7 noviembre, 2020
Un estudio de un equipo de científicos norteamericanos ha conseguido hallar una zona del cuerpo, tanto humano como animal, en la que no se replica el SARS-CoV-2.
Acabar con la pandemia de coronavirus continúa siendo la principal misión de miles de científicos a lo largo y ancho del planeta. Sin embargo, para conseguir detener la transmisión del SARS-CoV-2 es necesario, en primer lugar, conocer su naturaleza y la manera en la que es capaz de replicarse entre humanos. En esa vía trabajan numerosos expertos y, ahora, un nuevo estudio científico podría haber descubierto la primera parte del cuerpo que es resistente al covid-19.
Hasta la fecha, no conocemos demasiado sobre el coronavirus. Sí sabemos que la principal vía de transmisión es por aerosoles, donde las gotículas infecciosas pueden contagiarnos a través del aire, lo que implica la necesidad de mantener el distanciamiento social y el uso de mascarillas. Pero también sabemos que estas gotículas, depositadas en superficies, pueden contagiarnos si no mantenemos una higiene de manos adecuada al contacto con nuestra cara.
El virus puede transferirse de una superficie a nuestro cuerpo si tocamos ese elemento y, posteriormente, nos llevamos la mano a nuestro rostro, siendo boca y nariz las principales vías de entrada. Sin embargo, en los últimos meses también se considera que los ojos son un punto de acceso importante, sobre todo la conjuntiva, por lo que protegernos se antoja fundamental. Pero, ahora, una zona dentro de nuestros ojos podría ser inmune al coronavirus: la córnea.
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Washington en St. Louis, y publicado en ‘Cell Reports’, asegura que las pruebas que han realizados con córneas, tanto humanas como animales, ofrecen una respuesta evidente: el SARS-CoV-2 no se replica en sus tejidos. O, lo que es lo mismo, podría ser inmune al covid-19.
De momento, se trata de un resultado preliminar que debe de ser confirmado con una muestra más amplia, pero los resultados son claros. «Se sabe que la córnea tiene receptores para el nuevo coronavirus, pero en nuestros estudios encontramos que no se replicaba en ellas. Nuestros hallazgos no prueban que todas las córneas sean resistentes, pero todas las que analizamos no replicaban el covid-19. Es posible que un subconjunto de personas tenga córneas que permitan el crecimiento del virus, pero ninguna de las que estudiamos apoyó el crecimiento del SARS-CoV-2», afirma Jonathan J. Miner, principal autor del estudio.
En los experimentos realizados, se inoculó el SARS-CoV-2, el Zika y el HSV-1 (el herpes simple) en las 25 córneas humanas y en otras dos docenas de córneas animales. Los resultados fueron claros: en ninguno del medio centenar de córneas se replicó el coronavirus, algo que sí ocurrió con los otros dos virus. Las pruebas no mostraron signos de replicación de coronavirus: «Nuestros datos sugieren que el nuevo coronavirus no parece poder penetrar la córnea», explica Miner.
Por ahora, los expertos no tienen claro por qué la córnea es resistente al Covid-19, aunque creen tener alguna pista. El interferón lambda, un potencial inhibidor molecular, sí frenó el crecimiento del virus del Zika y del herpes, pero cuando fue bloqueado, no hizo que el SARS-CoV-2 se replicara.
¿Qué ocurre entonces? Creen que puede ser porque la córnea «probablemente está regulada por una vía antiviral distinta», pero todavía se desconoce cuál es, algo que se deberá de seguir estudiando.
*EC