23 octubre, 2021
Los sondeos que recibió secretamente Alberto días atrás a la Quinta presidencial de Olivos siembran preocupación en el oficialismo. El primero en leer los documentos fue el propio Presidente. Sobre las hojas se volcaban datos poco alentadores para el jefe de Estado, que observó con preocupación cómo las últimas encuestas marcan que el Frente de Todos no logra dar vuelta la elección y aún continúa por debajo de Juntos.
Esta tendencia se mantiene pese a las medidas que adoptó el Gobierno como mejorar el salario mínimo y eliminar la mayoría de las restricciones por el coronavirus, entre otras. La Casa Rosada intentó mostrar más gestión y una agenda positiva para dar vuelta el resultado de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) pero por el momento los intentos son en vano.
Las cifras que analizó el Presidente exponen una leve mejoría del oficialismo en el conurbano gracias a la campaña puerta a puerta y la mayor cercanía con el electorado pero de igual modo el aumento del caudal de votos por ahora está lejos de garantizarle una victoria en las urnas. Esta campaña silenciosa es llevada a cabo por los intendentes, que en este tramo de la campaña muestran una actitud más colaborativa.
En este contexto, en el espacio que encabezan Diego Santilli y Facundo Manes (Juntos) dicen que mantienen la diferencia de 4 puntos mientras que en la Ciudad de Buenos Aires María Eugenia Vidal está cerca del 50 por ciento.
En la Casa Rosada reconocen que las medidas adoptadas no lograrán tener un impacto en el electorado antes de noviembre, por lo que el escenario es complejo. En una situación de alta inflación y una canasta básica cada vez más costosa, el bolsillo es un factor clave a la hora de votar. De hecho el propio candidato a diputado nacional Daniel Gollan reconoció que “con más platita en el bolsillo de la gente” el resultado hubiese sido otro. Este plan por ahora no funcionó.
Una de las primeras reacciones del Gobierno tras la derrota fue la de mostrar mayor cercanía con el electorado a través de recorridas por los barrios, mateadas en el conurbano y diálogo con los sectores más vulnerables. “Es momento de escucharnos”, dijo Alberto Fernández tras un encuentro con vecinos en San Martín.
La estrategia del Gobierno se basa en estirar su ventaja respecto a Juntos por el Cambio en la tercera sección electoral y mejorar su performance en la primera, en donde la oposición se alzó con una victoria. Ambos resultan territorios claves con casi 9 millones de electores que podrían inclinar la balanza a favor o en contra del oficialismo.
En el Frente de Todos persiste una teoría respecto a los motivos por los que el kirchnerismo no logró imponerse en las urnas: creen que se debe a las personas que no emitieron su voto. Al máximo nivel del poder, se hicieron cuentas y en la provincia de Buenos Aires entienden que se deben recuperar parte de los 2 millones de votos que el espacio perdió respecto a las PASO de 2019. El Frente de Todos cosechó este año 2.789.022 de apoyos, lejos de los más de 5 millones que había obtenido dos años atrás.
La empresa asoma compleja, principalmente porque los referentes del espacio entienden que es muy poco el tiempo con el que cuenta el Gobierno para hacer que se noten las medidas económicas impuestas por la Casa Rosada, como el aumento del salario mínimo.
La mayor presencia del oficialismo en el conurbano encendió las alarmas en la oposición, que trabaja en un mega operativo de fiscalización para evitar cualquier tipo de irregularidad que afecte el recuento de votos. Este dispositivo pondrá el ojo en regiones clave del conurbano como la tercera sección electoral, donde se encuentran bastiones K como La Matanza. En el espacio que lidera Horacio Rodríguez Larreta tienen en claro que en esos distritos el objetivo no es ganar sino evitar que el oficialismo estire la ventaja.
“En La Matanza y otros distritos de la tercera no se puede ganar, pero la idea es que ellos no superen el 50% en ninguno”, repiten en Uspallata. En rigor en el municipio de Fernando Espinoza el Frente de Todos cosechó alrededor del 44% de los votos mientras que Juntos sumó 25 puntos. Así y todo: en La Matanza el kirchnerismo perdió 200 mil votos respecto de la elección anterior.