La Patagonia vuelve a ser acosada por el fuego. En los últimos días, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación creó un comité de crisis para tratar de apagar las llamas en la Comarca Andina y en el Lago Nahuel Huapi, que arden desde hace varios días. También se emitió una alerta por incendios en Tierra del Fuego y el territorio neuquino resiste el avance de los focos ígneos. En sus reportes de manejo del fuego, el Estado Nacional alerta que el 95 por ciento de los incendios son intencionales. Entre las consecuencias: peligro para las personas y los ecosistemas, pérdidas materiales y desplazamiento de comunidades. Según datos oficiales, en 2021 se incendiaron en Argentina 302.000 hectáreas.
Jorge Chemes vive en la localidad chubutense de El Hoyo, en la Comarca Andina. Afirma a este medio que, tras los importantes incendios de marzo de este año, “no hubo inversión ni mantenimiento por parte del Estado”. Por su parte, el docente e investigador Lino Pizzolón advierte cómo el monocultivo de pino contribuye a la propagación del fuego en esa región: “El pino ponderosa, que es el 86 por ciento de lo que hay plantado en la Patagonia, es una de las especies más flamígeras. Cuando el fuego llega a un pinar, explota y se expande para todos lados” .
En Neuquén, asambleas socioambientales, colectivas y agrupaciones ecologistas responsabilizan y demandan al Estado y los gobiernos municipales, provincial y nacional «que arbitren los medios pertinentes para prevenir la quema del bosque nativo, actúen rápidamente ante el primer indicio de foco de incendio, evitando así desastres socioambientales cada verano, y reforesten la zona afectada con vegetación nativa». Mientras arde el Lago Aluminé, los pobladores denuncian el impacto del monocultivo de pinos ponderosa de la Corporación Forestal Neuquina y a la Ley 2183 que autoriza a las petroleras a pagar en hectáreas forestadas las indemnizaciones por daños en el territorio.
«Es evidente, tanto en Neuquén, como en Río Negro y la heroica Chubut, que sin el diseño de un plan de prevención, que efectivice la contención de un incendio apenas se genera, para luego aparecer con helicópteros y aviones de escasa capacidad de almacenamiento de litros de agua y sin la técnica correspondiente para volar frente condiciones adversas, que su objetivo no es combatir los incendios, sino dejarlos crecer para luego ceder tierra a los empresarios inmobiliarios, turísticos y mineros», reza un comunicado emitido este 27 de diciembre y firmado por la Asamblea Permanente del Comahue por el Agua, la Red Ciudadana de Villa La Angostura, la Asamblea por los Ríos Libres, la Asamblea Socioambiental de San Martín de los Andes, la Asamblea por el Agua del Norte Neuquino, entre otras organizaciones.
Según el informe del Ministerio de Ambiente titulado “Manejo de fuego. Reportes de incendio” , del 26 de diciembre de 2021, en Argentina se incendiaron 302.451 hectáreas entre el 1 de enero y el 2 de diciembre pasado. Las provincias más afectadas fueron Córdoba (57.027 hectáreas), San Luis (49.282), La Pampa (29.390), La Rioja (21.389), Río Negro (20.381), Mendoza (19.730), Entre Ríos (19.707), Formosa (18.009) y Chubut (16.919).
Falta de inversión y planificación estatal para prevenir los incendios en la Patagonia
En marzo de este año se produjo, en la zona de la Comarca Andina -ubicada en el límite entre Río Negro y Chubut- un incendio devastador que duró varios días. Hay diversas hipótesis sobre lo que sucedió pero, afirma Jorge Chemes, “está claro que hubo un problema eléctrico” . El 9 de marzo pasado hubo grandes tormentas de viento y, por falta de mantenimiento del tendido eléctrico, las ramas de los árboles tocaron unos cables: fue la chispa que desató el fuego. “Desde ese momento a la actualidad el Estado proveyó a las casas incendiadas algunas unidades habitacionales bastante precarias, pero el problema no se llegó a resolver”, dice Chemes.
Las localidades chubutenses de Lago Puelo, El Hoyo y Cholila, entre otras, dependen del servicio eléctrico de la Delegación de Servicios Públicos de Chubut. Desde marzo pasado, no se realizaron tareas de mantenimiento del servicio para prevenir nuevos incidentes. Además, hay un conflicto sindical porque los trabajadores de la delegación no tienen elementos de seguridad para su trabajo. “Eso se suma a la falta de inversión y mantenimiento del Estado”, contextualiza Chemes, que además es integrante de la ONG ambiental Taller Ecologista.
Hace una semana el cortocircuito volvió a ocurrir. “Fue un desperfecto eléctrico en una línea de media tensión que está en el cerro Currumahuida y que abastece una antena de comunicaciones. Eso desató un incendio que al día de hoy no se pudo apagar”, dice el entrevistado. “Esto es debido a una falta de planificación y de inversión por parte del gobierno de Chubut. Puede volver a pasar en cualquier momento porque el sistema eléctrico está en pésimas condiciones”, agrega.
Por su parte, el incendio en el Lago Nahuel Huapi se originó por una tormenta eléctrica. Para Chemes, se trata de una consecuencia del cambio climático: “Esta no era una zona de tormentas eléctricas como se están dando ahora, cada vez con más frecuencia” Nuevamente, apunta a la desinversión estatal.