27 septiembre, 2023
Desde la calle, que es el mejor detector inflacionario -más allá de los monitoreos expertos-, la gente viene señalando aumentos de precios de casi un 20% en algunos productos alimenticios tras los anuncios oficiales de devolución de IVA. Hubo aclaratoria de una cadena de hipermercados y de la Asociación de Supermercados Unidos, pero las góndolas dejan dudas.
El dato no requiere demasiada fuente experta, basta con comparar los precios de góndola de algunos productos de un mes a otro para comprobar que tras los anuncios de devolución de IVA del Gobierno, efecticamente hubo remarcación de precios en artículos de primera necesidad, principalmente de alimentos, pero también indumentaria, servicios y hasta medicamentos. Las redes sociales y los reclamos de la gente exponen día a día el ‘toqueteo’ de precios que oficialmente no se reconoce, y hasta se niega.
De hecho, la primera reacción fue la ‘aclaratoria’ que tuvo que salir a hacer la cadena de hipermercados Coto sobre que no había incrementado casi un 20 % los precios de algunos productos ante denuncias puntuales de consumidores.
Las redes sociales se encargan de hacer un seguimiento minucioso de precios. Coto desmintió aumentos
El otro dato lo aportó la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), entidad que nuclea a las principales cadenas de hiper y supermercados, que si bien rechazaron públicamente las acusaciones trascendidas este lunes en redes sociales donde se los responsabilizaba por la suba en los precios de los productos que forman la canasta básica en un 20%, efectivamente reconocen aumentos recientes considerados en el marco de la adecuación prevista.
ASU reconoció que “Los únicos aumentos que hubieron en septiembre ocurrieron en la primera semana en frutas y verduras que cambian a principios de mes, y desde el día 15 cuando subieron los cortes de carnes y el resto de los artículos de Precios Justos”, señalaron. El tema es que el anuncio de ‘Compre sin IVA’ de Massa fue precisamente el 13 de Septiembre, o sea que efectivamente habrían realizado aumentos posteriores. Aumentos con los que se especula, los supermercados buscarían cubrirse ante la puesta en marcha del “Compre sin IVA” que podría perjudicarlos.
También la Secretaría de Comercio buscó desmentir las versiones de las redes, revelando que «sólo registra» las subas acordadas en el marco del «Precios Justos», que son del 5%. Un modo de transferir la discusión a la oficialización o no de los aumentos, y a los porcientos que se modificaron en las góndolas.
En paralelo, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI), que chequea los precios en el conurbano bonaerense, afirma que la canasta básica de alimentos subió un 27% en el mes de agosto, bastante más de lo que se reconoce oficialmente.
En agosto, la canasta básica de alimentos (CBA) de una familia compuesta por dos adultos y dos niños ascendió a $139.789,65, lo que implica un aumento del 27%. En tanto, en términos interanuales, este incremento alcanza un asombroso 167,05%.
Cabe destacar que el ISEPCI lleva a cabo un relevamiento mensual a través del Índice Barrial de Precios (IBP) en comercios de proximidad en veinte distritos de la región de Buenos Aires. Estos datos reflejan el impacto directo de la inflación en los sectores más vulnerables y resulta una radiografía plena de lo que sucede en sectores de mayores ingresos y en el interior del país, con los costos extra que suma el transporte.
En términos anualizados, el IPC acumularía un incremento de 157% en 2023, aunque no puede descartarse un escenario más negativo, prevé Fundación Capital. Mientras que el IPC GBA Ecolatina marcó en la primera quincena de septiembre una suba del 15,3%
El tema en cuestión es que la desesperación electoral por mostrar medidas que atemperen la situación económica, que es el principal problema del oficialismo, están complicando día a día al ciudadano de a pie, y las perspectivas no serían precisamente buenas.
El tributarista César Litivin explica que la modificación en el tipo de cambio oficial elevaría la inflación a dos dígitos mensuales, lo que dispararía nuevos aumentos salariales para compensar la suba.
Así como la devolución del IVA se comenzó a ‘licuar’ frente al aumento ‘encubierto’ de precios que se está detectando sin el menor control del estado, pese a los programas ‘Precios Justos’, y otras presuntas medidas que no estarían pudiendo frenar la escalda inflacionaria, del mismo modo sucede con Ganancias.
Dos días antes de las PASO 2023, el Gobierno Nacional oficializó la suba del piso para el pago del Impuesto a las Ganancias, de $700.875 para los asalariados de mayores ingresos. Sin embargo, poco más de una semana después, el tributarista confirmó lo que el bolsillo de la calle ya está sintiendo, y es que el ‘beneficio’ ya «se evaporó».
«El alivio por la última suba del piso y el aumento del 35% de las escalas de Ganancias se ‘evaporó’ sustancialmente a pocos días de su implementación», afirmó César Litivin, CEO del estudio Lisiki, Litvin y Asociados, en diálogo con Noticias Argentinas.
El argumento detrás de esta cita se sustenta en la devaluación del 22% aplicada por el Banco Central. Luego de conocerse los resultados de las elecciones primarias, que tuvieron como ganador de la velada al candidato libertario, Javier Milei, y en medio de la incertidumbre de los mercados, la entidad elevó el tipo de cambio oficial a los $365,50.
Más allá del ‘maquillaje estadístico’ la realidad del bolsillo es inapelable para la ciudadanía
Esto ya estaría impulsando un ritmo inflacionario que, en agosto, se posicionaría por arriba del 10%. Según el analista económico Orlando Ferreres, en declaraciones al diario Perfil, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se posicionará entre «11% y 12%» el mes que viene.
Por su parte, para Matías de Luca, consultor de LCG, también coincide con que la variación treparía al 14% en agosto y se mantendría por encima de los dos dígitos en septiembre debido a la actualización cambiaria instrumentada por el ministerio de Economía.
Litvin aseguró que «no es buena técnica aumentar pisos pero no aumentar escalas y deducciones», porque las recomposiciones salariales que se vienen acordando en paritarias entre sindicatos y empresas tornan nulas las mejoras otorgadas por el gobierno. Todo un escenario de incertidumbre absoluta que podría terminar de desmadrarse con los resultados electorales de octubre. Habrá que ver…
