24 octubre, 2022
El equipo económico deberá continuar con recortes de gastos y bajar el déficit de un 2,5% del Producto Bruto a 1,9% en 2023. ¿Cuál es la meta para las jubilaciones?
Uno de los principales desafíos para el ministro de Economía de la Argentina, Sergio Massa, será cumplir en lo que resta de 2022, y en 2023, un año electoral, con las metas del programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Y a la complejidad de alcanzar esos objetivos mientras el oficialismo despliega su campaña electoral, se suma el requerimiento específico del Fondo de ajustar el gasto en jubilaciones.
De acuerdo a la última revisión del acuerdo con Argentina por parte del FMI, que autorizó el desembolso al país de 3.000 millones de DEG, equivalente a unos US$ 3.800 millones, el Gobierno deberá reducir el gasto en jubilaciones del 7,7% proyectado para 2022 al 7,5% del PBI en 2023, advierte Bloomberg Linea.
¿Es una meta factible para el Gobierno? ¿Deberá Sergio Massa ajustar las jubilaciones en términos reales?
Por el momento, las señales desde el Fondo con respecto a las medidas de ajuste implementadas por Massa han sido favorables.
“Las recientes medidas decisivas eran fundamentales para estabilizar los mercados, restablecer la confianza y asegurar los objetivos cuantitativos clave”, sostuvo el Board del Fondo, en un guiño a las primeras políticas llevadas a cabo por el ministro de Economía.
De cara a los próximos 14 meses, el Gobierno deberá continuar por ese camino y bajar el déficit primario de un 2,5% del PBI en 2022 a 1,9% para fines del año próximo.
Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) señaló en diálogo con Bloomberg Línea que el cumplimiento de la meta fiscal del año próximo va a depender, en gran parte, de la ejecución de los gastos en lo que resta de 2022.
Según los cálculos de IARAF sobre el proyecto de Presupuesto 2023, el porcentaje de gasto del Producto en prestaciones de la seguridad social tuvo una baja en la comparación de 2019 (8,6% del PBI) con 2022 (7,5% del PBI), pero se mantendría estable este año hacia el próximo.
“Es un desafío enorme la reducción del gasto público en Argentina. De cara a lo que viene, es muy importante ver qué se logra hacer en estos meses de 2022. Si no se avanza o se logra lo previsto, automáticamente, queda para el año que próximo un esfuerzo mucho mayor”, explicó Argañaraz.
Además, se debe tener en cuenta la cercanía a fin de año. “Cada vez queda menos tiempo para ejecutar la reducción del gasto”, advirtió.
“Sabemos que la baja del gasto es una herramienta por la cual el Gobierno está buscando generar una señal de que está dispuesto a una estabilidad de la economía, pero en este contexto, con la actual tasa de inflación, es un enorme desafío desde el punto de vista económico y social”, insistió.
“Si el Gobierno tiene que, por ejemplo, concretar la entrega de bonos puntuales para ciertos sectores de la sociedad, provocará que el esfuerzo sea aún mayor”, pronosticó el titular de IARAF.
Claudio Caprarulo, director de Analytica Consultora, también apuntó al impacto de los bonos para los jubilados, una modalidad que el Gobierno ya implementó en reiteradas oportunidades ante el avance de la inflación y la erosión del poder adquisitivo de este segmento de la población.
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Economistas advierten que un nuevo pago a jubilados implicará un esfuerzo mayor para reducir el déficit.Foto: Anita Pouchard Serra/Bloomberg(
“Va a ser interesante ver qué pasa con los bonos que suele dar el Gobierno, particularmente para quienes cobran la jubilación mínima. Si el año que viene el Gobierno tiene que seguir profundizando el ajuste fiscal, la pregunta es si va a dejar o eliminar esos bonos para cumplir con el acuerdo con el Fondo y las necesidades de financiamiento”, remarcó.
Además, manifestó que “más allá de lo que pase con el FMI, el Estado argentino tiene problemas para financiarse tanto en pesos como en dólares”. Para el economista, “todavía hay muchas partidas que el Gobierno puede revisar y hacer más eficiente el gasto, antes que tocar a un sector vulnerable”, como el de los jubilados, tanto los que cobran la mínima como para quienes tienen un haber mejor.
De acuerdo con un análisis de Facimex Research, para cumplir con la meta fiscal de 2023, si se tienen en cuenta los porcentajes del Producto Bruto, debería haber una reducción de 0,2 puntos en el gasto de Jubilaciones y pensiones.
A su vez, la diferencia en asistencia social sería mayor, al llegar a – 0,7 puntos en 2022 frente a 2023.
El ajuste en los subsidios, en tanto, debería llegar a -0,5 puntos, de un año para el otro. “De cara a 2023, se excluirá el límite a los ingresos por rentas de la propiedad por 0,3% del PBI que rigió para este año. Por lo tanto, la corrección fiscal para alcanzar la meta de déficit primario de 1,9% del PBI sería de 0,9 puntos, según el programa, hecho que luce desafiante en medio un año electoral y es reconocido por el propio FMI”, evaluó Facimex Research.
“En particular, la meta se alcanzaría mediante recortes en los gastos de asistencia social (0,7 puntos del PBI) y en los subsidios económicos (0,5 puntos)”, indicó.
En materia financiera, “el FMI indicó que el Tesoro tendrá que conseguir financiamiento neto con deuda en pesos del sector privado por 2,0% de PBI, lo que también luce desafiante ante un mercado que sigue estresado por el calendario electoral”, expresó.
*BL/ by Belén Escobar