La erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, un volcán submarino a 65 kilómetros situado en el Reino de Tonga, en la Polinesia, es una de las más violentas que se han registrado en los últimos treinta años en el planeta.
“La gran y explosiva extensión lateral de la erupción sugiere que probablemente fue la mayor desde la erupción del Pinatubo el 13 de junio de 1991”, dijo a Radio New Zealand Shane Cronin, vulcanólogo de la Universidad de Auckland.
La atronadora erupción del Hunga Tonga Hunga Ha’apai, un volcán con un amplio historial de actividad, pudo escucharse a cientos de kilómetros de distancia y sus cenizas y vapor fueron expulsados a unos 20 kilómetros de altura.
“Los efectos de la erupción se sintieron en todo el mundo, con la onda expansiva y el tsunami asociados reportados tan lejos como Alaska”, indica Heather Handley, vulcanóloga y profesora adjunta de la Universidad de Monash (Australia) en declaraciones al Science Media Centre australiano.
La nube de humo expulsada por el volcán, que provocó un tsunami, tuvo un diámetro de 260 kilómetros y se pudo observar por los satélites en la órbita terrestre.
Una gran erupción
“El trabajo de investigación que hemos completado en el volcán Hunga muestra que ha habido muchas erupciones históricas (la más reciente en 2009 y 2014-15).
Estos eventos históricos son demasiado pequeños como para dejar cenizas significativas en las islas principales y, por lo general, no causan problemas”, recalca Cronin al Science Media Centre de Nueva Zelanda.
Sin embargo, “también hemos encontrado pruebas de dos grandes erupciones en Hunga. La erupción actual parece ser uno de estos grandes eventos”, añade el experto.
Igual opina Marco Brenna, geólogo de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda): “Las imágenes de satélite parecen mostrar una erupción muy importante, mucho mayor que las de la historia reciente del Hunga (1912, 1937, 1988, 2009 y 2014)”.
“La pluma eruptiva (nube) se extendió por una vasta zona, incluidas las islas habitadas de Tonga.
Por lo tanto, es probable que se produzca una lluvia de cenizas que afectará a la salud de la población local, por ejemplo, contaminando el agua potable y provocando problemas respiratorios”, advierte el experto.
Además, los habitantes de Tonga deben permanecer atentos a nuevas erupciones y a posibles tsunamis. “Los depósitos geológicos de las erupciones de Hunga Ha’apai de los años 200 y 1000 d.C. –las dos grandes erupciones históricas– sugieren que hubo muchas fases eruptivas.
Esto supone que el actual episodio eruptivo podría durar varias semanas o meses y que es posible que se produzcan otras erupciones de tamaño similar a la del 15 de enero de 2022”, avisa Cronin.