De acuerdo con un relevamiento de la consultora Focus Market, el salario mínimo argentino, luego del aumento decretado en forma escalonada a partir de abril, es equivalente a 151 dólares al tipo de cambio paralelo, inferior al de una serie de países latinoamericanos y solo superior al de Venezuela.
«Argentina hoy tiene el segundo salario mínimo vital y móvil medido en dólares más bajo de América Latina”, sostuvo el director de la consultora, Damián Di Pace, en base a la comparación con México y ocho países de América del Sur, aegún reporta la agencia Noticias Argentinas.
Para Di Pace, “la contracara de esta situación es que, frente a salarios más altos en otros países de América Latina, superada la pandemia los bienes y servicios que se comercializan en Argentina medidos en dólares son muy baratos para los extranjeros”.
Esa situación, “abre una oportunidad para la llegada de turistas con fuerte consumo en el mercado argentino”, consideró, aunque también advirtió que “habrá que evaluar si el retraso cambiario genera que esta ventaja se vaya diluyendo en el tiempo».
Si se toman algunos países destacados para la comparación, el haber mínimo de la Argentina es un 27% inferior al de Brasil, 29,8% menor al de México, 64,3% más bajo que el de Uruguay y 65,7% debajo del chileno.
El bajo nivel salarial argentino medido en dólares es una de las consecuencias del proceso devaluatorio iniciado en el segundo trimestre de 2018, que deterioró los ingresos en pesos, pero además muestra una caída notoria del poder adquisitivo, en tanto el precio de los productos de consumo popular no experimentaron una caída de la misma magnitud.
Por tal razón, Focus Market indicó que “tomando en consideración las horas de trabajo necesarias de una salario mínimo, vital y móvil en dólares para comprar diferentes productos en países de América Latina”, la Argentina “es cara para los argentinos y muy barata para los extranjeros”.
“Al comparar con el poder adquisitivo del salario y horas de trabajo necesarias para adquirir la misma unidad de producto en otros países de América Latina, en nuestro país se requieren más horas promedio que en el resto de los casos» explicó Damián Di Pace, director de la consultora.
En su informe, comparó las horas necesarias de trabajo en cada país para comprar una hamburguesa, una gaseosa cola de 330 centímetros cúbicos, una cerveza de medio litro y un café capuccino.
“Para el caso de la compra de una hamburguesa en Venezuela se requieren 960 horas de trabajo medidos en su salario mínimo vital y móvil, en Argentina 4 horas 36 minutos, mientras en el otro extremo en Uruguay se requieren 2 horas 43 minutos y en Chile 2 horas 13 minutos”, indicó.
En el caso de la gaseosa, “en Venezuela se requieren 549 horas y 36 minutos, en Argentina 1 hora 29 minutos mientras en el otro extremo en Perú se requiere 37 minutos y en Ecuador 29 minutos”.
Si se toma como ejemplo a la cerveza, Focus Market señaló que “en Venezuela se requieren 602 horas y 24 minutos, en Chile 2 horas 16 minutos, en Argentina 1 hora 53 minutos mientras en el otro extremo en Ecuador se requieren 1 horas 12 minutos y en Colombia 1 hora”.
Por último, para el caso de la compra de un café, en Venezuela se requieren 516 horas, en México 2 horas 25 minutos, en Perú 2 horas 4 minutos y en la Argentina 1 hora 59 minutos. En el otro extremo en Brasil se requieren 1 horas 19 minutos y en Colombia 1 hora y 3 minutos, aunque hay que remarcar que estos dos países son productores y exportadores de café.
Salario mínimo versus salario promedio en Argentina
Está claro que no es lo mismo el salario promedio en la Argentina, calculado por el INDEC en base a lo que efectivamente perciben como compensación los trabajadores registrados en el sistema de seguridad social, que el Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVyM).
El Salario Mínimo, Vital y Móvil se define en la Ley Nacional de Empleo (Ley Nº 24.013) como «la menor remuneración que debe percibir en efectivo el trabajador sin cargas de familia, en su jornada legal de trabajo, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión».
La misma Ley establece que «todo trabajador mayor de dieciocho (18) años, tendrá derecho a percibir una remuneración no inferior al salario mínimo, vital y móvil que se establezca, conforme a la ley y por los organismos respectivos.» El salario mínimo vital y móvil es además inembargable, salvo por deudas alimentarias.
El monto final y la modalidad de pago del Salario Mínimo, Vital y Móvil se define, como todos los años, en negociaciones entre representantes del Gobierno, los sindicatos –en representación de los trabajadores- y las empresas. Ellos conforman el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario, Mínimo Vital y Móvil (CNEPSMVM) que incluye a 48 miembros en total, 16 por cada uno de los mencionados grupos representados.
Este organismo tiene además un presidente que es nombrado por el Ministerio de Trabajo, entidad que tiene también la obligación de convocar a reuniones de este Consejo cuando considera que es necesaria una actualización del Salario, Mínimo Vital y Móvil.
Por las negociaciones del Consejo del Salario de 2020, este año el Salario Mínimo, Vital y Móvil 2021 llegó en marzo a los 21.600 pesos por mes para empleados registrados mensualizados y a 108 pesos por hora para los trabajadores jornalizados.
Como ya fue mencionado, en abril se definió una nueva suba en siete escalas que llevará el salario mínimo a 29.160 pesos mensuales en febrero de 2022.
Por qué es importante el Salario Mínimo, Vital y Móvil 2021
Como ya se mencionó antes, el Salario Mínimo, Vital y Móvil tiene un impacto muy profundo en muchas de las definiciones de haberes que toman tanto empresas y gremios como el propio Gobierno.
El Salario Mínimo, Vital y Móvil se utiliza por ejemplo como parámetro para determinar los sueldos de los docentes, los haberes de los jubilados, las aprobaciones de ciertos créditos bancarios y hasta las becas Progresar para estudios de educación superior.
Es también el parámetro por el cual se fija el Repro, el subsidio que otorga el Estado a las empresas en situación de crisis económica para que afronten los pagos de sueldos. Este subsidio consiste en el pago de una suma fija mensual remunerativa de hasta un salario mínimo por trabajador por hasta 12 meses.
El Salario Mínimo, Vital y Móvil 2021 también se trata de un estándar del cual dependen muchos otros programas y subsidios que otorgan los distintos niveles del Estado en la Argentina a las poblaciones más vulnerables.
Por caso, si bien cada sector desarrolla negociaciones paritarias entre empleadores y sindicatos, ninguno de los acuerdos de sueldos alcanzados en esas discusiones puede fijar cifras de remuneración menores al Salario Mínimo Vital y Móvil.
Por caso, en 2020 el Gobierno Nacional tomó también como base el monto del salario mínimo en la Argentina para determinar la cifra que otorgaría a los trabajadores imposibilitados de ejercer su actividad durante el período de aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO). Cerca de 1,6 millones de trabajadores del sector privado recibieron el pago del salario complementario correspondiente al Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES). La asistencia incluyó al salario mínimo vital y móvil como el monto mínimo que se otorgaría mediante este programa y que en esa instancia era de 16.875 pesos por mes.
El último monto definido por el Gobierno fue la suba del 35% del salario mínimo, vital y móvil que comenzó a regir a partir del 1° de abril, el monto a percibir será de «$ 23.544 para todos los trabajadores mensualizados que cumplen la jornada legal completa de trabajo».