11 noviembre, 2022
Lo aseguró Ernesto Capovilla, tío de Nicolás Capovilla a quien se lo vio por última vez el 26 de enero de 2016 mientras salió a correr. La inseguridad no da tregüa y el fracaso del estado es evidente. Según le dijeron los propios fiscales al tío, en Comodoro Rivadavia hay más de 30 desaparecidos de los que nada se sabe
Ernesto no tiene explicación que pueda orientar siquiera la búsqueda, atento a que su sobrino tenía hábitos muy sanos y no hay nada que pueda señalar siquiera el camino de una sospecha.
Lo aseguró, en diálogo con Radio Chubut, Ernesto Capovilla, tío de Nicolás Capovilla a quien se lo vio por última vez el 26 de enero de 2016 mientras practicaba deporte.
Nicolás había salido a a trotar por las calles de Comodoro Rivadavia en horas de la noche, una actividad deportiva que habitualmente practicaba, y desde entonces se lo busca sin resultado.
Una cámara de seguridad lo toma corriendo en la zona del colegio María Auxiliadora y ese es el último registro que se tiene de él.
Ernesto no tiene explicación que pueda orientar siquiera la búsqueda, atento a que su sobrino tenía hábitos muy sanos y no hay nada que pueda señalar siquiera el camino de una sospecha.
Contó además que con su cuñada, Cristina Villata, la madre del chico desaparecido, salen en la búsqueda de algún indicio ni bien alguien brinda un dato que, por ahora, ninguno fue confirmado.
Capovilla denunció la absoluta ausencia del estado y brindó un dato todavía más aterrador pues, según le dijeron los propios fiscales, en Comodoro Rivadavia hay más de 30 desaparecidos de los que nada se sabe a pesar de que se destinaron fondos para ofrecer como recompensa.