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1 octubre, 2020

Los museos del mundo, con pérdidas millonarias y sin visitantes

La vida de los museos se ha visto fuertemente sacudida por la pandemia. Convertidos en grandes destinos turísticos en las últimas décadas, ahora registran pérdidas millonarias y un desplome de los visitantes sin precedentes.

Y lo que es peor, nadie sabe cómo será la reapertura de los museos cuando pase la crisis sanitaria del coronavirus, pero todos coinciden en que nada será como antes. En el futuro vaticinado por los responsables de estas instituciones no hay «taquillazos». No habrá lugar para salas abarrotadas como la de El Bosco, en el Prado, Dalí, en el Reina Sofía, o Leonardo, en el Louvre.

«En el mundo post-Covid los museos dejarán de ser objetivo del turismo masivo y los indicadores de éxito serán menos cuantitativos y más cualitativos», apunta Ana Botella, dedicada a la investigación sanitaria en la Wellcome Trust del Reino Unido, que propone cerrar los museos al menos tres meses y reactivar de manera gradual.

La vuelta no va a ser fácil. Los hábitos de higiene han alterado las pautas sociales y disparado el miedo. «Es una crisis de salud, pero también una crisis existencial que va a provocar cambios fundamentales en nuestro estilo de vida. No tiene sentido seguir con las mismas prácticas museológicas (en las exposiciones, los programas públicos o la educación). Debemos replantearlo todo. No dejo de preguntarme cómo reabrir y contribuir de manera relevante a las necesidades sociales», añade Botella.

 

Impacto en números

Algunas de las cifras más impactantes generadas por la pandemia exponen:

 

– El MET (Museo Metropolitano de Arte de Nueva York) estima que registrará unas pérdidas de 150 millones de dólares y tardará unos tres años en volver a cierta normalidad financiera. Antes tenía unos 7 millones de visitantes al año, ahora ha reabierto parcialmente y con un 25 por ciento de su aforo, pero su director Max Hollein no cree que llegue a esa ocupación.

 

– El Guggenheim de Nueva York ha anunciado que despedirá al 11% de sus empleados (23) de cara a su reapertura, el 3 de octubre. El museo pronostica unas pérdidas de 15 millones de euros este año.

– El Museo de Brooklyn se ha visto obligado a sacar a subasta 12 obras de su colección para hacer frente a la viabilidad del museo, que antes de la pandemia ya se encontraba en mala situación económica. El objetivo es generar un fondo de 40 millones de euros para mantener el resto de la colección.

 

– La Tate de Londres cifra en 50 millones de libras (53,27 millones de euros) la caída de ingresos por la pandemia.

 

– Los Museos Vaticanos solían recibir hasta 27.000 visitantes por sus salas, en junio pasado solo lo visitaron 66.000 personas. Su recaudación solía rondar el medio millón de euros al día, y ahora no llega a vender las 10.000 entradas diarias que necesita para hacer frente a sus gastos.

 

– En abril, los Uffizi acumulaban pérdidas de hasta 10 millones de euros. En 2019 lo visitaron 4 millones de personas, un mes después de su reapertura la cifra de visitantes diarios ronda los 2.000 personas al día.

 

– El Louvre, el museo más visitado del mundo con cerca de 10 millones de visitantes, ha sentido una caída de en torno el 80 % del público. En julio solo tuvo 220.000 visitantes y en agosto 330.000. Todavía no ha desvelado las pérdidas.

 

– El Museo del Prado celebró en 2019 su bicentenario, batió récords de recaudación y visitantes. Durante sus tres meses de cierre perdió 7 millones de euros. Ha reabierto solo una parte del museo y este verano ha recibido un 80 por ciento menos de visitantes que el año pasado.

 

– El Museo Pushkin, el segundo más importante de Rusia, era visitado cada año por unos 1,3 millones de personas, este año, tras casi cuatro meses de cierre, espera acabar con unos 600.000 visitantes.

 

Realidad brutal

 

La presidenta y directora ejecutiva de la American Alliance of Museums, Laura L. Lott, ha puesto cifra a la debacle económica: los museos de EE UU pierden al día 33 millones de dólares (30,6 millones de euros). La semana pasada, el MoMA de Nueva York, uno de los museos más ricos del mundo, notificó a sus educadores un mensaje demoledor: «Pasarán meses, sino años, antes de que podamos volver a los niveles de presupuesto y operaciones para requerir los servicios de los educadores». La dirección ha despedido a todos.

«Quizá la ‘normalidad anormal’ que llegue, será una oportunidad para ahondar en la sostenibilidad de los museos, para la mejor preservación de los bienes y mejor calidad de la experiencia de los ciudadanos», cuenta a Pilar Fatás, directora del Museo Nacional de Altamira al Pais.

«La sostenibilidad es un término contrario al consumismo cultural masificado de los últimos años», añade Fatás. Cree que tardaremos en recuperar los hábitos, pero nada será como lo entendíamos antes de esta crisis. Los irremediables cambios sociales van a provocar «nuevos modelos de visitas». «En el Museo de Altamira, por ejemplo, la necesidad de conservación de la cueva trasciende el hecho de visitarla», añade. La directora de Altamira avanza que la nueva situación económica mermará «ostensiblemente» los presupuestos de las instituciones públicas. En el Ministerio de Cultura no han cuantificado las pérdidas a las que se enfrenta el sector y recuerdan que corresponderá a las autoridades sanitarias certificar la reapertura de la actividad y entonces será cuando estudien un plan de acción.

 

 

Nuevas exposiciones

 

El gerente del Museo Nacional Thyssen, Evelio Acevedo, prefiere no concretar cómo compensarán la pérdida de los ingresos en taquilla, pero cree que la organización de las exposiciones tradicionales implicará «algunas dificultades adicionales a la hora de conseguir préstamos y movilizar obras, pero no se puede esperar un cambio radical en el modelo expositivo». Frente a esta opinión, Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, cree que «habrá que reflexionar sobre nuevos modelos museísticos». «Quizás haya que plantear las muestras de otro modo, pensar más en la investigación», subraya. El intercambio de obra internacional, con España e Italia como capitales del patrimonio europeo y los países con más infecciones del continente, alterará la política de las exposiciones temporales.

 

 

Basta de audiencias

 

Pepe Serra, director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), está convencido de que la pandemia acelerará la crisis de «la carrera absurda por las audiencias, con grandes exposiciones de muy alto coste y corta duración, pensadas para atraer al público de forma puntual». Un modelo «claramente cuestionable». «Se puede plantear un museo con otro tempo. Un lugar que es ante todo servicio público y debe servir a todas y todos. Esta crisis es una lección sobre la fragilidad de un modelo de capitalismo», indica Serra, que señala cómo la potencia y la fortaleza ciudadana ha salido reforzada.

 

*EFE, VP, EP