26 mayo, 2024
El portaaviones nuclear USS George Washington, perteneciente a la marina de los Estados Unidos, llegó a la Argentina este 26 de mayo para desarrollar ejercicios militares con la Armada Argentina y fuerzas de otros países. Esta fenomenal nave insignia, que arriba junto a dos buques más, estuvo en el centro de la polémica en los últimos años por un incendio que hirió a decenas de marineros y, posteriormente, por una larga serie de suicidios de sus tripulantes.
De esta manera, se comenzó a hablar de la «maldición» del USS George Washington, que viene de pasar por un proceso de reacondicionamiento de seis años, tiempo mayor del que estaba programado, y que regresó al mar en 2023 con mayor personal capacitado en salud mental, ya que entre 2017 y 2023, 11 tripulantes murieron -de los que al menos nueve se confirmó que se quitaron la vida-.
El arribo de esta nave, junto con el destructor de misiles guiados USS Porter y buque logístico de reabastecimiento USNS John Lenthall, se da por un despliegue internacional denominado Southern Seas 2024 (Mares del Sur), organizado por el Comando Sur de EE.UU., a cargo de la generala Laura Richardson, que se reunió en Tierra del Fuego con el presidente Javier Milei y el ministro de Defensa, Luis Petri, a inicios de abril.
El navío de propulsión nuclear, sexto barco de la clase Nimitz, fue construido por Newport News Shipbuilding y fue asignado el 4 de julio de 1992. Es el cuarto buque de la Armada de los Estados Unidos en recibir el nombre del primer presidente de ese país.
En mayo de 2008, tras zarpar de la base naval de Norfolk en Virginia, la más grande del mundo, a su nuevo destino en Japón, sufrió un grave incendio frente a la costa de América del Sur. Según los reportes, 37 marineros resultaron heridos durante el accidente, pero no se reportaron víctimas fatales. Tardaron varias horas en contener el fuego.
Según un comunicado de la Oficina de Relaciones Públicas de las Naval Air Forces, las llamas comenzaron en una sala de calderas auxiliares, y ocurrió en el sistema de aire acondicionado y refrigeración. El siniestro de la nave costó unos 70 millones de dólares en daños y le costó su cargo al capitán David Craig Dykhoff.
La Marina decidió conseguir el presupuesto para mantener al George Washington en servicio, y pasó por una serie de reparaciones en San Diego, California, antes de llegar a Japón. Según el medio especializado USNI News, el año pasado reabastecimiento de combustible de sus dos reactores nucleares y a una revisión a mitad de su vida.
En enero de 2023 un marinero del portaaviones «maldito» se quitó la vida y ese caso fue el último de una larga lista de tripulantes que se suicidaron a bordo. «El capitán lloró, yo lloré, porque era un miembro de nuestra familia. Nunca será fácil afrontar la muerte de uno de nuestros marineros, de uno de nuestros compañeros de equipo», dijo el capitán William Mathis, segundo al mando del Washington, a la prensa de su país.
Ese hecho fue el último de una serie de muertes entre miembros de la tripulación que coinciden con el ciclo de mantenimiento de seis años en el que el buque permaneció en el astillero de Newport. El Servicio de Investigación Criminal Naval confirmó que desde el momento en que entró en ese lugar en 2017 hasta que salió, en mayo de 2023, 11 marineros se suicidaron.
La edad promedio de los fallecidos en el portentosa nave fue de 24 años. La mayoría nunca había estado en el mar y nueve de los 11 murieron por heridas de bala en la cabeza.
Según informes oficiales, uno de los marineros compró, en 2019, el arma con la que se mató el día anterior al intercambio principal de la Fuerza Aérea de Langley en Hampton, Virginia.
El reporte de la Marina norteamericana sobre los suicidios recomendaba limitar el tiempo que los jóvenes marineros pasaban en el astillero, por «resultar un trabajo aburrido». Además, el gobierno de Washington se retrasó en el reacondicionamiento por la pandemia y los recortes presupuestarios.
En esa línea, Kellylynn Zuni, psicóloga del mando del barco, dijo a The American Homefront que la cantidad de consultas sobre salud mental de los tripulantes disminuyó desde que el portaaviones abandonó el astillero. Sus dichos se dieron después de un informe de la CNN que evidenciaba los problemas en la calidad de vida que padecían las personas que trabajaban en la embarcación.
Según el mismo, desde 2017 hasta abril de 2023, 11 marineros asignados al Washington murieron; siete de los cuales fallecieron entre abril de 2021 y abril de 2022. Entre las irregularidades detectadas, que llevaron a convertir esas condiciones de vida en «inaceptables» figuran los cortes de energía, la falta de agua caliente y las temperaturas extremas.
La operación Southern Seas 2024 (Mares del Sur 2024) comenzó en abril pasado tras la partida del portaaviones junto a los otros dos buques mencionados. Durante su estadía en aguas argentinas, la marina de Estados Unidos y la nacional solo harán ejercicios en conjunto, según anunciaron fuentes gubernamentales.
La llegada del Washington había sido confirmada en febrero por el Gobierno del presidente estadounidense Joe Biden, en una señal de fuerte apoyo a la gestión del Milei, la cual se materializó hace exactamente un mes durante el encuentro del libertario con la general Richardson en Ushuaia y en sintonía con el pedido del país para pertenecer a la OTAN como “socio global”.
Al igual que los despliegues anteriores, desde Mando del Sur aseguran que este programa «ofrecerá la oportunidad de mejorar la interoperabilidad y aumentar la competencia con las fuerzas marítimas de los países aliados”, y participarán naciones como Reino Unido, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Ecuador, Países Bajos, Paraguay, entre otros.
*Perfil/ FP/LT / ds