18 agosto, 2021
La CGT inicia hoy el camino hacia una nueva conducción. No hay consenso para un único secretario general y se busca de ampliar la base de representación
Por Jorge Duarte
La CGT realizará hoy su primera reunión de Consejo Directivo del año. Servirá para que la cúpula de la central obrera tenga su primer (y postergado) cara a cara de 2021 y para la puesta en marcha de un engranaje institucional que tendrá como fin la elección de las nuevas autoridades. En lo posible, esperan que sea antes de las elecciones generales.
El encuentro, que tendrá su sede en Azopardo 802, buscará aceitar un cronograma electoral que debe incluir, necesariamente, la convocatoria y realización de un Comité Central Confederal y la convocatoria y realización de un Congreso ordinario.
El cónclave, adicionalmente, funcionará de una suerte de terapia grupal para que los dirigentes se laman las heridas que les impartió el cierre de listas del Frente de Todos, donde la central obrera fue un convidado de piedra. Ningún candidato a diputado nacional ni por la Ciudad de Buenos Aires y ningún candidato a diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires.
«Muchachos, nos cagaron, entré yo solo». El chiste lo repiten hasta el hartazgo en los pasillos sindicales y tiene como protagonista al cotitular cegetista Héctor Daer. El también líder de Sanidad, amigo personal del Presidente de La Nación y principal negociador con La Rosada, logró colar a su hija, Maia Daer, en la nómina porteña frentedetodista, en medio del desierto generalizado. El resto quedó zapatero.
La CGT inicia hoy el camino hacia una nueva conducción. No hay consenso para un único secretario general
También habrá otros pases de facturas internos por la poca trascendencia que le dan a las opiniones de los sindicalistas en el Gobierno al momento de resolver problemas complejos. De hecho, se suelen enterar de varias decisiones de gestión al momento de los anuncios.
Como sea, y más allá de lo político partidario, en lo que tiene que ver con los próximos comicios de Azopardo hay una sóla certeza: no existe el consenso suficiente para postular un sólo secretario general que pueda encarnar una figura de unidad con una base de sustentación ampliada.
La idea es que en lo que será la conducción 2021 – 2025 estén incluidos los sectores que lideran el camionero Hugo Moyano, el ferroviario Sergio Sasia, el bancario Sergio Palazzo y el taxista José Ibarra. Hoy todos ellos comandan espacios que orbitan fuera de la comisión directiva de la CGT y quieren reingresar.
El panorama, entonces, es similar al de 2016 cuando no se llegó a una figura que sintetice todos los proyectos y tuvo que irrumpir la figura de un triunvirato para saldar las discusiones. Eso dejó a todos contentos parcialmente.
En esta oportunidad podría volver a ser una triunvirato. Incluso algunos imaginaron un póker de secretarios generales con mandato rotativo (1 año cada uno). Todo está en debate y seguramente se saldará más cerca del Congreso decisivo.
Con el retorno de Moyano a la mesa de discusiones, todos dan como un hecho que una de las patas principales de la próxima conducción será para un alfil del camionero. La proyección, de propios y extraños, es que ese hombre sea su hijo mayor y número dos de Camioneros, Pablo Moyano.
Adicionalmente, negociaciones mediante, Pablo podría alzarse con el visto bueno de la estratégica Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte, que reclamará a un representante del sector en el cuerpo colegiado.
El carácter explosivo de Moyano ya alertó a los Gordos y los Independientes (gremios con mayor cantidad de afiliados del país). Por ello proyectan perfiles dialoguistas que puedan contenerlo y/o erosionarlo. Se habló de la continuidad del propio Daer, de la figura del secretario general de la Uocra, Gerardo Martínez y hasta del líder de Obras Sanitarias y cerebro detrás del sistema de salud sindical, José Luis Lingeri.
Todavía es una incógnita si el gastronómico Luis Barrionuevo, titular de un gremio más que golpeado por la pandemia y de un sector sindical en retroceso, logrará colar algún nombre. Hoy responde a su liderazgo Carlos Acuña.
Todo un tema a tratar será la intención cegetista de cumplir con el cupo femenino, algo que no sucedió nunca en la historia de la central obrera. Al día de la fecha la única mujer en la conducción es Noe Ruiz y sólo el moyanismo proyecta a Graciela Aleña, al mando de los viales, como alternativa. También habrá a una mujer al comando del gremio de Peajes, pero no se sabe si llegará a ser electa a tiempo.
Vale remarcar que para ocupar los lugares que manda la ley tendría que haber más de 10 mujeres en cargos.
Algunos memoriosos recuerdan lo que fue el fracaso del triunvirato electo en 2004 como antecedente negativo. En aquel momento Susana Stochero, por entonces Susana Rueda, de Sanidad compartió la Secretaría General con Hugo Moyano y con José Luis Lingeri. Renunció al año. Sus relatos sobre lo vivido, que van desde no convocarla a las reuniones hasta obligarla a tocar timbre para ir al baño, merecen una redención.