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23 septiembre, 2025

La plaga de ‘Tucuras Sapo’ avanza en Chubut y Río Negro: porqué se produce

Afirman que el estallido poblacional se da cada tres años. Cuando emergen, hay entre 100 y 170 saltamontes por metro cuadrado. Los investigadores evalúan aspirarlos para usarlos como bioinsumos ya que tienen una alta fuente proteica.

Por Lorena Roncarolo/RN*

Como sucede cada tres años, el estallido poblacional del tucura sapo ya se siente en el sur de Río Negro y en Chubut y se espera el pico para noviembre y diciembre. Los investigadores evalúan, a través de pruebas, la posibilidad «aspirar» grandes cantidades de estos saltamontes, evitando el uso de agroquímicos para disminuir la población en forma masiva. Y a la vez, estudian el posible aprovechamiento del insecto como un bioinsumo ya que tiene una altísima fuente proteica.

«El tucura es una especie endémica, nativa de la Patagonia, pero considerada una especie perjudicial. Podemos llegar a ver entre 100 y 170 tucuras por metro cuadrado cuando emerge y, hay años en que no se ve nada. Pero cada tres años hacen un estallido poblacional en Río Negro y en Chubut. También en Santa Cruz aunque acá está desfasado», indicó Valeria Fernández Arhex, investigadora independiente del Conicet en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) Bariloche.

En agosto se empezaron a encontrar ejemplares de tucura. Días atrás, la investigadora recorrió la zona de Cushamen que ya fue declarada en situación «de emergencia». Por eso, largaron los alertas.

Allá por 2010 empezaron a registrarse estallidos poblacionales de esta especie que se acentuó aún más en 2019. Por eso, a comienzos del 2020, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) declaró la emergencia fitosanitaria por los tucura en Chubut, Río Negro y Santa Cruz. En ese momento, se conformó una Comisión Patagónica entre diversos organismos abocados a la problemática. «Al ser una especie esporádica, los productores se olvidan del bicho al no verlo. Pero incentivamos el trabajo en red para capacitar, hacer alertas y explicar cuándo se necesitan agroquímicos o pulverizar», advirtió esta doctora en Ciencias Biológicas.

El tucura sapo es una especie propia de la estepa, herbívora y polífaga -se alimentan de distintas especies de plantas-. «El problema -aclaró Arhex- es que con el estallido, no están solo en la estepa. Se da como una especie de procesión. No vuelan, pero se trasladan a otros lugares, como las casas de los productores. Entonces, no solo se alimentan de los pastos de la estepa -compitiendo con el ganado ante la escasez de alimento- sino que empieza a aparecer en las casas».

No pica, no muerde, ni trasmite enfermedades. «Pero da impresión. Abrís un cajón y los ves. O aparecen caminando por la pared. Tienen un fuerte efecto social. Están en los cuerpos de agua, se comen las huertas, los pastos, entran a las casas. Es desesperante», planteó.

¿Desde cuándo está presente el sapo tucura? Desde siempre. Es nativo. «Siempre hubo poblaciones aunque nunca en estas dimensiones. En los últimos años se registró una mayor densidad poblacional por metro cuadrado. Se considera plaga a partir de 15 tucuras por metro cuadrado y acá hablamos de entre 100 y 170. ¿A qué se debe? Puede ser el cambio de clima, pero no hay datos concretos. No sabemos por qué estalla cada tres años«, reconoció.

La hembra deposita sus huevos bajo tierra y si las condiciones son óptimas, emerge en forma de mosquita y se va desarrollando. Son los primeros estadios. Dependiendo del clima, se alargan o se acortan. Cuanto más calor, su desarrollo es más rápido, pero han eclosionado incluso con nieve.

El control de la población

Ante la problemática, el Senasa, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), el Conicet y los productores evalúan herramientas de control que no solo sean agroquímicas.

«Se usa un cebotucuricida que se diferencia del cebo tóxico de predadores: tiene un porcentaje de agroquímicos y de salvado de trigo que se arroja en el campo. Es atrayente y cuando el bicho lo come, se muere. Hasta ahora, no se ha visto mortandad de aves ni de otros animales. Es justo para este insecto«, comentó Arhex.

Cuando emerge la plaga, los insectos se ven todos amontonados. En ese momento, se recomienda llevar adelante un monitoreo para evaluar si conviene tirar agroquímicos. «El agroquímico es de contacto, no sirve tirar por tirar. A medida que va creciendo el bicho, se recomienda tirar el cebotucuricida ya que lo va a comer», comentó.

Hasta ahora, los resultados han sido positivos. Pero se avanza en una alternativa sin agroquímicos. «Al tratarse de una plaga, no sirve una sola herramienta. Por eso, se habla de manejo, dependiendo del ciclo de vida del bicho. Para las viviendas, las huertas y cercanías probamos un prototipo de un kit de aspiración. Se aspira el insecto sin usar agroquímicos y se lo usa como bioinsumo porque tienen una fuente proteica muy alta. Ya hicimos análisis nutricionales y registra un 70% de proteínas», resaltó.

Los investigadores evalúan usarlo como biofertilizante o fuente proteica para consumo animal. La «harina de tucura» ya se probó en alimento balanceado para peces. «Si bien todo está a prueba, sabemos que sirve. La idea no es erradicarlo sino disminuirlo para que no haya estallidos poblacionales. Son muy voraces», dijo.

Arhex estimó que los nacimientos de los tucuras se extenderán hasta enero, con un estallido entre noviembre y diciembre. «Con estos picos de calor se desarrollan más rápido. Por eso, hay que repetir los monitoreos cada 15 días para saber qué herramientas usar», dijo.

*RN