26 abril, 2022
Para la UIA, la posible falta de gas en los procesos de producción, es la mayor preocupación ante la llegada del invierno. Mientras que el interventor del ENARGAS no pudo asegurar el abastecimiento el precio internacional continúa subiendo.
El secretario de Energía Darío Martínez recibió el pasado fin de semana a la cúpula de la UIA y a los dirigentes de empresas que comercializan gas industrial.El secretario de Energía Darío Martínez recibió el pasado fin de semana a la cúpula de la UIA y a los dirigentes de empresas que comercializan gas industrial.Foto: Ministerio de Economía.
El escenario energético continúa siendo preocupante para la Argentina a medida que el contexto internacional de guerra en el este europeo no cede e influye en las pizarras donde cotizan los productos del sector. Para fines de marzo, el precio spot del gas se había disparado por encima de los 10 dólares por millón de BTU, sigla inglesa que signifca “British Thermal Unit” y que permite medir la cantidad de calor que una unidad de aire acondicionado puede extraer de una habitación. A medida que la clasificación de BTU aumenta, también lo hacen el tamaño, el peso y el costo del aparato calefaccionador.
Ahora bien, la semana que acaba de comenzar, ya registra un valor del hidrocarburo para la industria por encima de los 14 dólares por millón de BTU. Una cifra que sorprende pero que, además, traerá una mayor presión al costo de vida que la administración de Alberto Fernández no logra dominar.
De hecho, la secretaría de Energía que conduce, Darío Martínez, citó en carácter de urgencia, a una reunión el pasado sábado 23 de abril, con los comercializadores industriales para contener la escalada de precios. Por lo que la preocupación no es sólo por el abastecimiento que ha sido puesto en duda por el titular del Enargas, Federico Bernal, sino también por el impacto en la inflación de los precios internacionales del gas que pueden derivar en mayores costos de los productos industriales con el consiguiente aumento de precios que terminarán por pagar los consumidores finales.
Mientras que en la provincia de Córdoba ya sufrieron algunos cortes, como señalaron con preocupación fuentes industriales en la sede de la Unión Industrial Argentina (UIA) de la avenida de Mayo en la Capital, su titular Daniel Funes de Rioja, se comprometió a llevarle soluciones al presidente Alberto Fernández, en la reunión que se realizó este lunes en Casa Rosada.
Y, en ese sentido, al termino del encuentro Funes de Rioja explicó que «…estuvimos reunidos la semana pasada con el secretario Martínez con quien mantuvimos una reunión muy amplia e interesante junto a los dirigentes de las empresas proveedoras de gas para la industria para evaluar sus prioridades y hablar del gasoducto de Vaca Muerta y de la situación energética en general que es un tema muy serio para la industria porque no queremos que se nos interrumpan los procesos productivos. Entonces, hemos hablado que queremos trabajar en una propuesta de auto administración por si hubiera algún tipo de problemas con el abastecimiento. No estamos afirmando que los va a haber. Ahora bien, si los hubiera, ¿podemos hacer una auto administración?».
Consultado por NA acerca de la naturaleza de esa auto regulación de los industriales con un recurso que podría escasear en el corto plazo, Funes de Rioja explicó, «….mire, hay empresas de procesos continuos de producción que no pueden parar y hay otras que si pueden hacerlo a través de distintos métodos como adelantar la producción en estos días de temperaturas más benignas, o adelantar vacaciones, o sea son posibilidades para analizar sustentadas en la experiencia del pasado mes de enero cuando hubo días de calor muy intenso y el secretario Martínez junto a los empresarios de una lista de compañías consultadas, logramos hallar una solución para esos días estivales. En este caso sucedería lo mismo, sabemos cuales son las empresas que no pueden parar y cuáles pueden hacerlo en invierno».
La urgencia por alcanzar puntos de contacto entre los funcionarios y los industriales nucleados en la central fabril está relacionada con los precios al alza del fluido y el cierre de los contratos con las comercializadoras de gas industrial como Energy Traders; Albanesi y Metro Energía, entre otras, cuyos delegados estuvieron presentes en el encuentro del sábado en el Palacio de Hacienda, y que usualmente se firman por esta época del año para regir desde el 2 de mayo próximo.
Los representates de las comercializadoras no están convencidos en firmar contratos por un año de duración de mayo de 2022 a mayo de 2023 y ante la volatilidad de los precios internacionales especulan por el corto plazo. Podrían cerrar acuerdos con grandes clientes pero las pymes deberán concurrir al mercado spot con este sistema. Se denomina mercado spot al mercado al contado, aquel en el cual tanto la transacción como la liquidación de una operación, coinciden en la misma fecha. Aunque se considera mercado al contado cuando la entrega se produce hasta un máximo de 2 días después.
La oferta insuficiente de gas en la Argentina, que podría ocurrir a pesar de los acuerdos firmados con Bolivia, no podría reemplazarse con GNL, gas líquido almacenado a -162 grados, lo que permite reducir su volumen unas 600 veces. por el costo que conlleva la operación. La empresa estatal importadora IEASA, ex ENARSA, adquirió cargamentos a 39 dólares por millón de BTU. Al venderlo al sector industrial a una cifra superior se produciría un incremento de los costos que terminarían en precios de los productos internos agregando más inflación de la que se aguarda.
Por último, no fueron para nada tranquilizadoras las declaraciones del funcionario kirchnerista que dirige el ENARGAS, el organismo autárquico que regula el transporte y distribución de gas natural, Federico Bernal.
En una entrevista con la periodista Nancy Pazos y ante la pregunta concisa que buscaba saber si va a haber gas en invierno, el funcionario nacional afirmó que «no lo sabemos. Para una correcta estimación es necesario elaborar informes y contar con todos los datos de producción y demanda». Y agregó: «No es mi competencia. Las estimaciones las hace el ministro con el secretario de Energía», demostrando, una vez más, la falta de coordinación y los planes divergentes entre el sector que responde a Martín Guzmán y a Alberto Fernández de aquel del riñón de la vicepresidenta Cristina Fernández y el Instituto Patria.