22 octubre, 2020
Kawitu significa “cama”, tanto en lengua quechua como mapuche. Llamar así a un proyecto que conecta arte, tecnología y comunidad, fue una suerte de reconocimiento a los pueblos originarios, cuenta Mariela Yeregui, directora de la Maestría en Artes Electrónicas de la Untref.
En marzo, cuando comenzó la cuarentena, un grupo de creativos e investigadores de Artes Electrónicas se preguntó qué hacer y de qué manera contribuir a la sociedad en un momento tan difícil, ante la falta de recursos y también de fuentes laborales.
La Agencia Universitaria de la Francofonía (Agence Universitaire de la Francophonie – AUF) había abierto una convocatoria de arte sobre la temática Covid. Las/os argentinas/os presentaron la iniciativa de cama ecológica para pacientes enfermos de coronavirus. Finalmente aplicaron para el desarrollo de la propuesta.
Eligieron el cartón, un material noble y con una gran carga simbólica para la Argentina. “El cartón está asociado con la economía de la subsistencia, con la crisis del 2001. Y nos parecía que utilizar este material era interesante porque era como hacer una reivindicación de nuestras herramientas de economía popular, y de alguna forma legitimarlas y revalorizarlas a partir de un producto que es funcional.”
Pero las Kawitu necesitaban un cartón especial, fuerte, entonces buscaron fábricas de cartón. Muchas estaban cerradas por el aislamiento social obligatorio impuesto por el Gobierno, y otras funcionaban ya que se dedican a la producción de insumos para bienes esenciales.
Fue así que dieron con Argenpack, una fábrica ubicada en la localidad bonaerense de Berazategui. “Ellos sí tenían permiso de trabajo en cuarentena porque producen cajas para la industria alimentaria. También habían diseñado una cama ecológica, pero decidieron sumarse a nuestro proyecto. Cuando nos confirman que habíamos ganado el subsidio de la AUF, nos contactamos con Argenpack y comenzamos a trabajar”.
“Primero pensamos en el diseño de la cama. Es una cama funcional, tiene una estructura de capota, da una cierta sensación de cobijo”. Pero las Kawitu no son solamente camas plegables de cartón duro para pacientes con Covid, constituyen un espacio en el cual también se puede interactuar con la tecnología. Tienen un sistema para generar energía propia.
“Las camas se van a instalar en centros modulares, por ejemplo, en gimnasios que tienen una iluminación central. Entonces pensamos, “¡qué tremendo a la noche puede ser cuando te apagan la luz en esos lugares, y qué tremendo no poder ver nada!”. Y ahí empezamos a desarrollar una iluminación que esté embebida en la cama. Hicimos todo un desarrollo con energías limpias. La luz se activa por un sistema de dínamo. Pensamos hacer algo más amigable en relación al medio ambiente. La lámpara de la cama tiene algo que gira, una manivela, y al girar se genera energía”.
La cama, además, tiene impreso un código QR a través del cual el paciente accede a una plataforma de contenidos artísticos. “La propuesta fue que la gente enviara algo, desde un video hasta la lectura de un cuento o de una poesía o una canción. Pensando que la persona que la recibe está en una situación de vulnerabilidad física y soledad.”
Hoy las Kawitu están en proceso de distribución. En total se fabricaron 200. Las Kawitu se repartirán en diversos centros modulares del AMBA en donde se atienden a pacientes leves de Covid-19.
*AGENDASUR
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