27 agosto, 2021
“Es la Provincia donde se conocieron mis abuelos, la Provincia a donde vino mi abuela a ser maestra normal, la Provincia donde viven mis tíos en Esquel, la que he recorrido varias veces, a la que venía mi madre para visitar a su tía en vacaciones”, valoró Lousteau para que no se le achaque su intromisión casi irrespetuosa en temas provincianos ajenos.
“Es un caso más de degradación en la calidad del Estado, cuando el Estado Federal funciona cada vez peor, el país funciona cada vez peor. Y a veces tenemos provincias que funcionan mejor que el gobierno nacional o a veces peor, y cuando esto sucede se agrava lo que pasa en el resto del país, es lo que estamos viendo en el caso de Chubut”, analizó sobre la realidad provincial.
“Es muy difícil cambiar una realidad local sino cambia la realidad nacional, un gobierno local puede amortiguar una mala gestión nacional, pero esto no ocurre en esta Provincia, todo lo contrario”, remarcó envalentonado por su amplio conocimiento de los ‘juegos de tronos’ centralistas.
Lousteau fue el ministro de Economía más joven del país con 35 años, pero también el que más enchastre hizo en la producción nacional. Siendo afilado al Frente de Todos, antes de pasarse a las filas radicales, fue el firmante del esquema de retenciones, que desencadenó el conflicto con las organizaciones patronales agropecuarias.
Exactamente el 11 de marzo de 2008, el ministro anunció la sanción de la tristemente famosa Resolución 125/2008, con la que estableció un nuevo sistema de retenciones móviles a la exportación, sujetando su aumento o disminución a la evolución de los precios internacionales. A la vez incrementó la tasa de retención sobre la soja y el girasol, reduciéndose levemente las correspondientes al maíz y al trigo. A la par y como para atenuar anunció incentivos para la industria lechera y una mesa de negociación para el sector de la carne bovina.
Por supuesto ese ‘estrellato’ que resultó en un excelente servicio a las fuerzas políticas que hoy condena terminó como se esperaba, cuando en de abril de 2008, en medio del lock-out agropecuario, Cristina le dió las gracias por los servicios prestados y le aceptó la renuncia, después de haberle tirado con Moreno por la cabeza.
A decir verdad, en su pasada por Chubut trajo un buen discurso vinculado a las minorías, las posibilidades, los recursos y las opciones políticas, pero lamentablemente la historia se construye con hechos, y eso dá por tierra con toda buena verba, dicen los abuelos memoriosos. Dime lo que has hecho, y te diré quien eres…