11 mayo, 2021
La Bancaria acelera su «plan fintech»: cómo es la estrategia de Sergio Palazzo para afiliar a miles de empleados 4.0
Es uno de los sectores que mejor logró capitalizar los problemas de la pandemia y promete crecer a largo plazo. ¿Cómo afectaría un cambio de tal magnitud?
La digitalización es el futuro y la pandemia lo dejó en claro: aceleró este proceso inevitable y ayudó a consolidar al sector fintech en la Argentina.
Así, en 2020 la cantidad de «financieras 4.0» se duplicó al pasar de 133 a 268, según un reporte privado presentado en el Foro del sector en diciembre, y colocó a la plaza local como la tercera más fuerte de la región, solamente superada por Brasil y México.
Entre estas compañías, pueden encuadrarse: Mercado Pago, Ualá, Billeteras digitales como Moni, Cuenta DNI, BNA+, Naranja X
Nubi, Wayni Móvil, Paymovil, Yacaré, Came Pagos, Modo, Xcoop, VALEpei
Además, el 80% de las empresas que componen este sector son Pymes que tienen 50 empleados o menos, encuadrados dentro del convenio colectivo del Sindicato de Comercio en su mayoría.
Los «pesos pesados» optaron por la modalidad «fuera de convenio» para ofrecer salarios competitivos y atraer talentos, en una rama de actividad que goza de pleno empleo gracias a que la demanda laboral supera a la oferta.
En conjunto, son más de 10.000 trabajadores que atraen el interés de la Asociación Bancaria, el sindicato liderado por Sergio Palazzo que avanza para quedarse con su representación.
Una solicitud firmada por el propio Palazzo ingresada el 4 de diciembre le exige al Gobierno «solucionar el error» que se produjo en la inscripción en la Dirección Nacional por no reflejar los avances que se registraron en el sector bancario y financiero en los últimos años.
«Queda claro, además, que las actividades que hacen las fintechs son, exclusivamente, bancarias toda vez que ellas mismas se definen como la Banca del Futuro o la Banca Digital», se detalla en el petitorio.
Por el momento, la cartera dirigida por Claudio Moroni ya le otorgó la inscripción para desembarcar en esta actividad y aún evalúa el pedido de ampliación de la personería.
Desde la entidad conducida por Palazzo insisten en que los empleados de estas compañías «deberían ser incorporados sin más y en forma directa» a la Asociación Bancaria.
«Quiero ser el Hugo Moyano del sistema financiero», confesó hace tres años Sergio Palazzo.
«Voy por Marcos Galperin, el dueño de Mercado Libre», advierte sin tapujos el gremialista, al referirse a su intención de que todos los trabajadores de las fintech se encuadren en su gremio.
Palazzo remarca que «si estos empleados están prestando servicios financieros tienen que estar dentro de La Bancaria y nuestro convenio colectivo de trabajo». No tiene ninguna duda de que conseguirá su propósito «por las buenas o por las malas».
«Quiero ser el Hugo Moyano del sistema financiero. No quiero sólo a los de las fintech, también a los de un supermercado o una estación de servicio dando servicios financieros», añade.
La comparación con el líder camionero no es azarosa. Moyano mantiene firme una disputa con Mercado Libre para afiliar a los trabajadores del centro logístico de La Matanza, quienes están representados por el gremio de Carga y Descarga en un convenio que autorizó Dante Sica, ministro de Producción y Trabajo en la era macrista.
Se trata de una modalidad novedosa para el mercado laboral argentino que reemplaza a la de ocho horas por:
Un «banco de horas» semestral de 192 horas mensuales: el unicornio puede exigir jornadas de 12 horas en fechas especiales (un HotSale, por ejemplo)
Puede fijar cuándo se tomarán francos o vacaciones, que no pueden durar más de siete días corridos
Si el empleado trabaja más tiempo del previsto acumula días de descanso en lugar de percibir horas extras
Respecto a las fintech, es importante destacar que, desde el punto de vista del trabajador, las diferencias en sueldos, condiciones laborales y beneficios son notorias entre los distintos convenios:
En La Bancaria, el salario para la categoría inicial es $101.000. Tiene 90.000 representados
Ante el cimbronazo que podría significar un cambio de semejante magnitud en el sector, iProUP consultó a diferentes empresas referentes para conocer su opinión y cómo podría afectarlas.
«Básicamente nosotros, en comparación con los bancos, tenemos el negocio en otro lado. No hacemos intermediación financiera. Somos proveedores de servicios de pago (PSP) para el Banco Central, porque préstamos con plata propia», indica a iProUP un vocero de una de las principales billeteras digitales del país.
Agrega que «al analizar el interior de las empresas, ninguna presta actividades bancarias» y da cuenta de los pilares en los que basa sus argumentos:
El Banco Central, en la Comunicación «A» 6859, reguló varios aspectos relacionados con los Proveedores de Servicios de Pago, en el que colocó a las billeteras digitales
El dinero de los usuarios no invertido (como los fondos money market de Ualá o Mercado Pago) está «encajado» en cuentas bancarias. Es decir, no se puede prestar a terceros
Además, los créditos que las fintech emiten deben provenir de fondos propios o del mercado de capitales, no de los depositantes
«Por estos motivos, creemos que estamos encuadrados en el convenio correcto», detalla, y aclara que su misión es diferente, ya que apuntan «a distintos usuarios, a los que no están siendo atendidos por la banca tradicional».
Una vocera de otra de las compañías destacadas del rubro, que también pide off the record, afirma a iProUP que el reclamo de La Bancaria «abarca a un amplio abanico de empleados de muchos sectores y con diferentes tareas».
«Tenemos trabajadores de perfil tecnológico, muy demandados en la plaza local. Por eso debemos apelar a sueldos muy competitivos», añade. Una estrategia bastante común en el sector para atraer a los talentos IT.
Asimismo, alerta que «a las compañías más pequeñas, de medios de pagos chicos, por ejemplo, les generará un problema importante porque no podrán soportar una estructura salarial más alta a la actual. Esto hará inviable el negocio porque no lograrán afrontar esa estructura de costos y cerrarán».
«Es regular con normas que no están acordes a las prestaciones: La Bancaria aplica a sucursales físicas y nosotros tenemos otro tipo de actividad con perfiles tecnológicos como posiciones dominantes. De concretarse el pedido, se va a perjudicar a los pequeños actores», sentencia la especialista.
Ignacio González Lonzieme, secretario general de la Unión Informática y miembro del espacio generacional Juventud Sindical Nacional, destaca a iProUP la importancia de que los empleados estén bajo la protección que brindan los convenios y que cada uno sea encuadrado dentro del indicado, «porque en estos están contempladas sus actividades».
Al referirse al debate acerca de qué gremio es el más acorde para representar los intereses de los trabajadores fintech, asegura: «Es un tema complejo que debe abarcarse con lógicas diferentes a las que se dieron en el siglo XX para lograr una reglamentación acorde a la actividad».
En este sentido, González Lonzieme subraya que «es necesario entender que habrá cada día más actividades y por ende nuevos sindicatos. La Unión Informática y su convenio de 2016 es un testimonio de eso».
Sin embargo, alerta: «Lo único que genera que actores ajenos a las actividades tomen decisiones es más conflicto y, en definitiva, perjudica a los trabajadores de la actividad porque no habrá una representación que sepa elaborar un convenio acorde. Por ello es necesario pensar en regulaciones más modernas».
Si bien sostiene que quienes prestan servicios financieros en las fintech deberían considerarse bancarios, coincidiendo de esta manera con el líder de La Bancaria, señala como «los principales responsables de estas disputas gremiales» a las cámaras y empresarios, «porque son ellos quienes utilizan un convenio equivocado que desordena el mapa sindical».
«Ante la sindicalización, las empresas grandes prefirieron hacer convenios con Comercio y no con nosotros, que conocemos la actividad y reclamamos beneficios y condiciones específicas», lamenta González Lonzieme.
Y aprovecha la oportunidad para hacerle un pedido a las compañías: «Tienen que dejar de hacerse las distraídas y jugar a las escondidas. Deben estar a la altura de lo que pide la economía del conocimiento. Las Pymes tienen empresarios que quieren crecer y tenemos mucho diálogo con ellos, a diferencia de lo que ocurre con las grandes empresas».
Más allá de las disputas sindicales, lo cierto es que el sector avanza más velozmente que cualquier regulación, ya sea de su negocio o de su representación sindical. Queda ver si Palazzo, de voz cercana al Gobierno, logra su cometido. Mientras tanto, la industria sigue creciendo y exportando su modelo al mundo.
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