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20 febrero, 2023

La comparsa de la semana: ¿Proscripta, no proscripta, o condenada?

Por Juana de Arco*

Un día después de cumplir sus impecables 70 años y en el marco de la semana del Carnaval 2023, Cristina FK vuelve a ser el centro del debate político interno del FdT, (porque hacia afuera, hay que decirlo, cada sector tiene su matriarcado fresco y litigante…Bullrich, Vidal, Carrió, Chiche Duhalde, y una extensa lista de mujeres en pugna por su porción de poder).

La diferencia es que Cristina está al límite de muchas posibilidades y transitando una interminable pendiente, se podría decir sin temor a error, casi desde que partió Néstor. Esa lucha de poder de la institución psicosocial de la pareja presidencial era un elemento hasta sano en la definición y dinámica de las pretensiones de poder kirchneristas, esencial para definir amigos, enemigos y aliados. La imparidad que continuó se hizo sentir en desbalance casi despótico de punto de vistas y acciones.

Desde hace tiempo, ya enfilado su último mandato, el nivel de cripsación y confrontación de una Cristina permanentemente a la defensiva fue generando un evidente rechazo social, al punto de perder el gobierno y parte del poder. Posteriormente la alianza que la devolvió a la función, debió ser muy diversa e impostada para remedar la ecuación electoral (aprovechando el desbrillo opositor en gestión) con los resultados a la vista que muestran un gobierno de Alberto Fernández, con una interna permanente e insufrible que taconea los mismísimos pasillos de la Rosada y hasta blande bombos en la puerta de Olivos.

En esa arena movediza de supervivencia que ha sostendio Cristina, el ‘enemigo externo’ fue sirviendo, pero con cada vez menor eficacia en términos de posicionamiento. En definitiva Cruela de Vil en la novela de Dodie Smith ejercía el poder y lucía sus caprichos elegantes, pero a costa de los 101 dálmatas (perronistas), que terminaron volcando la balanza de aprobación mayoritaria del público, siempre más amigo del más débil y más inofensivo, para traducirlo figuradamente en idioma Disney.

En una gran mayoría de la argentinidad superviviente a la política, y donde la lucha diaria es por la propia subsitencia, entiéndase mantener el laburo, poder pagar los esencial, conservar algo de salud, vincularse sin explotar con el inmediato, sonreír todos los días conservando energía para tratar de ser felíz un rato y además planificar un futuro para la progenie ejercitando la visualización positiva, lidiar también con la idea que Cristina es víctima de la justicia que la juzgó y la condenó, de los funcionarios que robaron y la involucraron sin querer, de la oposición que la confronta, de la conspiración de los Copitos que derivó de un atacante diletante con un arma rara, de la policía que no la cuidó, de la custodia que si la cuidó pero no lo suficiente, de los albertistas que se cansaron de su despelleje perruno, de los peronistas que no están dispuestos a ceder el sello, etc etc..es como un poco mucho.

Sin embargo, mal que nos pese, ese estado de negación positiva parece ir permitiendole a Cristina transitar su tercera edad política mientras busca una puerta más amigable para entrar en la historia, convencida que su mirada social aún se mantiene vigente y que la receta populista en un mundo que ha dado demasiadas vueltas y barquinazos ideológicos, puede funcionar aún.

Esta semana carnavalesca el detalle de ese modo de permanecer vigente a través de la confrontación y el pseudo debate se posicionó bajo el apotegma: ‘Cristina sí, Cristina no’. ¿Proscripta, no proscripta, condenada, o sentenciada? La idea de fondo de algunos asesores de café sería ocupar el centro del debate político con dilemas siempre en torno a su figura en el marco de la pulseada interna que deberá dar en el FdT primero y ante la sociedad después. Garantizarse la función pública es por ahora la madre de las batallas antes de enfrentar la definitiva en Tribunales, y para eso ya no bastaría con fueros legislativos.

 

Dos caras, varias caretas

Lo curioso y hasta risueño es que dos funcionarios del actual gobierno del Frente de Todos se enfrentaron en una discusión para el laboratorio por Cristina.

Por un lado Aníbal Fernández, un exfuncionario de Néstor que ahora acompaña a Alberto en gestión y que quedó herido de cristinismo en el último gobierno de Cristina.

Salió sin mucha anestesia como es su costumbre a decir que «Cristina no está proscripta, los que dicen eso quieren proscribir al Presidente», metiendo la dicotomía hacia adentro de la alianza. «Yo tengo que hablar por lo que dicen las leyes», señaló el ministro de Seguridad, quien además admitió que se trata de una «complicación» para un político presentarse a una elección en medio de un proceso, en alusión a la vicepresidenta y el clamor que están generando desde su filas.

Aníbal Fernández, ministro de Seguridad del FDT dice que «Cristina no está proscripta», sino condenada en primera instancia e inhabilitada a ocupar cargos públicos

 

Aníbal Fernández se refirió sin vueltas a los cuestionamientos desde La Cámpora y el cristinismo, que apuntan que la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua por corrupción dictada en primera instancia contra la Cristina es una proscripción. «A ellos nunca les escuché decir que CFK es inocente. Yo sí lo creo y lo digo», expresó el ministro.

Para el titular de la cartera de Seguridad, el Presidente «tiene todo el derecho del mundo de presentarse como candidato, pero también tomó la decisión de abrir el juego a todos los que quieran participar. Lo que digo es que muchos que hablan de proscripción lo que hacen es pretender proscribirlo a él. Que ni lo sueñen». «El Presidente quiere hacer las cosas llanas y simples. Que se cumpla la ley, que se hagan las PASO y que se respete el derecho que tiene a ser candidato, como lo tiene la vicepresidente y quien quiera presentarse», añadió abriendo aún más la grieta entre propios y no propios.

Por su parte, el recién asumido como Jefe de Gabinete de Alberto, paradógicamente dijo todo lo contrario. Agustín Rossi se diferenció de Aníbal y sentenció que «Cristina claramente está proscripta» y defendió la letra documental lograda recordando que la mesa del Frente de Todos acordó en el documento acciones contra la «proscripción» de la vicepresidenta.

Roosi llegó incluso a comparar la situación de Cristina con la del actual mandatario de Brasil, Luiz Inácio «Lula» da Silva, que tras ir preso por presunta corrupción, terminó logrando la presidencia.

Agustín Rossi, reciente Jefe de Gabinete de Gobierno afirmó que «Cristina sí está proscripta» tanto como que ‘la gestión de Alberto es buena’, dos argumentos acordados en la mesa del FdT como base de unidad que deberían sostenerse

 

El ‘Chivo’ aspira a «poder ser un interlocutor con todos los actores» del Frente de Todos. «Puedo tener buen diálogo independientemente de cuál sea el espacio en el que esté posicionado», indicó y aclaró que eso no implica «ser el responsable de la unidad».

Por otro lado, definió que la mesa del oficialismo «sirvió de mucho» y reveló que se trató de una «muy buena reunión, de muchas horas, sincera,» donde cada espacio de la coalición dio sus posiciones, sin descalificaciones personales ni tonos de voz alta. Y volvió a destacar que «se sacó un documento con cuatro puntos a destacar: unidad, proscripción de Cristina, mantenimiento de las PASO para elegir candidatos, reconocimiento de las gestión y de lo que falta», contó Rossi en lo que trata de ser el cuadro que el FdT quiere pintar en este 2023 para transitar el camino hacia las urnas.

Por último, el santafesino aseguró que todos los funcionarios y referentes que quieran participar de las PASO tienen el derecho de hacerlo, aunque precisó que si el Presidente decide competir por la reelección, lo acompañará. «No hay nadie que haya confirmado que quiere ser candidato, pero hay muchos trascendidos. Son todos compañeros ligados a la gestión, y eso indica que la gestión no es tan mala. Si hay ministros que quieren ser candidatos a presidente, por qué el Presidente de este Gabinete no puede serlo», cuestionó dejando abierta la puerta otra vez a la tríada Massa, Alberto y Cristina como eje de la próxima alianza. Toda una comparsa.

¿Que aporta este nuevo dilema a la envicida coyuntura nacional? No mucho. Mas grieta, discusiones vacías y desgaste del ejercicio democrático, que debería enfilar por discurtir realidades sociales concretas.

A propósito, en Chubut aún no ha sonado el ritmo de la proscripción ni se han escuchado demasiadas voces en ese sentido. Por lo que quienes entienden de internismo sugieren no dormirse en Dolavon, aunque el carnaval sea mas sedante, porque al momento de contabilizar avales, desde el cristinismo nacional pasarán factura, afirman los más conocedores de los psico-operativos de temporada.

En fin, para la iglesia católica el Carnaval se tradujo como ‘carne-levare’, que significa ‘abandonar la carne’ (lo cual justamente era la prescripción obligatoria para todo el pueblo durante todos los viernes de la Cuaresma), pero para los afroamericanos y originarios se literalizó como un día de libertad de la casta gobernante a la que se dedicaron a burlar en sus disfraces y a desnudar en sus ritos, comenzando con la rebelión de los esclavos payaneses en el siglo XVII. Actualmente todos bailoteamos al mismo ritmo y del mismo modo, en diferentes comparsas aunque parecidos motivos liberadores al fin de cuentas.

Como dijera un experimentado militante, «La política, como la vida es un Carnaval, pero no podés ir por siempre disfrazado’ . ‘Te conozco, mascarita!’ , sintetizaría el el tangazo 

 

*Soy Juana de Arco, amiga de Califé…, y ceniza de tantos