13 abril, 2021
Por Gustavo Córdoba
La pandemia cambió la agenda y las prioridades, y también retrasó el trabajo de la política. Hace un año todo el mundo pensó que el transcurso iba a ser mucho más breve con un proceso que tenía principio y fin. Luego advertimos que era un proceso de largo plazo. Vale decir que mucha noción acerca de lo que hay que hacer durante una pandemia no hay. Existe falta de preparación en manejo del riesgo, gestión del riesgo, gestión de la comunicación del riesgo.
La grieta viene a solucionar esa falta de conocimiento, y funciona hoy como una estructura ideológica paralela a la política, que resuelve la falta de ideas. La grieta genera un posicionamiento automático. Todo lo que tiras a la grieta, la grieta lo perfila a favor y en contra.
La respuesta de la política frente a la pandemia
Hay que separar oficialismo y oposición. El oficialismo está con serios problemas de funcionamiento. No tiene volumen político interno, ni ha alcanzado un virtuosismo en cuanto a la coalición en cuanto a las decisiones como gobierno. Incluso se observa una falta de conexión interna en el gabinete. Pareciera que fueran ministros de gobiernos distintos. La ventaja del oficialismo, es que la oposición atraviesa un proceso equivalente. En el PRO existen tres aspirantes al liderazgo: Macri, Larreta y Bullrich.
En el caso de Vidal, tiene un gran perfil, su problema es que no tiene posiciones de liderazgo. No logró consolidar en 2019 su idea de desdoblar las elecciones en Buenos Aires, y desde allí a esta parte no ha tenido un gran protagonismo. Tal vez le falte volumen político interno, o decidirse a avanzar en una dirección.
Y por el otro lado el radicalismo exhibe un proceso muy convulsionado pero a la vez interesante de rediscusión interna ideológica.
Post Gualeguaychú donde se impuso la derecha radical, hoy el centro disputa con la derecha un regreso a la representatividad de las clases medias urbanas. Es evidente que también hay una tensión en el polo opositor. Y mientras eso siga así, es beneficio para el gobierno.
En diálogo con Pulso, Córdoba agregó:
¿Quién representa a la clase media en el espacio de gobierno?
Un enorme desafío que enfrenta el gobierno es evitar que se siga propagando la “conurbanización” de la política nacional del Frente de Todos. Conurbanización en tanto y en cuanto tratan a los distritos provinciales como si fueran una extensión del Conurbano Bonaerense. En el fondo lo que sucede en la zona centro del país es eso. Hay sectores peronistas, cuya identidad hoy ya no se asocia al peronismo porque el peronismo dejó de representarlos.
P: ¿Qué anticipa en cuanto al escenario electoral de este año?
El voto es contextual. Tendrá mucho que ver con cómo se encuentre la economía en octubre, cómo se encuentre el proceso vacunatorio. Definitivamente si hoy votásemos, el gobierno podría sufrir algún grado de afectación electoral. Como también podría tenerlo la oposición. Es insoslayable sobre todo en las provincias del centro, el crecimiento que está teniendo el sector libertario. El dilema en 2021, es si el Frente de Todos puede aspirar a continuar con la mayoría que le permite sesionar sin problemas en ambas Cámaras. El gobierno está en condiciones de lograr la cantidad de diputados que necesita para mantener quorum propio en la Cámara de Diputados. La verdadera discusión del poder este año, es el Senado, donde por diferentes situaciones en las provincias, existen ciertas chances de que el oficialismo pierda el quorum propio.
P: ¿Le falta al gobierno una épica propia?
Es llamativo. El gobierno de Macri tuvo mucho marketing y poca política. Este en cambio es un gobierno que prescinde del marketing, sin darse cuenta que está negando también el aspecto comunicacional de la política. La construcción narrativa, del mito de gobierno, del relato, hoy no existe porque nadie lo construye. La política se presenta en formatos comunicacionales. El problema es cuando la política niega el formato comunicacional pretendiendo escapar al formato marketinero. Las herramientas de comunicación son fundamentales a la hora de generar consensos previos a las medidas. Este gobierno no ha trabajado bien los consensos. La pelea diaria es la disputa por el sentido ideológico, el encuadre político de la justicia, el manejo de la agenda de discusión. Ahí el gobierno hoy no tiene presencia.
P: ¿La gente está hoy más dispuesta a vacunarse?
Las industrias farmacéuticas hicieron un lobby vergonzoso. Instalaron la idea de que todas las vacunas eran malas, excepto la de ellos. Hicieron un daño enorme, en todo el mundo, no solo en Argentina. Aquí se suman los prejuicios ideológicos que permiten hacer política en la grieta. Fue muy sintomático que desde la publicación científica en “The Lancet”, los principales medios dejaron de cubrir las marchas opositoras anti vacunas, dejaron de trasladar los comentarios pagos de las farmacéuticas y comenzaron a darle un tratamiento adecuado a la vacuna rusa. En ese contexto, la cantidad de personas que dicen querer vacunarse subió del 50% en enero al 70% en febrero.
*Licenciado en Ciencia Política (UNCA) y Máster en Comunicación Política (UA)
*Zuban Córdoba y Asociados, RN