menos ponerse en carácter de reserva, algo que le traería muchos beneficios a Chubut y sus hijos dilectos.
Ayer salió a bancar a su ministro-candidato Federico Massoni por el operativo ‘liberación de ruta’ y durante la semana se espera que continúe con directivas para la avanzada en la Meseta. Habría indicaciones de Nación en ese sentido, y además la injerencia de un importantísimo empresario que ganaría en el armado logístico-extractivo. Después de todo, el destino político de Arcioni dependerá de jugadas sumamente fuertes para poder recluirse al merecido descanso de los ‘sin reelección’, afirman los miradores finos de coyuntura.
En el medio, la gestión no da tregua. Este miércoles seguirán las charlas entre el gobierno provincial y los gremios, donde ATE lleva la voz cantante. En principio dicen que hubo acuerdo, que sería cancelar la deuda de arrastre (más de dos meses) en cuotas pagaderas en junio, julio y agosto.
Por las dudas, no ventilaron mucho la conversación por similitudes con algún que otro chiste cordobés del ‘pagadios’. Por lo pronto el ministro de Gobierno y Justicia, José María Grazzini confirmó que este miércoles continuarán las conversacionones.
En representación de ATE, asistieron el secretario general, Guillermo Quiroga; la secretaria general Adjunta, Mirta Di Paul; la secretaria seccional de Comodoro Rivadavia, Verónica Rosales; la secretaria general de la Seccional Sarmiento, Alejandra Wright, y el secretario general de la Seccional Puerto Madryn, Roberto Cabeda.
Por supuesto, el sentir popular en redes no dejó pasar la rareza de decretar una huelga de hambre ‘tan cortita’, para terminar sentándose ‘de una’ a la mesa de la negociación.
A todo esto se suma el variopinto escenario nacional, del que guste o no, Chubut es arte y parte.
A la fecha y como ventilan los caminadores de pasillos centrales, el control de La Cámpora sobre el peronismo es casi total. Aunque falta alguna formalidad, Máximo Kirchner ya es presidente del PJ bonaerense; Mariano Recalde es el presidente del PJ porteño, y relegó a históricos como Víctor Santa María y Juan Manuel Olmos. Los restos del acuerdo entre el PJ porteño y Larreta se resquebrajan. Quedaba algún puente por el lado de la justicia local, pero La Cámpora se anotó un poroto cuando Olmos no pudo frenar el fallo a favor de la continuidad de las clases presenciales. Y lo de la Corte, refuerza aún más la cantinela progre. A Alberto le dieron la formalidad del PJ nacional, un cargo que no parece estar ocupando en la práctica. Y de paso, una gira por Europa para tratar de conseguir la imagen positiva que no logra en su propia tierra.
En cuanto a la realidad real, dicen que los distintos estamentos del Estado, La Cámpora presiona para que se liberen cajas políticas. Hace unos días, un funcionario renunció por no querer entregar unos fondos de capacitación a la Universidad Arturo Jauretche, por ejemplo.
Tanto es así, que en el peronismo es un secreto a voces que después de las elecciones se viene una gran “limpieza étnica en el gabinete”. Si el Frente de Todos gana, va a ser gracias a Cristina; si pierde va a ser por culpa de Alberto.
En ese juego de suma cero, la tercera pata del frente, Sergio Massa, se llamó a silencio en los últimos días. Hablar no suma, cree.
Aunque en los últimos días redobló intercambios con representantes norteamericanos: un grupo de demócratas presentó un proyecto para que se suspenda el pago de deuda hasta que termine la crisis del Covid-19. Una rareza extravagante desde las tierras del Tío Sam que genera más sospechas que tranquilidades.
Como sea, Massa va a seguir con su propia agenda, de recortes impositivos y surfeando por la avenida del medio. Desmiente estar pasando un mal momento con Guzmán y repite en su entorno que las vacunas van a llegar y que la economía va a levantar. Su misión es mostrarle al establishment que el peronismo puede hacer las reformas que necesita la Argentina, aunque cuando llegue el momento el despellejamiento justicialista no medirá aportes ni contribuciones. De ese endeble andamio está por otra parte montado Arcioni. Un madero sobre el que el Cristinismo puede zapatear tarde o temprano, para que vayan cayendo de a uno.
En tanto, nadie en verdad sabe cómo seguirá el sainete peronista provincial. Como se temía, se suspendió la reunión del pasado jueves. Ese día, la mesa de conducción del PJ, con Carlos Linares a la cabeza, tenía previsto reunirse en Rawson para evaluar la estrategia electoral y la conformación del Frente de Todos. Sin embargo, por ‘problemas de índole personal’ del presidente del partido, se suspendió lo que se daba. Hay quienes dicen que los comodorenses hace tiempo y hay quienes afirman que Linares ‘rompe lo que toca’ y no hará nada que no sea en Comodoro, donde manda el ‘manda más’.
En la fallida reunión de la semana pasada etaban convocados los principales referentes del partido, los intendentes Juan Pablo Luque, de Comodoro Rivadavia, Adrián Maderna, de Trelew, y Dante Bowen de Dolavon; el vicegobernador Ricardo Sastre; el presidente del Congreso José Salvador Arrechea, y el ex vicegobernador Gustavo Mac Karthy.
La idea es reprogramarla para los próximos días en Comodoro Rivadavia. En principio, el justicialismo busca consensuar una lista de unidad que sea capaz de asegurarle el triunfo al Frente de Todos en las legislativas. Unidad que se entiende con conveniencia mayoritaria comodorense, por lo que los del Valle y Madryn ‘tiran la bronca’. La cuestión es cuan amplio puede llegar a presentarse el PJ, y en última instancia si considera al arcionismo adentro o afuera. Ese es el gran dilema, porque más allá de las declamaciones el sello hace rato que viene tercero y cómodo en cada cita con las urnas territoriales.
Está claro a esta altura del año que el Gobierno provincial o mal llamado ‘arcionismo’ irá por su lado, y el PJ irá por el otro en las Legislativas 2021. Y es cada vez más firme la posibilidad de que Federico Massoni sea el candidato a senador y Fabián Puratich a diputado nacional. Dos ministros que tienen para mostrar y en los que Arcioni viene depositando fichas. En todo caso, además de abrir aguas debilitaría a los que piensan en jugar en esas lides sus aspiraciones a taconear la depreciada peatonal de Fontana 50. Uno sería Ricardo Sastre como candidato a senador, y otro sería Juan Pablo Luque a diputado nacional, ambos testimoniales por supuesto, pero con necesidad de mantener vivos sus nombres en las urnas y sus ‘aparatos’ de lavado y engrase electoral intactos. Todo muy lindo, siempre y cuando no aparezca un superempresario con ganas de redimirse y ser gobernador en 2023 que les termine soplando los jopos. Después de todo, dicen que el susodicho ya probó el sillón cuando aún estaba tibio como anticipo cabalístico. Habrá que ver…