22 noviembre, 2024
En un desarrollo histórico para la justicia internacional, la Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido órdenes de arresto contra Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, el exministro de Defensa Yoav Gallant y Mohammed Deif, líder militar de Hamás, acusándolos de crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en el contexto del conflicto en Gaza entre octubre de 2023 y mayo de 2024.
Por Cristhian Pagot*
Las acusaciones contra Netanyahu y Gallant se centran en el uso deliberado del hambre como método de guerra, así como en ataques intencionados contra la población civil en Gaza. Según la CPI, durante este período, el gobierno israelí implementó un bloqueo extremo que privó a los habitantes de Gaza de bienes esenciales como alimentos, agua y medicinas. Esta estrategia resultó en la muerte de numerosos civiles, incluidos niños, debido a la desnutrición y la deshidratación. Los jueces calificaron estas acciones como violaciones graves al derecho internacional humanitario.
Por otro lado, Mohammed Deif, figura emblemática de la rama militar de Hamás, también ha sido señalado por su presunta participación en crímenes de guerra. Sin embargo, la Fiscalía enfrenta incertidumbres sobre su estado actual, pues se reportó su posible fallecimiento en junio de este año, aunque aún no ha sido confirmado oficialmente.
Un aspecto clave de este caso es la reafirmación de la CPI sobre su capacidad para ejercer jurisdicción en los territorios ocupados de Palestina, a pesar de las objeciones presentadas por Israel. Este fallo sienta un precedente importante, dado que refuerza el reconocimiento de Palestina como un estado bajo el Estatuto de Roma, lo que permite a la CPI investigar y enjuiciar crímenes cometidos en su territorio.
Desde su creación, la CPI ha enfrentado desafíos considerables para perseguir crímenes de guerra en conflictos de alto perfil, particularmente cuando los acusados pertenecen a naciones poderosas o cuentan con aliados influyentes. En este caso, la falta de cooperación de Israel y la compleja dinámica política internacional añaden capas de dificultad al cumplimiento de las órdenes de arresto.
Aunque las acciones de Netanyahu y Gallant han captado la mayor atención mediática, la CPI también ha investigado crímenes presuntamente cometidos por líderes de Hamás. En este sentido, se presentaron solicitudes de arresto contra Yahya Sinwar e Ismail Haniyeh, quienes fueron eliminados en ataques recientes. Esto deja como principal acusado a Deif, cuya posible muerte podría complicar las investigaciones.
La CPI carece de un mecanismo propio para ejecutar arrestos, lo que significa que depende de la cooperación de los estados miembros del Estatuto de Roma y de la presión de la comunidad internacional. En este contexto, surge la pregunta de si estas medidas serán suficientes para generar un cambio tangible en las dinámicas de impunidad que han caracterizado este conflicto.
Estas órdenes de arresto subrayan la intención de la CPI de actuar contra las violaciones de derechos humanos de ambas partes en el conflicto. Sin embargo, los críticos han señalado que la eficacia de estas medidas depende no solo de la cooperación de los estados, sino también de la presión internacional para garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia.
Este anuncio de la CPI llega en un momento en que las tensiones entre Israel y Palestina han alcanzado niveles alarmantes, con miles de civiles atrapados en el fuego cruzado de un conflicto que parece no tener fin. Aunque las órdenes de arresto representan un paso significativo hacia la rendición de cuentas, su impacto real está por verse.