El Observatorio de la Deuda Social Argentina también confirmó que aumentó el trabajo infantil y que, más allá de las ayudas sociales, el 59,3% asiste a comedores o copas de leche.
Un nuevo informe realizado por la Universidad Católica Argentina (UCA) ratificó que 6 de cada 10 niños y adolescentes en el país son pobres. También registró un aumento de la cobertura alimentaria que no necesariamente se tradujo en una reducción de estas cifras alarmantes. Por otro lado, explicaron que hubo un ascenso en las cifras del trabajo infantil que lo llevó a niveles prepandemia.
El informe de mayo que lleva adelante el Observatorio de la Deuda Social Argentina puso en números la delicada situación que atraviesa el segmento etario que va de 0 a 17 años en el país.
Si bien los guarismos de la inflación (8,4% en abril y 108,8% interanual) dieron cuenta el último viernes del denso panorama económico que vendrá en los próximos meses, los datos de la UCA detallaron con una sintonía más fina cómo la falta de acceso a los costosos alimentos impactó de lleno en el segmento niños y adolescentes durante 2022.
De acuerdo al informe “la incidencia de las privaciones de recursos que experimentan niños, niñas y adolescentes (NNyA) continúan siendo muy elevados y mantienen brechas de desigualdad social muy significativas”.
En el ítem «Subsistencia» que mide los indicadores de pobreza y protección social, se recogió que un 61,6% (8,2 millones) es pobre y el 13,1% (1,6 millones) indigente. En el primer caso, se trata de las familias que no pueden cubrir la Canasta Básica Total que incluye alimentos, vestimenta y demás gastos diarios. Para el segundo, sin embargo, significa que el sueldo no alcanza siquiera para comer.
De la misma manera, las ayudas sociales en este gráfico muestran un aumento que llegó en 2022 al 49,8%. Más allá de los colores políticos, la UCA registró que transferencias como la Asignación Universal por Hijo y otras contribuciones sociales vienen aumentando desde el año 2015 (inicio de la administración de Mauricio Macri) en simultáneo con la pobreza, que marcó un leve descenso entre 2021 y 2022 (64,9% a 61,6%).
En el texto se destaca que «la cobertura alimentaria directa e indirecta se ha incrementado de modo relevante y en particular en las infancias de clase media baja que también han sido afectadas por la pobreza monetaria».
Casi un 60% de los niños y adolescentes asisten a comedores
En cuanto a la inseguridad alimentaria, el estudio develó que existe un aumento que desde 2017 solo va en ascenso: el 59,3% de los niños y adolescentes recibe «alimentación gratuita», es decir que acuden a comedores, copas de leche y escuelas para poder comer.
Respecto a la inseguridad alimentaria total, que mide la reducción de la dieta por problemas económicos, se detectó una disminución del 33% al 31,4% entre 2021 y 2022. Sin embargo, 4,2 millones de niños y adolescentes no llegan a completar una alimentación saludable según las estadísticas.
En el número que mide la inseguridad alimentaria severa, es decir de aquellos menores de 17 años que pasaron hambre, el dato se estacionó en 12,3%. Esto significa que hay 1,6 millones de chicos y chicas que sufren la falta de alimentación.
Trabajo infantil: las cifras volvieron a la época de prepandemia
Si bien la UCA viene midiendo el impacto de este ítem desde el año 2010 y se registra una disminución desde aquel año (con bajadas y subidas que se aprecian en el gráfico), durante 2022 volvió a escalar superando levemente los números previos a la pandemia del Covid-19 con su consiguiente aislamiento.
En el texto se lo explica de la siguiente manera, añadiendo detalles por estamento social: «El trabajo infantil, en 2022, alcanzó la incidencia prepandemia (14,8% en población de 5 a 17 años). Con un incremento significativo en las clases muy baja, baja y media baja (10 pp en promedio). Asimismo, se registra un incremento de la desigualdad social».
Dentro de ese apartado también se muestran crescendos de «trabajo en actividades económicas» (9,2%) y «trabajo doméstico intensivo» (6,9%).
La muestra que tomó la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) fue realizada en 2022 a 4.816 niños, niñas y adolescentes de 0 a 17 años. Respecto al margen de error se informó un +/- 1,4% con una estimación de una proporción poblacional del 50% y un nivel de confianza del 95%.
Finalmente, se informó que fueron encuestados la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Conurbano Bonaerense (Conurbano Zona Norte, Conurbano Zona Oeste y Conurbano Zona Sur); Gran Rosario, Gran Córdoba, San Miguel de Tucumán y Tafí Viejo, y Gran Mendoza; Mar del Plata, Gran Salta, Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran San Juan, Neuquén-Plottier-Cipolletti, Zárate, La Rioja, Goya, San Rafael, Comodoro Rivadavia y Ushuaia-Río Grande.