La Corte Suprema resolvió que jueces, funcionarios y empleados judiciales regresarán en forma presencial a sus puestos de trabajo a partir del 1 de septiembre próximo, a excepción de las embarazadas y personas con enfermedades consideradas de riesgo, a partir de haberse agilizado el ritmo de vacunación contra el coronavirus.
Así quedó establecido en la acordada 14/21, que lleva las firmas de los jueces Carlos Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti.
«En las actuales condiciones corresponde adoptar las medidas pertinentes a fin de que la prestación del servicio de Justicia pueda efectuarse de un modo más eficiente», señala la disposición que deja sin efecto la licencia prevista en una acordada anterior.
A partir de la agilización del ritmo de vacunación, la Corte decidió convocar al personal del Poder Judicial que cuente con al menos una dosis del esquema previsto contra la Covid-19, siempre que hayan transcurrido 14 días desde su aplicación.
Quedarán «excluidos de lo dispuesto, en esta etapa, las mujeres embarazadas y aquellos que padezcan enfermedades que los hagan más vulnerables al referido virus».
Con todo, el máximo tribunal aclaró que las funciones y tareas que se vayan incorporando deberán estar siempre atadas a la situación epidemiológica de cada jurisdicción o localidad.
También los jueces remarcaron que todos los asistentes a sedes judiciales, como profesionales y litigantes, entre otros, deberán cumplir con las medidas de prevención y resguardo que se adoptan en cada ámbito.