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13 septiembre, 2020

‘Gordos’ a la mesa!

El presidente Alberto Fernández almorzó con los dirigentes de la «mesa chica» de la Confederación General del Trabajo (CGT), con quienes analizó la propuesta de los sindicalistas de aumentar los aportes que hacen los trabajadores y las empresas para las obras sociales, dadas las situaciones financieras que atraviesan y las complicaciones para cumplir con las prestaciones, argumentan. Un anticipo de lo que se viene.

Todos coincidieron en la necesidad de elaborar una batería de medidas de reactivación productiva para la pospandemia y profundizar los lineamientos de un eventual Consejo Económico y Social, según indicaron algunos de los voceros gremiales que participaron en la reunión.

Al encuentro en la Quinta de Olivos el jueves pasado asistieron los dos secretarios generales de la CGT, Hétor Daer y Carlos Acuña, como también Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), Antonio Caló (UOM) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias).

En el almuerzo estuvieron también Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos; su par de la Presidencia, Julio Vitobello, y el jefe de asesores, Juan Manuel Olmos, según indicó Télam.

Una de las medidas de urgencia propuestas es la revisión de la fórmula que negocian el Gobierno y la CGT para compensar la caída del sistema de obras sociales por la pandemia, que ya había sido presentada con anterioridad por los sindicalistas al ministro de Salud, Ginés González García. La misma busca elevar del 3 al 4 por ciento los aportes de cada trabajador que se descuentan del sueldo bruto y del 6 al 7 por ciento los del empleador.

En caso de concretarse la reforma, las contribuciones del trabajador y del empleador ascenderían en total del 9 al 11 por ciento, según informó la agencia Noticias Argentinas (NA).

Esta reunión sirvió también como un gesto de Fernández hacia la cúpula cegetista, luego del almuerzo que mantuvo hace dos semanas con el camionero Hugo Moyano, rival interno de los dirigentes de la conducción de la central.

Aquel encuentro se volvió viral en las redes sociales ya que tanto el primer mandatario como el sindicalista y sus dos esposas se tomaron una fotografía en la cual ninguno tiene puesto tapabocas y no mantienen la distancia social recomendada por las mismas autoridades del Gobierno.