30 mayo, 2021
Esa es la principal preocupación de los administradores, según un informe privado. Detrás se ubican la comunicación con los vecinos y la imposibilidad de reunirse por la pandemia, con un 30,8%, y luego viene el mantenimiento de la estructura del consorcio, 12,1%, entre otros.
En medio de la segunda ola de Covid-19, la morosidad en el pago de expensas en edificios saltó en abril del 20% al 36% promedio a nivel nacional, por el aumento de costos y la recesión profundizada por las medidas de aislamiento, según un informe privado.
De acuerdo con un relevamiento de la consultora Consorcio Abierto, la principal preocupación de los administradores son los retrasos en los pagos.
Detrás se ubican la comunicación con los vecinos y la imposibilidad de reunirse por la pandemia, con un 30,8%; el mantenimiento de la estructura del consorcio, 12,1%; el cumplimiento de los protocolos por la emergencia sanitaria del 9,9%; la coordinación con encargados, 4,4%; y con proveedores, 1,5%.
«En un contexto de alta inflación mensual, con incrementos acordados para el personal de limpieza (27,44%), encargados de edificios (32%) y de vigilancia (16,03 + 9,18%), las expensas de los consorcios se ven incrementadas», explica el informe.
El director de Consorcio Abierto, Albano Laiuppa, afirmó que «muchos de los inconvenientes asociados a los retrasos en los pagos tienen que ver no sólo con la falta de dinero, sino con la imposibilidad de movilizarse para ir a hacer los pagos personalmente, como se hacía antes, y el desconocimiento acerca
de las fechas y medios de pago alternativos».
Mariano De La Torre, directivo de la consultora, advirtió que «se prevé que las expensas den un nuevo salto en los próximos meses y pidió considerar que en un edificio la vigilancia y la limpieza representan el 70% del gasto; y en un edificio chico es el 50%».
Según el informe, en los edificios donde hay inquilinos, en oficinas y locales comerciales, la morosidad se incrementó en estos últimos meses, mientras que donde la mayoría son propietarios, no ha habido grandes inconvenientes».
Advierte el relevamiento que el aumento de la morosidad dependerá de los «paulatinos aislamientos y cierres comerciales que tengamos que seguir afrontando».
«Lo que sucede si se incrementa la morosidad es que se empieza a atrasar el pago a los proveedores. Hay un fondo de reserva que normalmente es operativo para cubrir el día a día, y cuando se consume ese fondo se empieza a atrasar el pago a los proveedores», explicó De La Torre.
*NA