13 julio, 2021
En los próximos días, comenzarán las tareas en los campos ovinos de la provincia. Calculan que trabajarán cerca de 50 empresas y se movilizarán 1.100 personas.
Tras el inicio de la zafra lanera, en los próximos días comenzarán las esquilas en los primeros campos ovinos de la provincia del Chubut. A diferencia del año pasado, no habrá restricciones al movimiento de las personas que trabajarán en los establecimientos ni se les exigirá hacer una cuarentena en el marco de la actual situación epidemiológica y sanitaria por la pandemia.
Desde el Gobierno provincial, estiman que trabajarán cerca de 50 empresas, se movilizarán alrededor de 1.100 personas para las tareas y se producirán entre 10 y 11 millones de kilos de lana.
La esquila se va a prolongar hasta el 30 de junio del año que viene. Por lo tanto, en los próximos días comenzarán las esquilas en los primeros campos de la zona costera (Península Valdés y, luego, más hacia el sur, como por ejemplo Camarones y Bahía Bustamante) hasta extenderse hacia el centro y el oeste del territorio provincial.
“A medida que pasan los días y se acerca la primavera, las esquilas preparto se van extendiendo hacia el centro y el oeste de Chubut hasta que llega un momento, en el mes de octubre, que se superponen algunas esquilas preparto de la cordillera con las posparto de la costa o meseta central”, detalló Ariel Aguirre, director de Ovinos y Caprinos (área que depende de la secretaría de Ganadería provincial) y coordinador en Chubut de PROLANA (programa nacional destinado al productor lanero), durante una entrevista concedida a Radio 3 de Trelew.
“Las restricciones al movimiento de las personas comenzaron en marzo del 2020, momento en el que se estaba a punto de empezar con la pelada de ojos y descole. Ahí, pusimos a prueba un protocolo que hacía eje en grandes puntos, como el distanciamiento social entre los integrantes de la empresa de esquila y el personal del establecimiento, la higiene personal y la desinfección de los elementos de trabajo y de transporte. A eso, le sumamos, en aquel momento, algo que continuó hasta la esquila misma, como lo fue el hecho de que no podían ingresar personas provenientes de otras provincias sin antes hacer una cuarentena en el lugar de llegada”, recordó Aguirre.
En este sentido, Aguirre evaluó que la medida dispuesta en su momento “fue extremadamente complicada”, ya que “la mayoría de las empresas (más de 40) que se registran cada año en Chubut tienen uno o más integrantes que provienen de otra provincia, principalmente de Río de Negro (en especial de las localidades de la denominada Línea Sur), Corrientes, Entre Ríos, La Pampa y de Buenos Aires”.
“Por ende, a diferencia de la zafra pasada, en la actual no existirán restricciones al movimiento de las personas, especialmente si vienen de esas zonas, de manera que no se les exigirá una cuarentena ni permisos de circulación provinciales, tal como era necesario el año pasado”, continuó.
De esta forma, la zafra se desarrollará bajo “los protocolos vigentes, como lo son el distanciamiento, la higiene y la desinfección de los medios de transporte y equipamientos”. Además, dado que el estatus sanitario provincial es similar al de Río Negro y Santa Cruz, las empresas contratadas podrán circular, según se indicó.
«A diferencia de la zafra pasada, en la actual no existirán restricciones al movimiento de las personas, de manera que no se exigirá una cuarentena ni permisos de circulación provinciales, tal como era necesario el año pasado», dijo Aguirre.
“Tras un año de haber machacado la importancia de mantener el distanciamiento social, la higiene del personal y la desinfección de los vehículos y el equipamiento, entendemos que tanto los integrantes de las empresas de esquila como los productores y las personas que trabajan en los establecimientos deben asumir esa responsabilidad personal para intentar minimizar los riegos tanto a nivel individual como grupal”, añadió.
Desde el Gobierno provincial estiman que, durante la actual zafra y en sintonía con la anterior, trabajarán cerca de 50 empresas y se movilizarán alrededor de 1.100 personas para las tareas en los establecimientos rurales.
“El año pasado terminamos con 50 empresas de esquila, de las cuales 45 brindaron servicios a terceros, mientras que 5 lo hicieron bajo una modalidad que denominamos por administración, que es cuando un productor contrata a los trabajadores que van a realizar la tarea hasta que se termine la esquila en su predio o predios. Este año esperamos una cantidad similar de empresas, con un flujo fluido entre las provincias de Chubut y Santa Cruz”, contó el coordinador a nivel provincial del Programa para el Mejoramiento de la Calidad de la Lana (PROLANA).
Aguirre también consideró que la calidad de la lana variará dependiendo la ubicación de los establecimientos. “No han tenido la misma suerte todos los productores, ya sea si se lo observa tanto por zona como por época del año. Por ejemplo, las primeras esquilas preparto comenzarán en la zona costera, donde, a pesar de no haber sido tan bueno el escenario en la primavera y principios del verano último, comenzaron a registrarse lluvias a partir de febrero y, en ese contexto hasta hoy en día, se supera el promedio histórico de esos establecimientos para los meses mencionados”, graficó.
“No fue un año parejo o uniforme y tampoco lo fue con relación a las zonas, donde -por ejemplo- especialmente en algunas partes de la meseta central ha sido seco y lo sigue siendo”, añadió.
“No esperamos tener lanas de buena calidad en toda la provincia del Chubut. Las preparto son normalmente de calidad superior a las posparto, pero aún dentro de las esquilas preparto esperamos encontrar -en algunos casos- lanas que denominamos ‘débiles’ o ‘quebradizas’, debido a la falta de agua en el verano o de alimento en ese momento”, adelantó.
“Tenemos un estimado de producción de entre 10 y 11 millones de kilos de lana sucia para esta zafra 2021/2022 en la provincia del Chubut, es decir, que va a ser aproximadamente igual o quizá levemente menor con relación a lo obtenido el año pasado”, detalló Aguirre.
En el territorio provincial, hay 2.343.993 de ovinos, según un informe del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de Chubut, el cual se basa en la Encuesta Ganadera Obligatoria (2019) y ha sido elaborado el 31 de mayo de este año.
El proyecto que modifica la denomina Ley Ovina obtuvo la semana pasada dictamen en las comisiones de la Cámara de Diputados y, por lo tanto, está en condiciones de ser tratado en el recinto.
El Régimen para el Recupero de la Actividad Ovina (25.422), denominado como Ley Ovina, fue sancionado el 4 de abril de 2001 y prorrogado (en 2011) por diez años. Su vigencia venció el 5 de abril último.
Es en ese contexto que ahora se trata una iniciativa que introduce modificaciones a ley N°25.422 y crea un régimen de promoción para la ganadería ovina y de llamas en el país, con fondos por hasta $850 millones. El proyecto ya cuenta con media sanción por parte del Senado y resta que sea tratado en el recinto de la Cámara baja.
“Cuando nació la Ley Ovina hace cerca de 20 años atrás, el aporte del Estado nacional a ese fondo fiduciario era de 20 millones de pesos (equivalente en ese momento a 20 millones de dólares). A lo largo de los años, ese valor no se fue actualizando en la misma medida al punto que se llegó a este 2021 con un fondo totalmente desactualizado respecto del original, que era significativo, importante y daba posibilidades de transformación al sector. Ahora, todavía se está intentando en el Congreso lograr volver a dar fondos en cantidades que sean suficientes”, consideró.
«Tenemos un estimado de producción de entre 10 y 11 millones de kilos de lana sucia para esta zafra 2021/2022 en la provincia del Chubut», detalló Aguirre.
“Es importante que, al momento que esos fondos sean distribuidos, se tenga en cuenta que Chubut y el resto de las provincias patagónicas son las que tienen el mayor número de explotaciones agropecuarias y en las cuales, además, la actividad ovina es -en su mayoría- un monocultivo y la única fuente de ingreso de los productores, a diferencia de lo que ocurre en otras jurisdicciones del centro y norte del país donde es de tercer, cuarto o quinto orden y muchas veces está relacionada al autoconsumo y no a la producción comercial”, remarcó.
Aguirre evaluó que la Ley Ovina ha ocupado un rol importante «a nivel predial» en los establecimientos porque ha fomentado la inversión “a costos razonables, para la búsqueda de nuevas fuentes, como por ejemplo el aprovisionamiento de agua, el apotreramiento de los mallines, la recuperación de los alambrados, la realización de los caminos internos y a las mejoras genéticas y de las instalaciones de corrales y galpones de esquilas”.
“Cuando uno lo compara con alguna otra posibilidad bancaria, los beneficios de solicitar un aporte reintegrable a la Ley Ovina son infinitos. Además, fue muy útil para el sector estatal en el marco de algunos programas, como el de PROLANA o los sanitarios que dieron como resultado la erradicación de la sarna en la provincia del Chubut, ya que fueron financiados parcialmente con fondos de la ley”, concluyó.