7 julio, 2022
La multinacional relatiza su avanzada en Rio Negro y avanzará en el norte de Chubut. Planea contar con la ley nacional en 2022 porque «es clave en el proyecto».
El grupo australiano Fortescue afirmó que «no se detiene el proyecto» de Hidrógeno Verde en Río Negro aunque planteó que la ley nacional «es clave» en la inversión, previendo su aprobación para el 2022. Asimismo confirmó su reorientación del proyecto a tierras que poseería en el Norte de Chubut y otras donde posee reserva de compra de campos en Sierra Grande, dejando por ahora en stand by su proyecto en la Meseta de Somuncurá, hasta tanto se diriman autorizaciones y resistencia social.
Además, anunció la «reorientación» en esta etapa de medición de vientos, destinada a la localización de los parques eólicos, dejando en «pausa» la instalación de mástiles en la Meseta de Somuncura a la espera de la definición provincial de un «plan de manejo» tras las polémicas sucitadas, mientras que ubicarán sus torres en cercanías de Sierra Grande y el norte de Chubut.
«Inicialmente, se priorizará la cercanía a la planta de Hidrogeno y el puerto en Punta Colorada», como también, después, «en el norte de Chubut» mientras que la Provincia de Rio Negro concluya «con el plan de manejo de la Meseta y defina las prioridades», manifestó el Gerente Regional de Gobierno y Comunidades para Región Latinoamérica de Fortescue, Sebastián Delgui al diario RN.
Con su inicial presentación en Glasgow, el plan de Fortescue Future Industries (FFI) consiste en una inversión de unos 8.400 millones de dólares.
Delgui reafirmó que el gobierno nacional ratificó a la empresa su «voluntad de avanzar este año con el proyecto de Hidrógeno Verde» mientras reconoció que existen consultas de «parte de miembros del Congreso». Insistió que la ley «es clave para el desarrollo de nuestra inversión en Río Negro».
Periodista:-¿El plazo para la ley sería el 2022?
Sebastián Delgui: «No vamos a ponerle plazo ni al Congreso ni al gobierno nacional, pero a la empresa le gustaría tener la ley culminado el año».
Ya existe un anteproyecto de la gestión de Matías Kulfas. ¿Qué opinión tienen?.
SD: – «Es una buena base de inicio de la discusión. Es perfectible».
¿Hay planteos en referencia al incorporación de retenciones?.
SD: – «Es parte de la discusión. Parto de la base que hablamos del desarrollo de un sector nuevo, hacer de eso un negocio y ser competitivo en reemplazo de los combustibles fósiles. Pero, antes de opinar, queremos tener un mayor detalle de qué estamos hablando con las retenciones. Ese número hay que ponerlo en el modelo de negocio final».
¿Qué otra precisión se pretende con la ley?.
SD: – «Se requiere de financiamiento entonces precisar si se va a disponer de los dólares para el repago de esos créditos. También, el modelo impositivo, si se paga IVA, si hay devolución. La empresa no está pidiendo nada extraordinario del esfuerzo del Estado Nacional».
¿Se avanza en la colocación de mástiles de vientos?.
SD: – «El plan de medición en la Meseta de Somuncura lo vamos a poner en pausa y reorientar la instalación de esos mastiles en los campos que contamos -adquiridos o en reserva- en la zona cercana de Sierra Grande y en el norte de Chubut. Se priorizará la cercanía a la planta de Hidrógeno y el puerto en Punta Colorada mientras la Provincia avanza con un plan de manejo para la Meseta. Vamos a esperar que ese estudio concluya y definan las prioridades. No modifica nada del proyecto, se aceleran tiempos».
¿Los 16 mástiles se reorientan?.
SD: – «Si, los 16 mástiles actuales, y después se ampliarán en el norte de la provincia de Chubut. El proyecto no se detiene. Con esta medición, se cumplen -en paralelos- estudios de suelos, del puerto, de mareas para culminar con el análisis de prefactibilidad».
¿El cambio de las mediciones significan otra localización de los futuros parques eólicos?.
SD: – «Es correcto. La Meseta es un área que sigue siendo de interés, pero vamos a aguardar el plan de manejo».
El proyecto ‘Pampas’ en Patagonia planea convertirse en un polo mundial exportador de hidrógeno verde en 2030, con una capacidad de producción de 2,2 millones de toneladas anuales, lo que cubriría una producción energética equivalente a, por ejemplo, casi un 10% de la energía eléctrica consumida por Alemania en un año.
La empresa reconoce disponer de tierra propia en el “norte de la provincia de Chubut” y tiene, además, reserva de compra de campos cercanos a Sierra Grande.
Las adquisiciones chubutenses, que totalizarían unas 140.000 hectáreas, se conocieron durante el año pasado, a partir de alertas de ruralistas.
El presidente de la Sociedad Rural del Chubut, Ricardo Iriani decía de la adquisición de extensiones por parte de un grupo australiano de “10 o 12 campos”, que compraban “con la intención de producir energía a través del viento para transformarla en hidrógeno”.
Recientemente, el secretario de Planificación, Daniel Sanguinetti explicó que esas posesiones por parte de Fortescue eran anteriores a ingresar en contactos con el gobierno de Río Negro.
Mientras tanto, al sur de Sierra Grande, la firma australiana dispondría de hectáreas reservadas, que serían aquellas ahora destinadas inicialmente para la ubicación de los mástiles.
Es una firma subsidiaria de la minera australiana Fortescue Metals, el cuarto productor de hierro del planeta. Apunta a instalar 2000 MW eólicos en Río Negro para producir 2,2 millones de toneladas de hidrógeno. La inversión podría trepar hasta los US$ 8400 millones, aunque la iniciativa recién está dando sus primeros pasos.
Fortescue Metals Group, la casa madre, es un jugador que no necesita presentación en la industria minera. La compañía australiana es el cuarto productor mundial de mineral de hierro, concentrando la mayoría de sus operaciones en ese país. Compite en producción anual con gigantes como Vale, Rio Tinto y BHP. También tiene presencia en Sudamérica, con operaciones de exploración en Perú y Colombia. En noviembre de 2018 adquirió una empresa argentina de exploración, Argentina Minera, obteniendo sus 48 concesiones mineras para explorar cobre y oro en San Juan.
La iniciativa contempla la construcción de una planta generadora de 650 MW en una primera etapa, ampliable a varios GW de potencia en fases posteriores. “Estamos hablando de una planta en una primera etapa de 600 megas, y escalar a dos gigawatt y luego a 15 GW”, señaló Agustín Pichot, ex capitán de los Pumas, uno de los hombres fuertes de ESPN en la Argentina y representante de Fortescue para Latinoamérica.