4 marzo, 2024
El gobernador bonaerense Axel Kicillof abrió las sesiones ordinarias en la provincia de Buenos Aires con fuertes críticas al presidente Javier Milei, a quien trató de mentiroso y “experimento extravagante”. “
Se la pasó durante la campaña hablando de que el ajuste lo iba a pagar la casta. La mentira está a la vista”, indicó. “No queremos más ajuste ni motosierra”, advirtió el mandatario provincial. Recordó que el líder de La Libertad Avanza dijo que una Argentina distinta “no se podía hacer con los mismos de siempre. Y mintió. [Luis] Toto Caputo, Sturzenegger, Bullrich, elenco estable del gobierno de Macri. ¿Estos son los nuevos funcionarios?”, afirmó Kicillof.
Sobre la convocatoria al Pacto de Mayo que hizo Milei a los gobernadores (a firmar en Córdoba), Kicillof rechazó la invitación con una ironía: “Arranquen nomás sino llegamos”, advirtió el mandatario provincial en el tramo final de su discurso en la Legislatura.
“Después de someter al pueblo, a la democracia y al federalismo a una agresión tan inédita como salvaje, ahora se nos lanza una invitación que se parece más a una amenaza o una imposición que a un diálogo”, le reprochó a Milei.
Aclaró, sin embargo, que el Gobierno podrá contar con el Ejecutivo bonaerense “para reuniones de trabajo, para encuentros destinados a solucionar problemas, incluso para debatir”. “Estaremos en todos los ámbitos que sean necesarios para seguir reclamando con firmeza algunos puntos concretos. Pero si se trata de encuentros para fotos y marketing… arranquen nomás si no llegamos”, sentenció.
El discurso del gobernador bonaerense concluyó con la lectura de siete puntos y exigencias del Ejecutivo bonaerense al gobierno nacional. Entre ellas, la reactivación de la obra pública, el respeto por el federalismo, la derogación del “DNU ilegal” y el firme rechazo al “delirante” proyecto de dolarización. “Nuestro pacto es con el Pueblo, nuestro pacto es con la Patria y nunca lo vamos a traicionar. No queremos ser Irlanda, queremos ser Argentina”, cerró.
Kicillof calificó al gobierno de Milei como un “extravagante experimento” al que la Argentina está sometida.
“Nosotros tenemos voluntad de transformar. Pero eso no implica saltar al abismo o experimentar con recetas anacrónicas, importadas o fracasadas. Los problemas no se solucionan con motosierra, ni con dinamita, ni con ajuste. Hacen falta más derechos, hace falta más Estado. La sociedad reclama por más escuela pública, por más cloaca y por más asfalto. Nunca menos. Siempre más”, remarcó con la sola intención de diferenciarse del Presidente.
A continuación, el mandatario bonaerense calificó de “criminal” el “goce sádico por el sufrimiento ajeno que estamos presenciando”. “En el vértigo de menos de tres meses de Gobierno, queda en evidencia que las propuestas que ganaron no nos conducen a un mayor alivio económico. Vuelvo a decirlo con la esperanza de que nos escuchen: el ajuste sólo produce dolor, desigualdad. Nunca el ajuste es inevitable. El sufrimiento de los que ya sufren no es la solución a nuestros problemas. No negamos las dificultades que tiene el Gobierno. Pero los más vulnerables no pueden hacer el sacrificio por ellos”, insistió.
Con el foco todavía puesto en los recortes que lleva a cabo la administración Milei, acusó al mandatario de “desertar en sus obligaciones más constitutivas, de sus tareas más elementales e irrenunciables”. “El presidente Milei no quiere achicar el Estado sino desintegrarlo. Pero por más que crea que es portador de un mandato divino, el artículo 1 de la Constitución, inspirado en las ideas de Alberdi, dice que la Argentina adopta la forma republicana, representativa y federal”.
“Disolver el Estado es un objetivo puro y exclusivo del anarcocapitalismo que él mismo pregona. Por más dificultades y problemas que haya, creer que todo funcionaría mejor si no hubiera Estado es una muestra ridícula de terraplanismo ideológico, conceptual y cultural”, opinó Kicillof.
En pleno escenario de puja entre Nación y los gobernadores de las provincias, Kicillof instó a Milei a “respetar el proyecto que eligieron los bonaerenses” y destacó que “él fue elegido como Presidente bajo los mismos mecanismos que definieron el resto de los liderazgos”. “Milei debe respetar a las provincias y a sus pueblos. Eso implica cumplir con las leyes y las normas, y dejar de amenazar a los gobernadores para que aprueben sus leyes, que lastiman los intereses de las provincias”, reforzó.
También apuntó contra la “venganza” de Milei -personificada a través del recorte de fondos coparticipables- por el fracaso del tratamiento de la ley ómnibus, la desintegración de la obra pública, el encarecimiento de los medicamentos y prepagas, y “el uso de la motosierra sobre jubilados, trabajadores formales e informales”.
Y, en línea con estas críticas, pronosticó: “La próxima desgracia que llega inexorablemente es la recesión, que ya se empieza a observar en menos de tres meses: despidos en la construcción, despidos en el comercio, suspensiones y despidos en la industria; cierre de empresas y de negocios”.
El discurso del gobernador bonaerense concluyó con la lectura de siete puntos y/o exigencias del Ejecutivo bonaerense al gobierno de Milei. Entre ellas, la reactivación de la obra pública, el respeto por el federalismo, la derogación del “DNU ilegal” y el firme rechazo al “delirante” proyecto de dolarización. “Nuestro pacto es con el Pueblo, nuestro pacto es con la Patria y nunca lo vamos a traicionar. No queremos ser Irlanda, queremos ser Argentina”, cerró.