Según pudo saber iProfesional de fuentes cercanas a la Secretaría de Energía, el equipo de trabajo activado hace semanas viene llevando a cabo una auditoria y la perspectiva para el complejo de centrales se divide en dos vertientes: la posibilidad de una extensión de las concesiones a los actuales operadores, por un tiempo similar al vigente hasta ahora. O, caso contrario, reestatización de las usinas con administración a definir.
Tensión creciente con Río Negro y Neuquén
«Es esta última opción la que alimenta las tensiones crecientes con las provincias. Río Negro y Neuquén quieren participar y, además, que Nación concluya la deuda multimillonaria que tiene con ambas provincias. Por su parte, las empresas hasta ahora no han dicho demasiado sobre la continuar con el negocio. La rentabilidad de los últimos años año ha sido prácticamente nula y con costos siempre en ascenso. Para continuar deberán ofrecerles algún incentivo muy atractivo», comentó a este medio un experto al tanto del proceso.
«No logramos reparar el complejo del dique Ballester porque no tenemos recursos, no podemos hacer los estudios en Cerros Colorados porque cuando no se puede generar energía eléctrica, por transformadores rotos no tenemos recursos para seguir con los estudios para reponer agua en el sistema sobre todo en esta época que es de riego y otras cosas», declaró recientemente Elías Sapag, representante de Neuquén en la AIC.
Quienes integran la comisión que evalúa las concesiones
El equipo de trabajo activado por la Secretaría de Energía está integrado por representantes de la cartera energética, de la Subsecretaría de Energía Eléctrica, de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrica S.A. (CAMMESA), del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) y de la empresa estatal Integración Energética Argentina S.A. (IEASA).
Los técnicos convocados tienen como prioridad la revisión de los números de los complejos cuyas concesiones vencen el año próximo. La molestia en las provincias radica en que ninguno de sus cuadros fue incluido en la convocatoria para las auditorias.
De ahí la decisión de Río Negro y Neuquén de poner en marcha sus propias comisiones para evaluar la situación de las usinas y su influencia sobre los ríos de ambas provincias. En estos distritos viene tomando fuerza la idea de que el Gobierno no extenderá las concesiones vigentes y que lo que viene es la estatización de las centrales.