4 noviembre, 2020
Mario Cimadevilla habló sobre el rol de la UCR a nivel nacional, pidió recuperar la esencia del partido y no limitarse a ser “los vasallos del PRO”. Además, anticipó que es probable que sea candidato a senador en las elecciones legislativas del año próximo.
Fiel a su estilo, Cimadevilla dejó mucha tela para cortar durante una extensa entrevista concedida a Crónica de Comodoro. El histórico dirigente del radicalismo, se refirió al papel del partido en el plano nacional y se mostró muy crítico con respecto al accionar de los legisladores radicales y la discusión que persiste en el Congreso de la Nación entre aquellos que pregonan la ideología kirchnerista y macrista: “Hoy en el radicalismo hay una discusión fuerte, no solo en Comodoro y Chubut, sino a nivel país. Lo que se discute es el rol que tiene que cumplir el partido en este momento político de Argentina. Y acá nos encontramos con un sector del partido que dice que los partidos políticos ya no existen más, que ahora se habla de coaliciones, y que el radicalismo tiene que ser un sector interno dentro de Cambiemos. Y hay otro sector que dice que no, que por el contrario, la UCR tiene que recuperar su identidad y tener un protagonismo distinto al que tiene hoy”, aclaró.
Cimadevilla apuntó que según su mirada, “hoy el radicalismo no tiene protagonismo”. Para justificar esta afirmación, planteó que, hoy por hoy, quienes representan a la UCR parlamentariamente “incluso esconden el nombre del partido y hablan de Cambiemos”, la coalición formada años atrás para hacer frente al kirchnerismo y lograr de esa forma un recambio político en Argentina
“Cuando se habla de Cambiemos, la gente piensa en el PRO, no en el radicalismo. Pero lo que es más grave, es que nuestro partido ahora está metido en una pelea que no es nuestra, desde mi punto de vista. Estoy hablando de que hoy hay una grieta muy grande en el país, entre lo que es el oficialismo y la oposición que quiere liderar Cambiemos. Basta con que uno diga ‘vamos a combatir el dengue’ para que el otro diga ‘vamos a proteger al mosquito’. La gente está podrida de que la política se haya convertido en discutir negocios en vez de ideas, está podrida de la corrupción, de la falta de austeridad, de ver cómo se manipula a la justicia”, afirmó.
En esta línea de análisis, el exsenador nacional se mostró preocupado por la actualidad política del país y señaló: “Vemos con preocupación el comportamiento sindical, también cómo han enajenado el patrimonio de los argentinos con la venta de empresas estatales. Cuando el radicalismo fue gobierno, demostró austeridad, decencia, respeto por la independencia del Poder Judicial. Fuimos el único partido que se opuso a la privatización de las empresas energéticas. Dicen que quieren la reforma judicial para la impunidad de Cristina (Kirchner), otros dicen que se busca para la impunidad de (Mauricio) Macri. Esta no es la discusión que tenemos que dar los argentinos, si tienen que ir presos, que vayan presos entonces. La discusión de los argentinos es otra y tiene que ver con discutir un modelo de país, con salir de la grieta”, sostuvo.
El exsenador en 2009, reconoció que hay posibilidades de que compita por la Senaduría en 2021. Además, habló sobre el rol de los legisladores radicales en el Congreso de la Nación y de la función que desempeñó en la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA durante el gobierno de Mauricio Macri. También dejó una reflexión acerca de la convención radical llevada a cabo en Gualeguaychú en 2015, en donde el radicalismo selló su alianza con el PRO para competir en las elecciones de ese año.
“Yo creo que hoy el radicalismo tiene que recuperar su identidad, levantar sus banderas. La honestidad, la independencia del Poder Judicial, la austeridad republicana, el manejo de los recursos energéticos con criterio estratégico, el federalismo. Las candidaturas, tanto para diputados como senadores, tienen que ser del radicalismo, así tiene que ser y no como piensa la actual conducción del partido, que puede ir uno y uno. Vamos a pelear todas las candidaturas. Algunos juegan con mi nombre, es más, son los que no me quieren los que lo hacen, los radicales amarillos. Ellos hablan de Cimadevilla para senador. Y es probable que sea candidato”, anticipó Cimadevilla sobre las elecciones legislativas que se darán el año próximo, en las cuales Chubut renovará bancas de diputados y senadores.
En la misma línea de análisis, el exlegislador nacional planteó, respecto a la labor parlamentaria, que desde el sector más tradicional del radicalismo se tiene una visión diferente sobre lo que hay que hacer a la hora de legislar. “Tenemos una visión diferente a la que tienen los que hoy están en funciones. Ellos están metidos en una interna nacional que a nosotros no nos favorece. No hay que usar el parlamento como lo usan ahora, para meternos en una pelea que no es nuestra. El parlamento es un lugar en donde se discuten las políticas nacionales. Yo fui un hombre que honró el cargo. Debo haber sido el senador más hostil que tuvo Cristina Kirchner. Cuando se estatizó YPF, yo fui el único que pedí que se pagaran los daños ambientales a la provincia del Chubut. No conseguí los números y perdí la votación, pero yo no acompañé un solo proyecto que tuviera que ver con la provincia, sin que Chubut tuviera injerencia alguna”.
Por otra parte, Cimadevilla se refirió a su papel durante el gobierno de Mauricio Macri frente a la Unidad Especial de Investigación del Atentado a la AMIA. “Cuando el presidente Macri asume la presidencia, a mí me ofrecen hacerme cargo de la investigación de la AMIA. A poco tiempo de andar me di cuenta de que no tenían intenciones de esclarecer el tema, sino de proteger a amigos suyos que estaban procesados en esa causa. Fui el primer radical que se apartó del gobierno de Macri”, señaló.
Por último, el entrevistado puso el foco de análisis en la convención radical que se llevó a cabo en el año 2015 en la localidad entrerriana de Gualeguaychú, en donde la Unión Cívica Radical selló su alianza con el PRO, el partido político encabezado a nivel nacional por Mauricio Macri. “Yo estuve en la convención de Gualeguaychú en el año 2015.
La gente resume la discusión que tuvimos ahí en un solo tema, solo hablan de la alianza que hicimos, pero la discusión fue mucho más profunda. Duró casi un día y una noche, se habló mucho de las diferencias ideológicas de los partidos que componían la alianza. Creo que fue Federico Storani el que planteó que en Argentina tenía que haber un cambio político y que quizá solos no podíamos. En la Argentina venía gobernando el mismo partido durante los últimos doce años, había que lograr un recambio. Las democracias no funcionan si no hay recambios y, por otro lado, no había equilibrio parlamentario. Por eso decidimos aliarnos, para lograr estos dos objetivos. Pero nosotros pensábamos que íbamos a tener más protagonismo en el gobierno de Macri, participación activa en las decisiones de gobierno, y eso no fue lo que pasó. El radicalismo le prestó un servicio de nuevo al país, ayudando a un cambio de signo político, pero en muchas ocasiones no fuimos tenidos en cuenta”, concluyó Cimadevilla.
*DC