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5 diciembre, 2022

Lago ‘no tan Escondido’: Quiénes son Tomi y Nico del escándalo de los chats de jueces federales

Pasaron un fin de semana en Lago Escondido, se desconoce quién pagó vuelo privado y alojamiento.

Lago ‘no tan Escondido’: Quiénes son Tomi y Nico del escándalo de los chats de jueces federales

Por Martín Belvis

Entre las conversaciones escandalosas jueces federales y funcionarios de la ciudad de Buenos Aires volcaron en un chat de Telegram creado para buscar coartadas a un viaje conjunto a la estancia Lago Escondido, del multimillonario inglés Joseph Lewis, que no fue pagado por ellos, aparecen dos personas con vínculos estrechos con Bariloche: Tomi y Nico.

Ya se sabe que del contingente que llegó en avión privado al aeropuerto de Bariloche y se trasladó por tierra a Lago Escondido participaron Pablo Casey, director de Asuntos Legales e Institucionales del Grupo Clarín y sobrino de Héctor Magnetto; el CEO de Clarín, Jorge Rendo; los jueces Pablo Yadarola, Julián Ercolini, Pablo Cayssials y Carlos Mahiques; el ministro de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro; y el exSIDE Leonardo Bergroth.

La filtración, que amenaza con levantar un escándalo de consecuencias difíciles de dimensionar en la política y la Justicia, fue creciendo con el correr de las horas del domingo hasta que el chat íntegro (o gran parte de él) se terminó viralizando por los servicios de mensajería y las redes sociales.

 

El nombre del grupo de chat

El viaje fue en octubre (se descartó la excusa de un tour de pesca porque la temporada abrió después) y generó una serie de denuncias penales en Buenos Aires y en Bariloche. Al hilo de conversaciones comunes le pusieron de nombre «Grupo Donatto contrataca». Y participan todos los que se subieron a ese avión privado y pasaron dos días en «casas de huéspedes» de Lago Escondido, ubicado en el paraje El Foyel, al sur de Bariloche.

Los medios (afines al kirchnerismo) que dieron las primeras informaciones sostienen que el viaje lo pagó el grupo Clarín. Pero al parecer, el que ofició de organizador es Tomás Reinke, un personaje que, tras un paso por el Alto Valle como gerente de un diario, apareció como ejecutivo de una consultora o agencia de publicidad llamada inicialmente Sentidos y ahora como presidente de Mediabit. Este es el Tomi que participa del chat y es profusamente mencionado como el que les juntó las cabezas a los turistas VIP.

Sentidos maneja la comunicación del Emprotur, el ente que tienen la municipalidad de Bariloche y los empresarios para difundir el destino.

 

Como un hijo para Lewis

Nico es el que los recibió en el aeropuerto, los llevó a la estancia que rodea el lago Escondido, intangible para el común de los mortales, y los acomodó en sus habitaciones. Se desprende además que fue el que los llevó en helicóptero a esquiar en lo alto de un cerro (hay fotos que hacen suponer que se trata de Baguales, de capitales qataríes).

Se trata de Nicolás Van Ditmar, un barilochense que trabajó con su padre en la inmobiliaria que llevaba el apellido y que terminó siendo el lugarteniente de Lewis en la región. «Para él, es como un hijo», le dijo al diario Río Negro un colaborador de la empresa, que se llama Hidden Lake.

Se desprende de las conversaciones que Van Ditmar fue citado a declarar en la causa radicada en el Juzgado Federal de Bariloche. Entre los chateros convinieron darle a Nico todo el asesoramiento para que la declaración, realizada de manera virtual, fuera corta, pero aparece como una piedra en el camino la manera en la que estos turistas pagaron el viaje en avión privado (alguno menciona que costó 120.000 pesos por cabeza) y el alojamiento. «No podemos decir que llevamos tanta plata en efectivo», dice, palabra más, palabra menos, uno de ellos.

La fiscal de la causa en Bariloche es Cándida Etchepare. En un audio, el juez Ercolini indica: «Lo ideal sería que la mina pida, no que nos presentemos porque si no seríamos imputados, que es una locura, a (el nombre de la empresa es ininteligible) si existió ese vuelo, lista de pasajeros, y las constancias, no facturas, y lo mismo a Lago Escondido; con eso se descarta cualquier tipo de dádiva y después es todo un ‘bluff’. Lo mejor es que lo cierre la mina de allá». La mina es la fiscal. «Después hay que hablar con la jueza de allá», que es Silvina Domínguez, titular en Zapala y subrogante en Bariloche.

 

*RN