31 enero, 2024
La Cámara de Diputados inició este miércoles el debate por la ley de Bases, popularmente conocida como ley ómnibus, y su media sanción se encamina tras una intensa jornada de discursos e idas y vueltas entre los legisladores.
Pasadas las 21, y a pedido del jefe de bloque de La Libertad Avanza, Oscar Zago, el recinto votó mayoritariamente en favor de un cuarto intermedio para congelar las disertaciones individuales hasta el jueves. En tanto en las calles, los manifestantes de organizaciones sociales y sindicales fueron reprimidos con gas pimienta y otros elementos luego que las movilizaciones afectaran el tránsito en Avenida Rivadavia.
Los diputados volverán este jueves a las 12 al Congreso de la Nación para reiniciar la discusión del megaproyecto impulsado por el presidente Javier Milei.
La actividad comenzó pasadas las 10 y se extendió hasta poco antes de las 22. La idea de flexibilizar la sesión merodeó durante todo el día en los pasillos del Palacio Legislativo, pero su confirmación llegó recién minutos antes de la propuesta en el recinto.
Esta decisión del oficialismo vuelve a sembrar incertidumbre con respecto al quórum. Este jueves deberá contabilizar uno por uno a sus aliados para que la sesión no se caiga, aunque descartaron sorpresas y se mostraron confiados.
La misma confianza mantienen en que el proyecto de Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos consiga luz verde. Sin embargo, la intriga se traslada a cómo quedará el articulado luego de las correcciones que se le apliquen en la votación en particular: cuando se vote artículo por artículo, el oficialismo podría sufrir algunas derrotas.
En este punto, ya existen divergencias internas dentro de los propios espacios. Por ejemplo, la Unión Cívica Radical plasmó sus diferencias entre sus dos referentes en el recinto: Rodrigo de Loredo y Facundo Manes.
De Loredo, presidente del bloque de la UCR, sostuvo que la delegación de facultades que establece el proyecto de ley de Bases y Puntos de Partida «por solo un año» a Milei «es lo que corresponde» y «lo que han tenido otros presidentes». El cordobés indicó que el kirchnerismo también tuvo «superpoderes» y criticó que ahora utilicen una vara distinta a la hora de retacear la delegación de facultades al líder libertario.
Con palabras altisonantes y a los gritos, el cordobés cuestionó a quienes no le quieren ofrecer «facultades delegadas a un presidente que lleva 45 días».
Por otro lado, Manes afirmó que no acompañará la delegación de facultades propuesta en la ley ómnibus y se despegó de su par: «No cuenten con nosotros para facultades extraordinarias. Que nadie se confunda. Queremos un país moderno, próspero, integrado al mundo».
«Defendemos la economía de mercado, la iniciativa privada y se lo digo como médico, docente, científico y emprendedor, que da trabajo todos los meses», agregó Manes.
Y finalizó: “Queremos leyes modernas, queremos ser más eficientes y competitivos en la economía, queremos un Estado más eficiente, honesto, con menos regulaciones y que funcione, sobre todo que esté al servicio de la gente. La libertad que proclaman es una falsa libertad”.
Mientras tanto, el kirchnerismo y la Izquierda basaron sus discursos en que la ley de Bases es «contraria al interés de los argentinos» y que pretende beneficiar a los grandes empresarios. De hecho, el presidente del bloque de Unión por la Patria, Germán Martínez, reclamó la vuelta a comisiones del proyecto, pero en la votación nominal la moción fue rechazada.
Recibió solo 103 votos afirmativos y 149 rechazos, por lo que no prosperó la iniciativa impulsada por el kirchnerismo, que acompañaba también el Frente de Izquierda.
Por parte de LLA, una de las defensas más férreas a la ley la esbozó el miembro informante del oficialismo, Gabriel Bornoroni, que calificó como un «shock de libertad para los argentinos». El presidente de la comisión de Legislación General, que fue cabecera del plenario de comisiones, destacó que pasaron por allí doce altos funcionarios nacionales y 200 representantes de distintos sectores de la sociedad civil, de todas las provincias.
«Este paquete tuvo modificaciones y eso es volver a las bases de 1853 y a los principios de la libertad de los argentinos».
«Estamos convencidos que será aprobada», concluyó el diputado de La Libertad Avanza. Por lo tanto, de no haber mayores divergencias, La Libertad Avanza se encamina a conseguir la aprobación general mañana. .
En tanto, la Gendarmería Nacional y los manifestantes que se reunieron frente al Congreso de la Nación para protestar contra la Ley Ómnibus vivieron momentos de tensión cuando las fuerzas de seguridad intentaron hacer cumplir el protocolo antipiquetes.
A las 17, manifestantes del Partido Obrero, el PTS, el MST y el Frente de Izquierda bajaron de la plaza y ocuparon algunos carriles de la Avenida Entre Ríos y de Avenida Rivadavia.
En respuesta, sectores de infantería de la Policía Federal y Gendarmería Nacional formaron una fila para impedir que se cortara el tránsito, que estuvo detenido unos minutos mientras las fuerzas de seguridad avanzaban sobre las agrupaciones sociales que protestaban.
Cerca de las 18 se logró liberar un carril de la Avenida Rivadavia, pero luego el transito volvió a interrumpirse.
Luego, la Policía arrojó gas pimienta sobre los manifestantes, lo que incrementó la tensión en el lugar. Dentro del grupo de personas que protestaban se encontraba la legisladora del Frente de Izquierda, Celeste Fierro.
Más tarde, arribó al lugar una columna de Prefectura Naval Argentina equipados con escudos y cascos, lo que aumentó el nerviosismo entre las fuerzas del orden y los manifestantes.
La concentración en el Congreso comenzó en horas del medio día y está anunciada una posterior «vigilia de necesidad y urgencia» en rechazo a la Ley Ómnibus.
El Ministerio de Seguridad, a cargo de Patricia Bullrich, había ultimado detalles para la «activación del protocolo» antipiquetes y el despliegue de un megaoperativo de seguridad para intentar mantener el control de la movilización convocada por la izquierda.
Decenas de efectivos de las distintas fuerzas de seguridad permanecían apostados en las inmediaciones del Congreso para evitar desmadres en la protesta.
Carros hidrantes, numerosos agentes de la Gendarmería Nacional y la Policía Federal rodeaban el perímetro que contempla los accesos al Parlamento en lo que configura un megaoperativo, delimitado por vallas que separan a los manifestantes del Parlamento.