En tanto, el mandatario ucraniano buscará un alto al fuego, al menos, en la ciudad de Mariúpol, donde las autoridades indicaron que la situación es «catastrófica».
Por su parte, el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, encabezó la mesa de negociaciones donde tomó la palabra y abogó por un cese inmediato de hostilidades porque conflicto prolongado no beneficia a nadie.
«Todo el mundo está a la espera de una buena noticia por su parte. Estamos listos para realizar cualquier contribución que pueda hacer su trabajo más fácil», sostuvo Erdogan, añadiendo que su país está preparado y dispuesto a albergar una reunión entre los líderes de Rusia y Ucrania.
Desde el 28 de febrero, las delegaciones de ambos países han celebrado tres rondas de negociaciones en persona, así como una serie de discusiones por videoconferencia, aunque no han logrado alcanzar un acuerdo significativo.