18 agosto, 2020
Por Leandro Gabin
El dólar sigue siendo el tema número uno de los inversores argentinos. Más allá de las idas y vueltas en torno a lo que sucederá con el acceso de los pequeños ahorristas al canal oficial (dólar ahorro), lo cierto es que el aluvión tiene que ver con el slogan de «el que apuesta al dólar gana». O, dicho de otra manera, el que apuesta al peso pierde.
Esto es así observando lo que pasó a aquellos que se jugaron por colocaciones en pesos a tasa de interés versus la evolución del tipo de cambio «libre» como el contado con liquidación. Conocida como la «bicicleta financiera» o carry trade.
Según cálculos de GMA Capital, en lo que va de este 2020, la tasa en pesos (Badlar, la mayorista) medida en dólares tuvo un retorno negativo de casi 30%. Esta performance se acopla a los olvidables retornos de 2018 (-31,3%) y de 2019 (-17,2%). La Badlar está en torno al 29,75% y baja más de 10 puntos en el año. A contramano, el contado con liqui sube 70% en lo que va del 2020 hasta los actuales $126. De ahí que la tasa en pesos quedó muy rezagada contra el dólar libre.
«Así, un inversor que apostó por la moneda local a finales de 2017 con 100 dólares, hoy cuenta con solo 40 dólares luego de que el carry trade haya devorado el 60% del valor inicial», dice.
«La lección es evidente: resulta muy costoso invertir sin hedge cambiario. Por eso, en el escenario actual en el que existe un doble riesgo (tasa real en pesos negativa y volatilidad de la brecha), las alternativas que incorporan coberturas cambiarias están ganando terreno», aconseja GMA.
Los mejores años para el carry trade, o sea la «bicicleta financiera» fueron en 2016 cuando se ganó más del 10% en dólares. La «utilidad» al año siguiente cayó a 3,5% y luego fue todo pérdida por paliza. La sed por estar en activos dolarizados o tener la chance de ganar en moneda dura es la apuesta históricamente más inteligente que hace el inversor argentino. No importa que el Central intente llevar la tasa de pesos a niveles que incluso le puedan ganar a la inflación (que no es este caso) porque el ahorrista mide su retorno en dólares.
El informe de GMA desliza algunas inversiones que actúan como cobertura cambiaria para los inversores. Dentro de la primera estrategia, dice, los instrumentos involucrados son las variantes ligadas al tipo de cambio oficial, cuyos precios en pesos se beneficiarían ante un salto en la cotización de referencia (la brecha se reduciría «desde abajo» como en enero de 2014 o diciembre de 2015).
Ahí las variantes dollar-linked predominan, como también los futuros de dólar (tasas implícitas de entre 40% y 48% anual), obligaciones negociables y FCIs dollar-linked son los vehículos más buscados.
*IProfesional