13 agosto, 2020
Un estudio científico estableció que el paseo junto a la mascota debe durar al menos 30 minutos, cinco veces a la semana, para cumplir con lo establecido por la Organización Mundial de la Salud, pero a su vez, la gran mayoría de quienes pasean a sus mascotas coinciden en que es bastante mayor el tiempo que les lleva la tarea para con su fiel amigo.
Los beneficios son muchos, y sobre todo en cuarentena. Según un informe internacional publicado en BMC Public Health determinó que quienes pasean a sus perros son físicamente activos más días a la semana y que sacar a pasear al perro puede ayudar a las personas a sentirse más seguras en su comunidad.
El informe realizado por el doctor Hayley Christian de la University of Western Australia (UWA) en colaboración con el Centro WALTHAM para la Nutrición de mascotas, que forma parte de Mars Petcare, es el primer informe internacional en su tipo que examina de manera consistente la relación entre pasear al perro, la actividad física y la percepción de las personas sobre la seguridad en su comunidad.
Se encuestaron a más de 1000 dueños de perros de Perth, Australia y tres ciudades de los EE. UU. (San Diego, Nashville y Portland) en el informe de Pet Connections.
La investigación determinó que las personas que pasean a su perro realizan al menos 30 minutos de actividad física o más por semana que quienes no pasean un perro, lo que los ayuda a alcanzar la recomendación de la Organización Mundial de la Salud de un mínimo de 150 minutos de actividad física por semana.
El informe también destaca que la comunidad en su conjunto se beneficia con la tenencia de mascotas. Casi el 60% de quienes pasean a sus perros en Australia y EE. UU. reportaron sentirse más seguros cuando salen con sus perros.
Las mujeres que pasean a sus perros reportan con mayor proporción que los hombres el sentimiento de seguridad.
Además, el paseo ayuda a concentrarse en el momento presente, a descargar estrés y ocuparse de otro ser vivo.
El informe destaca los beneficios físicos y sociales para las personas y las comunidades, y la necesidad de integrar el paseo al perro dentro de programas y políticas sanitarias, y no solo en época de pandemia.
