28 abril, 2022
Expertos de Brasil, México, Chile, Perú y de Argentina como Boaventura de Sousa Santos, Gioconda Herrera, Rita Segato, Camila Barretto Maia, Enrique Leff, Nicolás Lynch, Nadia Araujo Guimaraes, Marcio Pochmann, Adriana Puiggrós, Elsie Rockwell, Darío Sztanjnszrajber, Pablo Vommaro y el grupo feminista chileno Las Tesis, dan cuenta en el libro del panorama político actual de América Latina, en temas que atañen a la educación, al feminismo, la educación, la ecología, la juventud, luego de dos años de pandemia de coronavirus, en un contexto de expansión de políticas neoliberales, y los inicios de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Arata y Batthyány, integrantes del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), compiladores del libro editado por Siglo XXI, señalan en diálogo con Télam que el texto partió de la necesidad de hacer un diagnóstico de los acontecimientos sociales y generar opinión pública para encontrar algunas respuestas ante la incertidumbre que impone la actualidad.
«Estamos terminando de superar una pandemia -con toda la complejidad que sabemos que eso implica en términos políticos, económicos y sociales- y enfrentando una guerra que nos tiene en vilo como la humanidad. Frente a este escenario, las Ciencias Sociales tienen una contribución fundamental que realizar, en términos no solo de la interpretación de los acontecimientos sociales sino de la tarea de movilizar conocimiento y generar opinión pública», consideró Batthyány.
Para Arata, el libro es «un punto de partida, una conversación pensada para quienes no necesariamente son especialistas, pero tienen inquietudes y buscan profundizarlas» con la finalidad de «ofrecer pistas para la transformación del mundo».
Una de las entrevistas, al especialista en economía y derecho Boaventura de Sousa Santos, aborda la situación política generada a partir de la pandemia, situación que acentuó las desigualdades en el marco de políticas neoliberales que tiene sus raíces en el pasado, y buscan debilitar las democracias.
En este sentido, Batthyány señala que «la conversación con Boaventura combina dos temporalidades: la de los acontecimientos históricos que se precipitaron desde que fue identificado el virus COVID-19, y un proceso histórico de más largo aliento que se remonta al menos cuarenta años atrás, marcado por la globalización hegemónica neoliberal del capital. Si desde entonces, cada vez que hubo una crisis se agravaron las desigualdades, ¿por qué el tembladeral desatado por el covid-19 sería la excepción?».
En cuanto al aporte de otros entrevistados, la socióloga destaca que «Marcio Pochmann -presidente del Instituto Lula- y Nicolás Lynch -ex ministro de educación del Perú- reflexionan sobre el debilitamiento de las democracias y las soberanías en nuestro continente y los peligros que se ciernen sobre ellas. Para Lynch hay que rediscutir la cuestión de las soberanías si lo que queremos es promover una concepción de la democracia basada en fundamentos sociales y para las mayorías, basada en la ampliación de derechos».
De esta manera, «la disputa que está en juego no es menor, recuerda Pochmann: las derechas han desarrollado una renovada conciencia de sus intereses y construido una fuerza política capaz de reagrupar filas en defensa del orden establecido», sostiene Batthyány.
En búsqueda de alternativas ante un panorama donde los autores también hacen eje en las políticas dominantes que rechazan a extranjeros y migrantes, Arata considera que «lo primero es sostener que hay alternativas en plural y que nuestra región -América Latina y el Caribe- es una gran generadora de «otras» formas de pensar el mundo, de relacionarse con él, entre nosotres y con los otros seres que habitan la tierra».
«Si el neoliberalismo -continúa- es el encumbramiento de una minoría depredadora, la búsqueda de alternativas es un imperativo categórico. En el libro se plantea con fuerza esta cuestión en el diálogo entre Enrique Leff y los representantes de Jóvenes por el Clima. Una conversación marcada por la clave intergeneracional que no tiene desperdicio alguno».
El rol de los medios, la generación de fake news y las redes sociales, en el marco de las políticas neoliberales, así como la articulación de movimientos sociales y fuerzas políticas en contra de esa hegemonía, y las alternativas a este panorama también forman parte de esta problemática.
«Es un tema central y sobre el que hay mucho por decir. Tenemos más dudas que certezas. En Hablemos de desigualdad la cuestión está presente, pero en un sentido que esta pregunta deja instalada: las posibilidades de que las estrategias de comunicación puedan generar otras formas de construir visiones sobre nuestra realidad y de construir lazos de cooperación globales», sostiene Arata.
Como ejemplo de esto, el colectivo de mujeres de Chile que reclaman por sus derechos, denominado Las Tesis, «subraya cómo se han unido en este movimiento feminista latinoamericano, muchas veces gracias a las redes sociales», dice Arata y sostiene que en el diálogo entre Adriana Puiggrós y la doctora en Educación de México Elsie Rockwell, «se destaca cómo el uso de las redes sociales entre maestros, permite detectar debates mucho más interesantes, incluso cuando se expresan por memes».
El rol del feminismo como contracara del patriarcado en el que el neoliberalismo se sustenta también forma parte de esta situación, y se refleja en el diálogo inédito entre Rita Segato y Lastesis, según Batthyány.
«Patriarcado es violencia -sentencia Segato-, caracterizándolo como el cimiento sobre el cual se asienta el edificio completo de las desigualdades. De ahí que las luchas contra la sociedad patriarcal hagan peligrar las diversas formas de poder, en especial las del poder económico, bélico y policial. Lastesis afirman, por su parte, que el feminismo genera una reacción de miedo entre quienes temen perder sus privilegios, por lo que no dudarán en mantener su sistema opresivo, reaccionando de manera agresiva frente a quienes luchan por salir de su lugar de subordinación», afirma Batthyány.
«Hay que tener -afirman las entrevistadas- una constante vigilancia por parte de los feminismos: luchar por lo que no tenemos, por un lado, y por el otro, luchar constantemente por conservar lo que logramos», señala la socióloga.
Otro de los temas que aborda el libro es el de la juventud y en este sentido, el doctor en Ciencias Sociales por la UBA, Pablo Vommaro, sostiene que «la participación política de los jóvenes en los últimos tiempos es diversa, plural y múltiple: desborda los espacios institucionales legitimados, los incluye pero los desborda, y avanza hacia otras formas de participación vinculadas con movimientos territoriales, modalidades de participación urbana, y apropiación del espacio público, con formas de participación que tienen contenidos estéticos, expresivos muy fuertes, y agendas vinculadas a lo ambiental y ecológico, al género, las disidencias y diversidades».
En el contexto actual, los jóvenes fueron impactados también en los últimos tiempos por las nuevas derechas y en este sentido, lejos del rechazo o la impugnación, Vommaro considera que «por un lado debemos entenderles, interpelarles y generar empatía con estos grupos».
Para Vommaro, «estas juventudes están pensando un malestar, un descontento, y muchas veces referentes o líderes de las llamadas nuevas derechas son también una expresión de esos malestares con el status quo, con el sistema dominante, que muchas veces ubican a los grupos políticos gobernantes del lado del sistema, por mas que se muestren a favor de cambiar el sistema, y surgen dirigentes políticos que expresan ese malestar y lo canalizan».
«Con la pandemia fueron los jóvenes y los niños los más afectados por la precarización de sus condiciones laborales y su forma de vida, la interrupción de sus espacios de encuentro, y ven en estos grupos una vía para canalizar esos malestares», sostiene Vommaro, quien advierte que «los grupos políticos tradicionales no los interpelan».
Para el especialista «habitar la incertidumbre y desandar certezas y desplazarse de un pensamiento binario e ir a uno de la ambigüedad, es un ejercicio importante porque tiene que ver con los mundos juveniles actuales: la pandemia magnificó la incertidumbre, y ahora además estalla una guerra».
«Si queremos poner todo el tiempo certezas a la incertidumbre se genera una tensión subjetiva que en las juventudes repercute mucho porque afecta su proyecto de vida: si enseñamos que la incertidumbre es mala y hay que encontrar certezas, esa contradicción genera fuertes afectaciones a nivel vincular, afectivo, que justamente están afectando muchas proyecciones hacia el futuro», afirma.